Fut ecuador hurtado-cordero
Daniel PeñaherreraReseña5 de Agosto de 2018
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Estudiante: José Daniel Peñaherrera Arboleda
Curso: 7mo Semestre de Ciencias Políticas.
Tema: El FUT durante el gobierno de Oswaldo Hurtado y León Febres Cordero. Demanda, debates y repertorios.
El presente ensayo trata la teorización realizada por el marxismo acerca del Estado y las formas que éste toma para lograr su vinculación en la lucha de clases, partiendo del concepto de hegemonía en Gramsci. Comparando así la forma que tomó el Estado ecuatoriano en la época de “retorno a la democracia” con Oswaldo Hurtado y la transición a un gobierno “autoritario-represivo” con Febres Cordero. Además un análisis a las demandas, repertorios y estrategias del FUT basadas en una lógica de “lucha de clases”.
Previo al triunfo de Jaime Roldós Aguilera se vivía en Ecuador una dictadura militar que inició con un golpe de Estado en el año 1972, que contó a su favor con ganancias petroleras; sin embargo en 1978 cumplen lo prometido y llevan a referéndum proyectos constitucionales[1]
Tras la muerte de Roldós, sube al poder Oswaldo Hurtado, época que se denomina “retorno a la democracia” ¿Por qué? Pues partiendo de Gramsci, encontramos que para un mejor funcionamiento político del Estado capitalista, se debe comprender que éste “consiste en el entramado completo de actividades políticas y teóricas con las que la clase dominante no sólo justifica y mantiene su dominio sino que se las arregla para lograr consentimiento activo de aquellos a los que gobierna” (Taylor, 1997: 261).
Efectivamente el Estado ecuatoriano empieza a tener estas características, tal es así que “Desde el inicio de su mandato, Hurtado pide que los grupos sociales firmen un pacto con el gobierno de diálogo y apoyo hacia su política económica y los ajustes que ésta supone. Aunado a lo anterior, declara que su gobierno nunca cederá frente a las demandas por presión y protestas lo cual provoca el rechazo de los obreros” (Miyachi, 2006: 194). Tenemos entonces una doble forma necesaria para cumplir con los procesos hegemónicos: coerción y consenso.
Con el paso a un gobierno de corte más autoritario en León Febres Cordero, el Estado vuelve a formas más coercitivas. Es así que podemos hallar el pasado histórico de la configuración del Estado, volviendo a sus formas tradicionales. Desde el inicio de su mandato tuvo una actitud de irrespeto a la ley y la Constitución. En efecto, en 1984 ordenó que Fuerzas Militares, con tanques blindados impidieran que los Magistrados de la Corte Suprema asumieran sus cargos[2].
Por otro lado encontramos en entre las discusiones y estrategias políticas del FUT, formas de un marxismo ortodoxo de interpretación sobre la lucha de clases, y es que los miembros de aquella época “a pesar del fracaso sucesivo de las huelgas generales, insistían que la huelga era un medio para lograr sus plataformas reivindicativas. El diálogo del FUT no era para buscar consensos y conciliación sino una medida más de la "lucha de clase".
Coincidimos al considerar que aquella coyuntura política no se prestaba para la implementación de medidas “radicales” dado la situación de crisis económica que recientemente el país había vivido. Y la obligatoriedad de llevar al Estado hacia un camino coherente frente a las lógicas capitalistas[3].
Además si tomamos de referencia las críticas del feminismo y ecologismo al marxismo, tenemos un aporte de crítica a la forma de composición de la lucha de clases, “debe analizarse las coyunturas específicas, teniendo en cuenta la compleja interacción entre el circuito del capital, las estrategias de acumulación, las formas del Estado y el equilibrio de las fuerzas políticas” (Taylor, 1997: 268). De las demandas planteadas por el FUT, muchas se llevaron en alianzas con un fuerte componente campesino, de las cuales la mayoría se produjeron en el gobierno más represivo, de Febres Cordero.
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