Esumen. La educación en el México prehispánico

LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO HISTÓRICO DE MÉXICO

Docente: Lic. Lizbeth Adriana Santiago Aguirre

Alumno: Jaffet Axel Jaimes Estrada

Resumen. La educación en el México prehispánico.

En la época del dominio mexica, había templos-escuelas, denominados calmécac para los hijos de la nobleza y telpochcalli para los plebeyos. En estas escuelas aprendían oficios, se preparaban para la guerra y para el servicio a las divinidades.

Una era Calmécac, al que asistían los hijos de los nobles, los cuales eran llamados “pipiltin”, en Calmécac se educaba a sus alumnos principalmente en el aspecto religioso, que lo abarcaba todo, pero también instruía sobre la ciencia de ese tiempo, la historia, la economía, la política, el comportamiento social, las leyes, la astrología (muy relacionada con la astronomía) y el arte.

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La otra era Telpochcalli, en donde se educaba a los hijos de los plebeyos, quienes eran llamados “masewaltin”, que se encargaba del entrenamiento militar y de algunas actividades de tipo civil.

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Algunos autores señalan edades en que los niños ingresaban a estas escuelas era entre los ocho y los doce Años. Sin embargo, también se menciona que, algo importante sobre el ingreso, era el término “destete”, del cual se basaban para indicar que: “En destetando a los niños, o a los cinco años, luego mandaba el señor que sus hijos varones fuesen llevados al templo a servir a los ídolos, y allí fuesen doctrinados, y supiesen bien lo que tocaba al servicio de los dioses, y los criaban con mucho rigor y disciplina”.

Algo que cabe mencionar, es que en estas escuelas sólo era permitido la admisión de niños. Las niñas y mujeres eran educadas en casa, aprendiendo labores de hogar. Sin embargo, también existían dos escuelas más, la primera de ellas era Cuicalli (o casa de canto), en donde asistían tanto niñas como niños, en donde se les enseñaba a tocar instrumentos musicales, danza y canto. Y la otra era Ichpochcalli, en donde asistían las mujeres de la nobleza a los 12 o 13 años, donde se les educaba para ser sacerdotisas o doncellas al servicio de dios.

Resumen. El concepto náhuatl de la educación.

En esta cultura náhuatl, para saber su concepto de educación, debemos tener en cuenta el concepto que tenían hacia ellos mismos, hacia lo que era una persona humana, o más específicos, un hombre maduro.

Se encuentra en varios escritos de pláticas o discursos, que se menciona la frase “vuestro rostro, vuestro corazón”. Para entender mejor cómo se referían al hombre, se muestra esta lectura, recogida por Sahagún, en donde se describe el ideal de los nahuas sobre lo que es un “hombre maduro”

El hombre maduro:
corazón firme como la piedra,
corazón resistente como el tronco de un árbol;
rostro sabio,
dueño de un rostro y un corazón,
hábil y comprensivo.

Para que los hombres nahuas llegasen a la culminación de un hombre maduro, este necesitaba ser educado, guiado, llevado al mejor camino por el cual aprendiese el comportamiento y la sabiduría de un hombre maduro.

Esto nos lleva a otro concepto importante para entender la finalidad de la educación náhuatl, el cómo se referían ellos a un maestro. Para esto se muestra otro texto, en el cual se describe cómo ellos veían la figura de un sabio maestro náhuatl.

Maestro de verdad,
no deja de amonestar.
Hace sabios los rostros ajenos,
hace a los otros tomar una cara,
los hace desarrollarla.

Les abre los oídos, los ilumina.
Es maestro de guías,
les da su camino,
de él uno depende.

Pone un espejo delante de los otros,
los hace cuerdos y cuidadosos,
Hace que en ellos aparezca una cara…

Gracias a él, la gente humaniza su querer,
y recibe una estricta enseñanza.
Hace fuertes los corazones,
conforta a la gente,
ayuda, remedia, a todos atiende.

Existen cinco términos nahuas de los cuales podemos obtener la esencia pura acerca de lo que refieren ellos a un maestro que guía a los alumnos por el camino.

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