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Guerra Del Cenepa


Enviado por   •  13 de Abril de 2013  •  2.414 Palabras (10 Páginas)  •  489 Visitas

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CONVIVIENDO CON EL ESPIRTU DE UN HEROE

Para muchas personas será sencillo escribir sobre la guerra, normalmente no me gusta hablar del Conflicto en el Cenepa, ¡pero!, ¿Por qué digo esto se preguntara usted amigo lector?, !y me permito contestar!, porque perdí a mi mejor amigo, aproximadamente a unos 80 metros de donde me encontraba, un ser humano que con su partida dejo en mi, profunda tristeza y dolor, por que no solo que lo consideré un amigo, sino un hermano, una persona extraordinaria, un hombre grande, humilde, pero a la vez orgulloso, un soldado excepcional, honrado, valiente y muy profesional, pero sobre todas las cosas, Padre, Esposo y un gran amigo.

La historia de este grato recuerdo empieza un 5 de Octubre de 1987, cuando ingresamos a la Escuela Superior Militar “Eloy Alfaro”, y que por casualidad del destino, fui asignado al cuarto pelotón, en donde compartí mis vivencias y mis nuevas experiencias con otros reclutas igual que yo, pero entre estos cadetes reclutas existía uno en especial, que posteriormente le daría grandes triunfos a nuestra promoción 87, y se convertiría en mi amigo personal y compañero desde estos años hasta el día de su muerte en el Conflicto del Alto Cenepa quien ofrendo su vida defendiendo el destacamento de TIWINTZA.

El Domingo 19 de Agosto de 1990, toda la promoción 87 “EPICLACHIMA”, mas conocida como CARACOLES llena de flamantes subtenientes recién graduados nos presentamos en la Brigada de Fuerzas Especiales en la ciudad de Latacunga, para realizar el curso de paracaidismo; al finalizar el curso, el mando militar decide destinar a siete oficiales para prestar servicios en esta gran unidad, entre ellos mi gran amigo y yo; Quien diría, que es aquí en donde se afianza nuestra amistad, en donde compartimos profesionalmente las experiencias adquiridas con el día a día de la jornada, y nos permitía compartir en la misma habitación, nuestros sueños, nuestras metas y sobre todo el aporte personal invaluable que como legado dejaríamos en el trabajo encomendado en esta gran unidad.

El sueño mas grande en ese momento como a todo soldado le pasa por la mente era llegar a ser COMANDO, nuestra preparación fue intensa, y motivados por este esfuerzo, ingresamos a tan anhelado curso, luego de cinco meses de entrenamiento y compartiendo la mismas vicisitudes culminamos con éxito, aunque un poco golpeados pero como decíamos “YO YA, USTEDES NO SE TODAVÍA”.

Luego de realizar algunos cursos y varias operaciones en la Brigada de Fuerzas Especiales, somos llamados al curso de promoción de Subteniente a Teniente “TIGRES” en Septiembre de 1993, fue muy gratificante volver a re-encontramos nuevamente con nuestra promoción, al finalizar el curso fuimos destinados por el mando militar a realizar el curso de CONDOR-SATINADOR en la hermana Republica de Bolivia.

Un 22 de Diciembre de 1993 partimos a ese gran sueño de alcanzar el HACHA DE LOS SATINADORES (símbolo emblema que lleva en el pecho un soldado que ha realizado el curso de CONDOR-SATINADOR) de los SATINADORES, iniciamos nuestro entrenamiento con el curso de paracaidismo en Cochabamba, luego de un mes partimos para SANANDITA (pueblito donde se encuentra la escuela de Cóndores), lugar en el que nuestra amistad llega a ser mucho mas aferrada y más grande, digo esto porque el único apoyo que teníamos era mutuo, muy a pesar de que teníamos compañeros de armas en el curso, solo los dos éramos ecuatorianos en tan exigente adiestramiento; al final de la dura jornada de entrenamiento, solíamos conversar y planificar el siguiente día muy a pesar de las pocas horas de descanso que había, y claro, de todo lo vivido lo que mas recuerdo era que siempre pensábamos “en no vivir la vida por vivir, en no ser como las personas que nacen crecen se reproducen y mueren, sino ser hombres que deje marcado su nombre en la historia para futuras generaciones”, ahora que mi amigo ya partió, puedo decir sin temor a equivocarme, que ya lo consiguió consagrándose como héroe nacional y no se, si algún día yo pueda cumplir con este pacto de amigos. Si estimado lector, le hablo del Capitán Giovanni Patricio Calles Lazcano, un buen hijo, un buen hermano, un buen padre, un buen esposo, y el mejor amigo, y lo digo Yo acentuando mi voz, porque él, pasaba mas tiempo conmigo que con su adorada familia por situaciones de trabajo, lo digo Yo, porque aprendí muchas cosas de él; Yo, que lo extraño y lo necesito como a un hermano; hoy al escribir estas líneas con lagrimas en los ojos les puedo decir que el recuerdo no se ha borrado de mi mente y de mi corazón, es por esta razón que subraye al iniciar mi relato que no me gustaba hablar del Conflicto del Cenepa.

Al regresar de la hermana Republica de Bolivia una vez culminado el curso de CONDOR-SATINADOR, fuimos destinados como instructores a la ESCIE (Escuela de Selva y Contrainsurgencia), lugar en donde se encontraban los mejores soldados en selva del Ecuador, donde nuevamente compartimos juntos el placentero trabajo, recuerdo que bromeaba y al molestar le decía: ¡otra vez tener que aguantarte cachetón!, y sonriendo se defendía. Es aquí donde formamos como instructores varios cursos de Tigres y de Selva, y en este espacio de tiempo, empezaron las primeras escaramuzas en la Cordillera del Cóndor.

El Lunes 23 de Enero de 1995 todo el personal de la Escuela de Selva somos movilizados al destacamento de Tiputini, en donde nos organizamos en tres equipos de combate (en el tercer equipo de combate nos encontrábamos mi buen amigo y yo), nos re entrenamos de una manera indescriptible, a tal punto que cada comandante de patrulla sabia en donde y como se encontraba cada uno de sus soldados en las diferentes formaciones, conocíamos de sus capacidades y debilidades, realizamos adiestramiento de emboscadas, oruga (instrucción para romper el contacto con el enemigo o para continuar con un ataque), señales convencionales, etc., era tal el profesionalismo impartido que nos sentíamos motivados y preparados para el combate, ¡no había duda sobre la actuación de estos soldados! eran instructores que formaron la mayor parte de nuestro ejercito en selva, además existían y existen soldados que había pasado toda su vida militar en esta gran unidad.

Nuestra misión “destruir LA ARCADIA” (destacamento peruano que se encontraba al frente de Tiputini), inesperadamente de un momento a otro nos trasladan en helicóptero nuevamente a la ciudad del Coca, en donde tan solo teníamos 2 horas para prepararnos e ingresar a Patuca, personalmente tenia todo mi equipo listo, como anécdota recuerdo el dilema de utilizar un uniforme americano nuevo que tenia, e internamente pensaba, ¿para entrar o para salir? Pero, y si me dan de baja, ¿quien se pone el uniforme? Seguro no le van a devolver el uniforme a mi mamá, en definitiva

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