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Higiene De La Epoca Colonia


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2012  •  1.700 Palabras (7 Páginas)  •  8.055 Visitas

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Españoles, indígenas y africanos poseían sus particulares concepciones culturales sobre la salud y la enfermedad, el dolor y la muerte. Los sistemas médicos de los tres grandes grupos étnico culturales que se encontraron en América, se fueron amalgamando a lo largo del período colonial. Si bien los españoles eran los conquistadores y por tanto, el grupo dominante de la sociedad colonial, no pudieron evitar los contactos interculturales. Durante la Colonia, se persiguieron las creencias mágico-religiosas de los indígenas, los médicos indios sufrieron castigos severos, los archivos coloniales nos han aportado muchos juicios a indígenas por “practicar brujería”, por “delincuentes” etc., cuando sólo estaban tratando de curar con “su medicina”. Generalmente, los juicios a indígenas se hacían aparte del de los españoles, africanos y mestizos, esto por el carácter de tutelaje que tenía la Corona sobre los aborígenes de América.

La Capitanía General de Venezuela por ser considerada una Colonia de menos estatus que los Virreinatos, no fue controlada con tanta severidad. Pero el “curanderismo” no se pudo evitar y hay testimonios donde se constata que para el siglo XVII, los curanderos, fueran indios, pardos, negros o blancos, gozaban de mucho prestigio entre

la población y aún más si poseían conocimientos de los tres sistemas médicos.

LA HIGIENE CORPORAL EPOCA COLONIAL

A continuación se presentan breves reseñas del comportamiento de los pobladores: época prehispánica, europeos españoles y la época colonial

EN LA ÉPOCA PREHISPÁNICA: se caracteriza por la existencia de pueblos sucios y limpios; en donde la falta de aseo corporal no estuvo condicionada a influencias climáticas. Por ejemplo:

En las regiones alto andinas con temperaturas promedias de entre 10° y 12° C. hubo pueblos que se bañaban diariamente, mientras que otros en esas mismas condiciones no lo hacían. Asimismo se conocen en climas calientes, donde la temperatura induce una abundante efusión de sudor, tanto pueblos limpios como otros descuidados en este particular. De donde resulta que, más bien, es una condición cultural y no imposición del clima.

Etnias como los warraos o guaraúnos de las bocas del Orinoco se los consideraba como sucios, mientras que los guajiros son aseados, pese a ser escasa el agua en su territorio.

Los caracas acostumbraban bañarse continuamente. Los arecunas usaban baño diario. Los arawaks eran los más limpios; casi todos, extremadamente pulcros en sus personas . Entre ellos perduraba la costumbre de tomar dos baños diarios y mantener sus casas muy limpias . En el Orinoco-Rionegro eran, en general, muy . Los barasanas del sur se bañaban dos veces diarias y siempre después de trabajar o de viajar.

COSTUMBRES SANITARIAS DE LOS EUROPEOS.

La actitud de los europeos ante la higiene personal se puede sintetizar como: peinarse, bañarse y asearse bien, es perder el tiempo.

Durante la dominación romana, se acostumbraba bañarse después del mediodía, y aunque había pocos baños privados, sí existían los públicos. Más bien parece algo cultural, para no asemejarse a los odiados judíos y árabes, que practicaban admirables costumbres sanitarias.

Los españoles eran renuentes al agua., Hasta en las tierras más cálidas del mediodía, el baño de los españoles era restringido.

En un tratado o regimiento de Sanidad dirigido al rey Jaime II, el médico español Arnaldo de Vilanova aceptaba que el baño no era indicado para todos sino para los que sudan; que no debían pasar más de 20 días sin lavarse la cabeza, y de todos modos, solamente una vez por semana, no con vientre lleno sino antes de comer o mucho después. Además, por prejuicios religiosos, como la mortificación de la carne, muchos miembros del clero y de las órdenes religiosas católicas exageraron en el desaseo, permaneciendo días y semanas con la misma ropa interior.

Sin mortificarse, sólo por puro desaseo, muchos caballeros españoles se demoraban días en cambiarse de camisa. La Inquisición aceptaba como cargos contra los judíos, la práctica de cambiarse camisa y lavarse hasta los brazos.

Se asevera que el omnipotente rey Luis XIV de Francia olía a carroña, pues casi nunca se bañaba. Margarita de Navarra se lavaba a lo sumo una vez por semana, y eso únicamente las manos. En ese período, las damas sólo se cambiaban camisa una vez al mes. Por mantener el peinado durante varias semanas eran frecuentes los piojos, pese a las "lendreras", peines gruesos de oro y marfil. No se lavaban, pero el pintarrajeo era infaltable. La costumbre de empolvarse el cabello favorecía la suciedad del cuerpo. La aversión al baño duró todo el siglo XVIII.

Contra la sobaquina, un médico español radicado en Méjico en el siglo XVI, preconizaba: Es mal olor debajo los brazos: mirra aplicada con alumbre a aquel lugar, o raíz de cardo de alcachofas aplicada, o cosida con vino y bebida, y alumbre aplicado, o almizcle aplicado, o lavar algunas veces debajo los brazos con vinagre rosada. ... Sudor y mal olor debajo los brazos: litargo de oro en polvo, y cuando está sudado estregar con ello, limpiará y quitará el mal olor de cualquier parte.

COSTUMBRES SANITARIAS DE CRIOLLOS Y MESTIZOS.

Lo que resultó de la mezcla de los indígenas limpios con los europeos poco dados al aseo personal, se tiñó también con

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