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HEREJIAS EN LA EDAD MEDIA


Enviado por   •  16 de Diciembre de 2014  •  3.314 Palabras (14 Páginas)  •  1.131 Visitas

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DESARROLLAR HISTORIA DE LAS HEREJIAS EN LA EDAD MEDIA.

Herejía es una creencia o teoría controvertida o novedosa, especialmente religiosa, que entra en conflicto con el dogma establecido. Se diferencia de la apostasía, que es la renuncia formal o abandono de una religión, y la blasfemia, que es la injuria o irreverencia hacia la religión. Basándose en la etimología griega de la palabra, que proviene de hairesis (αἵρεσις), que significa una elección o un grupo de creyentes, es una escuela del pensamiento o una opinión particular o específica sobre un punto de doctrina determinado.

A continuación se realiza una descripción de las herejías más conocidas surgidas en la historia de la iglesia.

ARRIANA

El arrianismo fue la primera de las grandes herejías. Desde la fundación de la Iglesia en Pentecostés del año 29 o 33 DC existió una masa de movimientos heréticos que llenó los tres primeros siglos. Casi todos ellos, se volcaron hacia la naturaleza de Cristo.

La predicación, la personalidad y los milagros de Nuestro Señor, pero sobre todo su resurrección, tuvieron el efecto de promover la concepción de un poder divino. Esta concepción impregnó toda la cuestión para cualquiera que tuviese un mínimo de fe en las maravillas presentadas.

Ahora bien, en esto la tradición central de la Iglesia, al igual que en cualquier otro caso de doctrina disputada, fue sólida y clara desde el comienzo. Nuestro Señor fue indudablemente un hombre. Nació como nacen los hombres. Murió como mueren los hombres. Vivió como un hombre y fue conocido como hombre por un grupo de íntimos compañeros y un número muy grande de hombres y mujeres que lo siguieron, lo escucharon y presenciaron sus acciones.

Pero, dijo la Iglesia, también fue Dios. Dios descendió sobre la tierra y encarnó en un hombre. No fue meramente un hombre influenciado por la Divinidad, ni tampoco una manifestación de la Divinidad bajo una apariencia humana. Fue al mismo tiempo plenamente Dios y plenamente Hombre. Sobre esto, la tradición central de la Iglesia nunca vaciló. Fue dado por sentado desde el principio por quienes tienen autoridad para hablar.

Pero un misterio resulta por fuerza incomprensible precisamente por ser misterio. Por eso el ser humano, siendo un ser racional, está perpetuamente intentando racionalizarlo. Eso fue lo que sucedió con este misterio. Un grupo dijo que Cristo fue solamente un hombre, si bien un hombre dotado de poderes especiales. El otro grupo, en el extremo opuesto, dijo que fue una manifestación de lo divino; que su naturaleza humana fue ilusoria. Y estos extremos se alternaron indefinidamente.

Pues bien, la herejía arriana fue en cierta forma el resumen y la conclusión de todos estos movimientos del lado no ortodoxo; esto es: de todos los movimientos que no aceptaban el misterio pleno de las dos naturalezas.

ADOPCIONISMO.

Esta herejía es un error primeramente aparecido en el Segundo Siglo. Aquellos que sostenían el "Adopcionismo" negaban la preexistencia de Cristo y por tanto su deidad. El "Adopcionismo" enseña que Jesús fue probado por Dios y después de pasar esta prueba y después de ser bautizado, se le concedió poderes sobrenaturales y fue "adoptado" como Hijo de Dios. Esta doctrina errónea sostiene que como recompensa por sus logros y carácter perfecto, Jesús fue levantado de entre los muertos y fue "adoptado" como parte de la Trinidad.

Esta herejía surgió como un intento para explicar las dos naturalezas de Jesús. Sin embargo, la Escritura es clara cuando nos dice que Jesús era tanto hombre como Dios: "Mirad que nadie os lleve cautivos por medio de Filosofías y vanas sutilezas, conforme a la tradición de hombres, conforme a los principios elementales del mundo, y no conforme a Cristo. Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Col. 2:9).

El partidario principal de esta doctrina fue Theodotus de Bizancio. El Papa Víctor (A.D. 190-198) declaró este concepto "herético" por primera vez. Una reforma de esta herejía fue llevada a cabo por Elipandus, arzobispo de Toledo y Félix, obispo de Urgel en el Siglo VIII, pero el Papa Leo III lo declaró también herejía en el año 798.

ALBIGENSES

Esta herejía surgió en la Edad Media en el pueblo de Albi, en el sur de Francia. Este error enseñaba que había dos dioses: el dios bueno, identificado como Jesús en el Nuevo Testamento y el dios de la oscuridad y el mal generalmente asociado con Satanás. Todo lo que era material era considerado "malo" incluyendo el cuerpo humano, el cual, de acuerdo a esta doctrina herética, había sido creado por Satanás. El alma fue creada por el dios bueno y ahora se encontraba aprisionada en el cuerpo malo y la salvación era posible solamente a través de vivir una vida santa y ha ejecución de buenas obras.

Esta doctrina enseñaba que si una persona había sido lo suficientemente espiritual, la salvación podría ser obtenida. Pero si la persona no había sido lo suficientemente buena, dicha persona reencarnaba como un animal o como otro ser humano. Los Albigenses negaban tajantemente la resurrección del cuerpo debido a que éste era "malo".

Los Albigenses enseñaban que Jesús era Dios pero que solamente dio la apariencia de ser hombre mientras estuvo en la tierra. También enseñaban que la Iglesia Católica de ese tiempo estaba corrompida por el poder y el dinero. El ascetismo y su humildad de los Albigenses eran contrastados con la afluencia del clero romano, lo que les ayudó a obtener muchos adeptos.

En el año 1208, Pedro de Castelnau, un oficial representante del Papa fue asesinado por un Albigenses. Debido a su crecimiento y a su aptitud amenazante contra la iglesia establecida, el Papa Inocente III ordenó que fueran exterminados. La persecución fue férrea y el movimiento cesó.

APOLONARIANISMO.

El Apolinarianismo fue enseñado por Apolinar, obispo de Laodicea en Siria alrededor del año 361. Él enseñó que el Logos de Dios, el cual se convirtió en la naturaleza divina de Cristo, sucedió en el alma humana racional de Jesús y que el cuerpo de Cristo fue una forma glorificada de naturaleza humana. En otras palabras, Apolinar sostenía que aunque Jesús fue un hombre, Él no tuvo una mente humana sino que su mente era totalmente divina. Además enseñó que las dos naturalezas de Cristo no podían coexistir en la misma persona. Su solución fue reducir la naturaleza humana de Cristo.

El Apolinarianismo fue condenado por el Concilio Vaticano Segundo en Constantinopla

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