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Golpe de estado del 1° de Diciembre de 1828


Enviado por   •  3 de Diciembre de 2017  •  Resúmenes  •  1.442 Palabras (6 Páginas)  •  362 Visitas

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Golpe de estado del 1ero de diciembre de 1828

Para hablar del golpe proporcionado el 1ero de diciembre de 1828 contra el gobierno de Manuel Dorrego, debemos con anterioridad hablar de sus antecedentes. El principal de estos antecedentes es la guerra contra el Brasil y la paz casi vergonzosa que firmo Dorrego, poniendo fin a la guerra y reconociendo la independencia de la Banda Orienta.

El ejército de las Provincias Unidas comandado por el general Alvear había conseguido el importante triunfo de Ituzaingo (esto bajo gobierno de Rivadavia.) En el mar la escuadra de Brown mantenía un status quo en el Rio de la Plata. Con la caída de Rivadavia debido a un humillante tratado que trajo su diplomacia desde rio de janeiro y el ascenso de Dorrego a la gubernatura de la provincia de Buenos Aires el panorama de la guerra cambio. Se reemplazó a Alvear por el oriental Lavalleja y se desarmo la escuadra de Brown para realizar patentes de corso y así mantener una guerra más económica por el mar. Hay que recordar que Buenos Aires afronto económicamente casi sola el costo de la guerra y esta no iba a poder ser sostenida mucho tiempo más, en ninguno de los 2 bandos.

El 27 de agosto se firmó la paz, siendo ratificada en septiembre. Pero la paz no trajo alegría, el ejército que volvía del teatro de operaciones se sentía traicionado debido al tratado que no reconocía el esfuerzo emprendido y esto no paso por alto en la cúpula del partido unitario, el cual se oponía al partido federal y a su líder, y gobernador de la provincia de Buenos Aires, Manuel Dorrego. Esta cúpula comprendida por Salvador Maria Del Carril, Julián Agüero, entre otros; incitaron a los líderes de aquel ejército, unitarios como ellos, a levantarse en armas contra el gobierno de Dorrego. Estos líderes no eran otros que los generales Juan Galo Lavalle y José Maria Paz; uno porteño, el otro cordobés.

Aunque se avisó a Dorrego de las intenciones del ejército que se aproximaba a Buenos Aires con intenciones revolucionarias, este respondió restringiendo la libertad de imprenta y destituyendo de sus cargos a aquellos que no le respondían plenamente, a último momento intento formar la defensa, pero la revolución ya estaba lista para ser efectuada. El 1ero de diciembre de 1828 las tropas al mando del general Lavalle tomaron la Plaza de la Victoria (actual plaza de mayo), lugar de residencia del gobernador, el cual se escabullo por la parte trasera del fuerte y logro escapar. Lavalle, al ser porteño estaba destinado a ser el gobernador de la provincia, por lo tanto, junto con Agüero y otros afectos a la revolución ser reunieron en la iglesia de San Francisco y mediante voto a galera alzada se impuso al nuevo gobernador de Buenos Aires.

Mientras tanto, Manuel Dorrego huía hacia el sur, donde se encontraba su aliado, Juan Manuel de Rosas. Lavalle sale a su persecución dejando a cargo de la provincia a Guillermo Brown. Pero misteriosamente decide enfrentar a Lavalle en Navarro donde superaba numéricamente al ejército del líder unitario pero armamentísticamente y técnicamente este último era más que superior. El ejército de Dorrego fue completamente abatido y este logro huir a un campamento del general Pacheco, pero el destacamento liderado por Acha ser sublevo y entrego a Dorrego al general Lavalle.

Este último recibió órdenes, recomendaciones y peticiones de todos lados. Desde Brown que le pedía que se limitase a desterrar al exgobernador hasta Agüero y Del Carril que creían imperativo “cortar la cabeza de la hidra”. Estos últimos al ser los líderes del movimiento dictaban las órdenes y Lavalle como buen militar se limitaba a seguirlas. Hay que recordar que Lavalle y Dorrego tenían una amistad pasada cuando compartieron momentos en el ejército.

El 13 de diciembre de 1828 se procedió a fusilar al coronel Dorrego en Navarro. Hay anecdóticos hechos como la entrega del chaleco militar al condenado por parte del general Lamadrid. Lavalle dice poco después del hecho “La historia dirá si el coronel Dorrego ha debido o no morir” y “su muerte es el mayor sacrifico que puedo hacer en obsequio al pueblo de Buenos Aires”.

Con este hecho inicia la guerra civil argentina. El federalismo encontró su mártir en la figura de Dorrego y un nuevo y mejor líder en la de Juan Manuel de Rosas. Este instauro guerrillas en la campaña de la provincia, lo que permitió su control, lo que junto con las buenas relaciones con Estanislao López le dio mucho poder.

Mientras tanto el gobierno de Lavalle restringió la libertad de prensa y realizo una clasificación de opositores, desterrando o arrestando a figuras del federalismo porteño.

Decir “el gobierno de Lavalle” es engañoso, ya que este no tenía las facultades y condiciones para gobernar, debido a esto el verdadero gobierno estaba delegado a la cúpula de la facción unitaria. Lavalle es un caso donde la virtud en un campo es el defecto en otro, su arrojo en batalla y sus arrebatos lo hacían un magnifico general, pero en el ámbito de la política esto no era más que cavar su propia tumba. No cabe duda que la versión que más se ajusta a la realidad es como lo supo describir Esteban Echeverría. Se refirió a él como “La espada sin cabeza”. Invencible en lo militar, pero sin cabeza para lo político. El general San Martin dijo “igualarlo en coraje es muy difícil, superarlo imposible”.

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