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Fenicios En Occidente

ivaine9211 de Enero de 2014

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LOS FENICIOS EN OCCIDENTE:

1. Cronología e historiografía:

Las hipótesis formuladas hasta hoy sobre los orígenes y la cronología de las primeras fundaciones fenicias de Occidente son casi infinitas.

En la actualidad ninguno de los criterios utilizados antaño para reivindicar la veracidad histórica de las afirmaciones de Veleyo Patérculo o de Diodoro cuentan con demasiado crédito entre los especialistas. A pesar de ello, cualquier hallazgo arqueológico más o menos aislado o esporádico puede avivar, y continuará sin duda avivando en el futuro, la polémica iniciada a mediados del siglo XIX.

En el fondo del problemas subyace una cuestión metodológica que incide, necesariamente, en una lectura más o menos subjetiva de los datos históricos – arqueológicos.

Ante esto, resulta prioritario identificar la existencia o no de un estadio precolonial en Occidente, y discutir la interpretación más extendida entre los especialistas actuales que defiende la existencia de una serie de escalas comerciales en Occidente, las cuales se transforman en colonias urbanas a lo largo de los siglos VIII – VII a.C.

La historiografía clásica: Gadir, Heracles y los fenicios:

La mayoría de los mitos, tradiciones y leyendas sobre la llegada de los fenicios a Occidente empieza a tomar forma en época helenística, es decir, algo más de 500 años después de transcurridos los acontecimientos que narran, se trata, por ello, de fuentes de información tardías, muy alejadas de los hechos, forzosamente subjetivas y de escasas garantías de fiabilidad.

Veleyo Patérculo, sitúa la fundación de Gadir en torno al año 1104 – 1103 a.C. Todos los autores clásicos que aluden a los orígenes de Gadir – Gades, como Estrabón, Mela o Plinio, se limitan a reproducir la versión de Veleyo, sin apenas variaciones.

A su vez, es posible que la fuente de información de Veleyo, fuera el historiador siciliano Timeo de Tauromenio, que escribió a finales del siglo IV a.C. o comienzos del III a.C. y que se distingue por sus escasos conocimientos de Iberia.

Resulta también importante conocer el ambiente intelectual en que se producen los primeros relatos acerca de la fundación de Gadir, y por la tanto la cronología de la expansión fenicia en Occidente:

- En primer lugar la época helenística, se caracteriza por la gran confusión acerca de la fecha y lugar de llegada de los primeros fenicios a Occidente.

- Por otra parte, la constante que encontramos entre los historiadores de la época es la tendencia a considerar los poemas homéricos como históricos. Se confunden así fantasía, imaginación e ingenuidad en un intento por trasladar los principales héroes de la guerra de Troya a Occidente. Surgen así obras como las de Estrabón o Pausanias, que lógicamente carecen de fundamento histórico. Muy pronto, los viajes de Heracles quedan vinculados a Gadir y a España y, con ello, la leyenda del retorno de los Heráclidas tras la guerra de Troya.

- La asimilación de Gadir a los fenicios, a la guerra de Troya y a Heracles constituye un típico arreglo helenístico. Esta leyenda surge en los siglo II – I a.C., una época en la que en el pensamiento helenístico surgía una gran influencia la grandeza y prosperidad de Cádiz y el prestigio del santuario del Hércules gaditano. Todo ello contribuyó a forjar una leyenda en la que Hércules– Heracles, acabaron confundiéndose con la fundación fenicia de Gadir.

- Para poder trasladar los viajes de Heracles a España y asociarlos con la fundación del templo de Cádiz, es preciso situar los acontecimientos en función del mito de retorno de los Heráclidas a Grecia tras la guerra de Troya, un acontecimiento que por otra parte, proporcionaba la primera fecha histórica conocida por los griegos.

- Gadir, los fenicios, Heracles y Melqart e, indirectamente, las fundiciones de Lixus y Útica, quedan confundidos en un mismo bloque de leyendas, al que progresivamente se irán incorporando otros mitos relaciones con el extremo Occidente (El Jardín de las Hespérides y las Columnas de Hércules).

Historiografía moderna:

En nuestro país, García Bellido iniciaba en la década de 1920 – 1930 iniciaba un análisis crítico de los textos clásicos, apoyándose por primera vez en el registro arqueológico. Se conciliaron posturas y en nuestros días se ha llegado a admitir una cierta contemporaneidad de los hechos.

En la actualidad no se conoce todavía ningún indicio anterior al siglo VIII a.C. que permita hablar de colonización fenicia en Occidente antes de esa fecha. Sin embargo, algunos hallazgos arqueológicos han determinado diversas posturas frente a la cuestión cronológica, que van desde aquellos que sitúan la expansión fenicia en el siglo VIII y VII a.C., apoyándose en las evidencias arqueológicas, pasando por los que la fechan en el siglo IX a.C. en función de los hallazgos epigráficos, hasta los que remontan la colonización hasta el siglo XII a.C.

El auge de la arqueología fenicia durante los últimos años, y en particular, los trabajos llevados a cabo en la Península Ibérica, han permitido establecer dos etapas en la colonización fenicia en Occidente, una etapa precolonial (siglos XII – VIII a.C.) y una etapa colonial propiamente dicha (siglos VIII – VI a.C.).

2. Las colonias de occidente:

Las relaciones comerciales determinan el carácter de los asentamientos fenicios en las costas de la Península Ibérica. Se trata de factorías comerciales con manufactura propia, que practican el libre intercambio de bienes con las tribus indígenas del interior. En vista del escaso número de personas que formaban esos asentamientos, podemos deducir con certeza que ni en el momento de la fundación ni en tiempos posteriores hubo por parte de los fenicios ninguna intención (ni la habría nunca) de ocupar el hinterland militarmente. La ausencia casi total de fortificaciones y los ajuares de los comerciantes fenicios sin armas, señalan que no hubo una acusada mentalidad guerrera. El poder de los fenicios consistía, al fin y al cabo, en la acumulación de riqueza, que cualquier acción militar podía poner en peligro, mientras que las relaciones pacíficas servían para aumentarla. Al contrario de las fundaciones de Gadir, Útica y Cartago, que se atribuyen a Tiro, los grupos humanos que llevaron a cabo la colonización fenicia procedían de las ciudades de la metrópoli, según evidencia el material arqueológico hallado.

Los fenicios tenían su patria en las costas del Oriente Próximo, exactamente en la región que actualmente ocupa el Líbano. Las ciudades de Tiro y Sidón eran sus bases comerciales más importantes. Parece ser que la ciudad de Tiro tuvo un papel preponderante en los procesos de colonización. Se afirma que la ciudad de Gadir fue fundada desde Tiro, según la tradición histórica (aunque más bien mitológica) en el año 1104 o 1103 a.C., y se asegura también que los fenicios emprendieron primero viajes de reconocimiento e inspección hasta que finalmente decidieron fundar la ciudad en aquella isla situada al otro lado de las columnas de Hércules, no lejos de la costa atlántica. Evidentemente, la fundación de una colonia en este preciso lugar tuvo por objeto conseguir el acceso a los territorios del Bajo Guadalquivir, especialmente interesantes para el comercio del metal.

La expansión comercial de los fenicios irá en aumento a partir del final del segundo milenio. Las evidencias arqueológicas ofrecen como fecha para las fundaciones de asentamientos fenicios en las costas de la Península Ibérica el siglo VIII a.C. Estas evidencias, sin embargo, no excluyen la posibilidad de que las influencias provenientes del Mediterráneo Oriental que se hacen sentir en la Cultura del Bronce Final en Andalucía hayan sido transmitidas por los fenicios y por vía marítima. Habría que distinguir, pues, entre un período de influencia fenicia ya a principios del primer milenio a.C., y una fase en la que tienen lugar las fundaciones fenicias a partir del siglo VIII a.C. De los asentamientos fenicios en la costa meridional peninsular, pocos nombres se conocen: Malaka (Málaga), Sexi (Almuñécar) y Abdera (Adra), cuyas fundaciones pudieron tener lugar en tiempos posteriores, pero que Estrabón llegó a calificar todavía como fenicios. En lo que respecta a Ibiza, parece que se trata de una fundación cartaginesa que tuvo lugar, según la tradición, en los años 654 o 653 a.C. Esta fecha carece hasta ahora de fundamento arqueológico, ya que la mayor parte de los hallazgos en esa isla no son anteriores al siglo VI a.C.

Características comunes:

1. Los asentamientos:

Las condiciones previas para la fundación de los asentamientos fenicios, para su eclosión y su cultura material, hay que buscarlas sin duda en el ámbito de la economía. Los establecimientos comerciales requerían tanto buenos embarcaderos o puertos como una favorable situación en cuanto a terrenos aptos para la agricultura, pues es evidente que los asentamientos fenicios se apoyaban en una sólida base económica, que era la agricultura y la ganadería. Cuando en sus expediciones exploraron costas en las cuales establecerse, los fenicios buscaron siempre emplazamientos determinados, naturalmente cercanos al litoral, pero que se distinguieran por su situación aislada, preferentemente en penínsulas o islas. Seguramente constituía también un factor importante la mayor o menor accesibilidad al interior, como, por ejemplo, la cercanía de una gran llanura costera o una vega, o quizá también la posibilidad de salvar de manera fácil las montañas que pudieran limitar las relaciones comerciales. Todos los asentamientos fenicios en las

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