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Fundacion De Guayaquil


Enviado por   •  15 de Agosto de 2013  •  2.000 Palabras (8 Páginas)  •  1.822 Visitas

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Fundación de Guayaquil

La fundación de Guayaquil fue un proceso de conquista española en la actual región litoral de Ecuador, con lo cual, después de varios traslados y conflictos con pobladores nativos de culturas precolombinas, quedó definitivamente fundada la ciudad de Santiago de Guayaquil. La conquista se desarrolló entre 1534 y 1547, durante la cual fue cambiando de nombre de acuerdo al lugar de establecimiento, conservando el nombre de su santo patrono.

Guayas y Quil

Era la Época de las Conquistas Españolas en tierras americanas, y después de haber sido fundado la Ciudad de Santiago de Quito cerca de la actual ciudad de Riobamba, los españoles consideraron que era no muy estratégico aquél asentamiento, así que dos expediciones partieron de allí. Una expedición se encaminó hacia el norte, siguiendo los pasos de Rumiñahui, general de Atahualpa, Hijo del Sol y Último Emperador Inca del Tahuantinsuyo, ya que Rumiñahui había vuelto a la ciudad Inca de Quito para esconder los tesoros que allí se encontraban. La otra expedición fue rumbo a la región costanera, que intentaron varias veces establecer un asentamiento pero los bravos nativos del lugar incendiaban todos los campamentos.

Fue Sebastián de Benalcázar quién, después fundar San Francisco de Quito en la misma ciudad ya edificada por los Incas, personalmente llegó a estas regiones para fundar la ciudad de Santiago en la costa. Lo cual lo encontró difícil ya que los huancavilcas, pueblo que dominaba esta región, destruían los asentamientos españoles, liderados por el bravo cacíque Guayas.

El cacique Guayas de los Huancavilcas, estaba casado con una bella mujer llamada Quil, quién además de ser hermosa, también estaba entrenada en el arte de la guerra. Ambos se negaron a rendirse ante los españoles conquistadores. Pero lamentablemente después de cierto tiempo las fuerzas españolas tomaron prisioneros a ambos.

Guayas ofreció entregarles a cambio de la libertad de ambos, inmensos tesoros que solo él conocía donde estaban ocultos. Los hispanos aceptaron gustosos la propuesta y todos juntos se dirigieron a la cima de un cerro, que se llamaría después Cerrito Verde y actualmente Santa Ana. Cuando llegaron al lugar del "entierro", Guayas pidió un puñal para levantar la piedra que cubría las riquezas, pero lo que hizo fue atravesar rápidamente el corazón de su amada Quil, y luego él se clavó el arma en su propio pecho. Así tendría dos tesoros: el río y el corazón de Quil.

Según cuenta la leyenda, antes de morir el bravo cacique Guayas expresó las siguientes palabras:

"Al río lo mancharon con la sangre de mis hermanos,

me llevo a Quil para que me acompañe a la tierra del Sol".

Según la leyenda, fue Francisco de Orellana, quién en el día del Apóstol Santiago el Mayor, y en memoria del heroico cacique Guayas y su idolatrada esposa Quil, fundó la ciudad bajo el nombre de Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de Guayaquil.

Conquista de Guayaquil

Primer asentamiento: Sebastián de Benalcázar

El conquistador Sebastián de Benalcázar partió desde la villa de San Francisco de Quito hacia el Perú, llegando a Santiago en primera instancia para dotarse de soldados y dirigir la segunda expedición que saldría de la ciudad, aunque primero se encaminó hacia el sur. Al llegar, se entrevistó con Francisco Pizarro a quien le entregó los tesoros recogidos en los saqueos realizados en poblados nativos y obtuvo la anuencia requerida para tal empresa. Luego de esto, Belalcázar se trasladó a San Miguel de Piura donde concedió un descanso de un mes a sus hombres.

Cuando ya estuvo preparado para salir a la exploración en la actual zona de Guayaquil, Benalcázar partió hacia Paita donde reclutó gente, víveres y pertrechos. A finales de agosto de 1535, zarpó de Paita, entró al Golfo de Guayaquil, desembarcó temporalmente en la isla Puná y luego continuó su travesía remontando las aguas del río Guayas, en busca de las vertientes andinas que permitían el paso a Quito. Por octubre o noviembre, en virtud del acta de fundación de Santiago de Quito, cuyos documentos portaba, desembarcó cerca de un asiento indígena llamado "Guayaquile".

En estos territorios Belalcázar concretó el traslado de Santiago hacia la región litoral, sin embargo la zona era algo hostíl debido a su cercanía a poblaciones nativas que no aceptaban la presencia de los españoles en el área. Belalcázar decidió seguir su ascenso hasta Quito por lo tanto en este primer asentamiento quedaron cuarenta españoles en la pequeña población y dejó a cargo de los alcaldes ordinarios Antonio de Rojas y Diego de Daza.

Segundo asentamiento: Hernando de Zaera

Al poco tiempo de la partida de Belalcázar, varias tribus locales, denominados como "chonos", empezaron a atacar a la población. Los violentos ataques empezaron a inicios de 1536, con lo cual destruyeron gran parte del poblado y acabaron con la vida de más de la mitad de los pobladores. Diego de Daza y otros pocos soldados se dispusieron a partir hacia Quito con el afán de pedir auxilios, sin embargo, al cabo de 40 días de lucha contra los aguerridos chonos, los españoles debieron abandonar la ciudad.

Desde el Perú, Francisco Pizarro encomendó la reconstrucción y reubicación de la ciudad a Hernando de Zaera. En 1536, Zaera llega a Santiago y la mudó al sitio denominado "Yagual" donde la asentó a inicios de agosto. Sin embargo restos del ejército incaico tenían sitiado a Pizarro y al poco tiempo de haber iniciado el reparto de solares, Zaera debió trasladarse al Perú a socorrer a las tropas españolas, dejando a Rodrigo Vargas de Guzmán encargado como "Justicia Mayor".

La ciudad se mantuvo por un tiempo sin mayores complicaciones con lo cual se creó un entorno favorable para el colonizaje, aunque los nativos aún no aceptaban la presencia española. El poblado empezó a adoptar el nombre de Santiago de la Culata.

Tercer asentamiento: Francisco de Orellana

En 1537, la ciudad de Santiago volvió a ser destruida por el reinicio de los ataques por parte de los nativos. En el transcurso del año la ciudad empezó a despoblarse debido a las violentes olas de ataques de los chonos.

Debido a los ataques y el abandono de Zaera, nuevamente Francisco Pizarro ordenó la reubicación y reconstrucción de Santiago,

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