Fenología de los Cultivos
lisbastidasMonografía3 de Noviembre de 2012
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República Bolivariana De Venezuela
Ministerio Del Poder Popular Para La Educación
Universidad Bolivariana De Venezuela (U. B.V)
Calderas – Barinas
Bases agroecológicas de la producción agrícola vegetal y manejo de los cultivos
Bachilleres
C.I
María Linares #19.350.336
Anavelis Rondón # 24.113.098
Vanessa Sosa # 19.613.642
Odilio Medina #16.635.885
Herliani Vega # 19.613.024
Jorge Berrios # 19.825.098
Rudy Villamizar# 19.613.024
Calderas, Noviembre 2011
Introducción
En la actualidad se dispone de suficiente información sobre los factores climáticos, edáficos y biológicos involucrados en la duración del ciclo biológico y producción de los cultivos, sin embargo, es bastante frecuente encontrar que para referirse a un momento determinado de su ciclo biológico, esto se haga en términos de una escala de tiempo (Días Después de la Siembra, DDS) relacionándola con las observaciones y prácticas que se llevan a cabo en ellos sin tomar en cuenta el efecto de tales factores sobre la morfología de las plantas.
El ciclo biológico cambia con el genotipo y con los factores del clima, esto quiere decir, que las plantas del mismo genotipo sembradas bajo diferentes condiciones climáticas pueden presentar diferentes estados de desarrollo después de transcurrido el mismo tiempo cronológico. Por lo que cada vez cobra mayor importancia el uso de escalas fenológicas que permiten a la vez, referirse a las observaciones y prácticas de manejo del cultivo en una etapa de desarrollo determinado.
Dado que el producto final de un cultivo, no es sino la consecuencia de un proceso derivado de las actividades agrícolas efectuadas durante todo el ciclo, para los investigadores y productores se hace necesario el conocimiento de la fenología agrícola y la posible duración de las diferentes etapas.
El uso y aplicación de materia orgánica en agricultura es milenaria, sin embargo paulatinamente fue experimentando un decrecimiento considerable, probablemente a causa de la introducción de los fertilizantes químicos que producían mayores cosechas a menor costo. Sin embargo, durante los últimos años se ha observado un creciente interés sobre la materia orgánica, habiendo experimentado su mercado un gran auge ligado al tema de los residuos orgánicos que encuentran así, una aplicación y el desarrollo de nuevas tecnologías
Fenología de los cultivos
En el transcurso de la historia, el hombre ha utilizado su conocimiento sobre los eventos fenológicos en la agricultura. La fenología, la cual fue una parte integral de las antiguas prácticas agrícolas, aún mantiene una muy cercana relación con la agricultura moderna a través de sus valiosas contribuciones.
Los eventos comúnmente observados en cultivos agrícolas y hortícolas son: siembra, germinación, emergencia (inicio), floración (primera, completa y última) y cosecha. Los eventos adicionales observados en ciertos cultivos específicos incluyen: presencia de yema, aparición de hojas, maduración de frutos, caída de hojas para varios árboles frutales.
El periodo entre dos distintas fases es llamado Estado Fenológico (Villalpando y Ruiz, 1993). La designación de eventos fenológicos significativos varía con el tipo de planta en observación.
Por ejemplo los estados fenológicos del mango pueden identificarse como:
Aparición de hojas nuevas: fecha en que aparecen las primeras hojas de un nuevo ciclo de desarrollo
Floración: momento en que la mitad de la unidad de muestreo presenta las primeras flores
Amarre del fruto: fecha en que la mitad de la unidad de muestreo aparece el fruto incipiente, aún envuelto por vestigios florales
Inicio de desarrollo del fruto: momento en que en la mitad de la unidad de muestreo los frutos alcanzan 2 cm de diámetro
Terminación del desarrollo del fruto: fecha en que en la mitad de la unidad de muestreo se logra el máximo desarrollo del fruto.
Madurez: fecha en que el fruto alcanza la madurez para cosecha
Se debe considerar que un cultivo puede no desarrollar todas sus fases fenológicas (Aparición de nueva hoja, Floración, Inicio de desarrollo del fruto, Fin de desarrollo del fruto y Madurez del fruto), si crece en condiciones climatológicas diferentes a su región de origen (Ruiz, 1991).
Otros aspectos que son regularmente observados pueden considerarse como indicadores fenológicos del patrón del crecimiento y desarrollo del cultivo.
Para árboles frutales, las fechas de floración y maduración de frutos se aceptan generalmente como indicadores significativos. En el caso de árboles frutales, arbustivos perennes, el período entre la floración y la presencia de un fruto incipiente se ha reconocido durante mucho tiempo como uno de los estados de desarrollo importantes. De manera que el conteo aleatorio de flores (número de flores en pocas ramas seleccionadas), del conteo de frutos (número de frutos de un tamaño específico en las ramas usadas en el conteo de flores) y peso, constituyen indicadores destacados de rendimientos (Villalpando y Ruiz, 1993)
Clima y planta
• Cada clima tiene su vegetación más apropiada.
• Selecciona especies vegetales que vivan bien en el clima general de tu zona.
• Considera también los microclimas del jardín. Por ejemplo, un rincón con sombra es perfecto para helechos pero inadecuado para las plantas de flor de temporada.
Los factores climático-ambientales en relación a la elección de las plantas son: luz, temperaturas, lluvia, humedad y vientos.
1. Luz
• Analiza las zonas de sol y las zonas de sombra del jardín.
• Para las zonas de sol:
• Casi todas las flores necesitan unas seis horas de sol al día. Por ejemplo, Gazania o Lamprantus sólo abren sus flores si tienen sol directo.
• Las plantas con hojas variegadas (veteados en verde y amarillo) requieren más luz que las de hojas verdes completas.
• A los cactus les gusta tener mucha luz.
Para las zonas de sombra:
Elige especies que vivan bien en sombra o semisombra, por ejemplo, Camelia, Hortensia, Clemátide, Helechos, Cóleo... hay muchas especies aptas sombra; mira esta lista de arbustos.
Puedes ubicar en sombra plantas que necesiten sombra en determinadas épocas, por ejemplo, una sombra temporal en momentos calurosos favorece su establecimiento, o cuando son plantas jóvenes y delicadas.
2. Temperaturas
• Si en tu clima hace frío, con heladas frecuentes, es evidente que no se deben escoger especies subtropicales: morirían a las primeras de cambio.
Cerca de un muro estarán más protegidas del frío. Los muros acumulan calor durante el día que ceden por la noche.
• Ciertas plantas también necesitan frío. Por ejemplo, el Olivo crece mucho en el trópico pero no florece, lo que quiere es la alternancia de temperaturas, no constante todo el año. O muchas variedades de frutales que necesitan acumular frío en invierno, lo que se llaman horas-frío, horas por debajo de +7ºC. Por ejemplo, variedades de cerezo que si no disponen de este frío no darán buena cosecha (Más información sobre esto en Sección Frutales, artículo "Elegir frutales según el clima").
3. Lluvia
• Hay plantas que no aguantan los climas lluviosos por estar los suelos muy húmedos o encharcados o por tener las hojas mojadas mucho tiempo. Suelen ser especies de climas secos.
En climas lluviosos conviene elegir especies amantes de la humedad.
4. Humedad del aire
• Hay plantas que necesitan una humedad alta y otras sequedades.
• Ejemplo: los helechos son ideales para un jardín a la sombra o un jardín que dé al norte. Necesitan agua y un alto grado de humedad del aire. Plantarlos sólo si se les puede dar lo que piden.
Hay regiones con niebla frecuente, rocío o determinados rincones húmedos.
5. Vientos
• Vientos secos
• Vientos húmedos
• Vientos fríos
• Vientos cálidos
• Vientos fuertes (encallejonados es peor)
• Vientos salinos de la costa ("queman" las hojas jóvenes y yemas jóvenes orientadas al mar por depósitos de sales).
Si en tu zona predominan algunos de estos vientos, escoge plantas resistentes a ellos, o bien, proporciona protección del viento al jardín o terraza con setos, vallas con trepadoras, láminas de brezo, entre otros.
El viento influye en la distribución de las plantas. Por ejemplo, coloca las Coníferas pensando por dónde entran los vientos dominantes. Así servirá de protección gracias a su follaje perenne.
Suelo, agua y planta
Las Relaciones Agua-Suelo-Planta-Atmósfera (RASPA) revisten una gran importancia en riego, drenaje, hidrología y otras ciencias relacionadas con los recursos hídricos y el ambiente. La utilización de modelos de simulación en las ciencias agronómicas, forestales e hidrología, ha puesto en relieve lo anterior y en tal sentido los requerimientos de éstos han motivado que en la actualidad se haya renovado el interés por el tema. De la misma manera, el interés cada día más notorio por los temas ambientales, ha impuesto la necesidad de intensificar los estudios en esta materia.
El tema de las Relaciones Agua-Suelo-Planta-Atmósfera (RASPA) ha sido siempre de gran importancia en los estudios de riego y drenaje, sin embargo, en el campo de
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