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Historia De Las Doctrinas Eticas


Enviado por   •  5 de Octubre de 2014  •  2.709 Palabras (11 Páginas)  •  287 Visitas

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Eudemonismo de Aristóteles

Aristóteles (384–336 a.n.e.) parte de una concepción tripartita de la naturaleza humana: la naturaleza–tal–como–es (naturaleza humana inadecuada opuesta a la ética), que precisa de una razón práctica (prudencia) para ser transformada en la naturaleza–tal–como–podría–ser–si–realizase–su–télos. El fin (télos) de las acciones humanas es la eudemonia, felicidad), es decir, “la actividad del alma conforme a una areté (virtud o excelencia) perfecta”. La palabra eudemonia incluye las nociones de “comportarse bien” y de “vivir bien”. “Comportarse bien” es actuar conforme a la virtud; “vivir bien” es ejercitar la función propia del hombre. ¿Cuál es la función propia del hombre? ¿En qué consiste la vida buena? Lo propio de los seres humanos, aquello que no comparten con el resto de animales, es la razón. La actividad característica de la razón es la teoría (razonamiento especulativo que se ocupa de las verdades inmutables). Por tanto, la actividad específicamente humana es la vida teorética o contemplativa. Actividad que sólo una élite podrá realizar. Para llegar a la vida buena, a la vida contemplativa, hay que comportarse bien, es decir, poseer el conocimiento necesario (prudencia) para poder practicar las virtudes y adquirir el hábito de comportarse de acuerdo con las virtudes. ¿Cómo se puede practicar una vida virtuosa? Para elegir de manera virtuosa entre placeres y dolores, se requiere aplicar la regla del justo medio y la prudencia. Aplicar la regla del justo medio consiste en elegir entre dos extremos, entre dos vicios, de los cuales el uno lo es por exceso y el otro por defecto. Por ejemplo, se dice que la virtud de la valentía (el valor) es el justo medio entre dos vicios: la temeridad (el vicio del exceso) y la cobardía (el vicio de la deficiencia). Pero la elección del justo medio es “posición intermedia para nosotros”, es decir, se trata de un justo medio subjetivo (por ejemplo, hay que comer de acuerdo con nuestras necesidades, evitando prudentemente comer demasiado o escasamente). Pero, además de aplicar la regla del justo medio, también es necesario considerar el juicio del hombre prudente para elegir qué acción es más virtuosa. De ahí que la prudencia (saber cómo tener en cuenta las circunstancias para aplicar principios generales a las situaciones particulares) sea la clave de todas las virtudes. Sin ella no es posible tener una vida virtuosa. Por ello, el conocimiento del justo medio no es sólo el conocimiento de una fórmula, és saber cómo aplicar las reglas a las circunstancias concretas. Para alcanzar la felicidad se requiere, pues, sabiduría en la elección, moderación y constancia: no dejarse llevar por el deseo. Porque sin la guía de la inteligencia, las pasiones desorganizadas, carentes de orden y finalidad, dificultan todo proyecto humano de vida particular o colectiva excelente.

Hedonismo de Epicuro

Se llaman hedonistas las teorías éticas que identifican lo bueno con el placer (en griego, , hedoné) y consideran que el fin de toda actividad humana es la consecución del placer.El hedonismo de Epicuro de Samos (341–270 a.n.e.) parte de la afirmación de que los ciudadanos particulares que habitan en los grandes imperios helenístico y romano son desgraciados, ya sea por el miedo a la muerte, a los dioses y al destino, ya sea por los deseos vanos e ilimitados que los dominan. Sólo si consiguen desembarazarse de sus temores y poner freno a sus deseos, se asegurarán los beneficios de la razón y serán felices. El hombre debe llevar una vida tranquila y sosegada. Para alcanzar la felicidad, previamente deben desaparecer los miedos.Para liberar al hombre de estos temores, Epicuro recurrió al atomismo de Demócrito. En el atomismo, la realidad es exclusivamente material. Las cosas están compuestas de átomos de variadas formas que se mueven en el vacío y que se reúnen para constituir los distintos cuerpos. Sus movimientos son mecánicos, no están rígidamente definidos, lo que da margen para el azar (libertad). Esta circunstancia permite negar el fatalismo y el destino. Según Epicuro no existe nada fuera del hombre que dirija su vida a un fin determinado. Los dioses existen, pero no se ocupan de los asuntos humanos. Además, el atomismo permite negar la inmortalidad del alma. El alma humana también está compuesta de átomos. Al morir, los átomos del alma se separan y ya no puede haber percepciones: la muerte es la privación de la percepción. Desde el momento en que entendemos que la verdadera realidad para los seres humanos son las sensaciones (aisthésis) a través de las que captamos las cosas, el temor a la muerte deja de tener sentido. Si el alma no es inmortal nada hay que temer de los premios y castigos de ultratumba.

Eliminadas las causas que producen los temores humanos, ¿cómo se pueden frenar los deseos vanos e ilimitados para conseguir la felicidad? La felicidad, ese estado que consiste en “no tener dolor en el cuerpo ni turbación en el alma”, que Epicuro denomina ataraxia, se alcanza mediante el placer. Y la virtud es condición indispensable para lograr la ataraxia.Imposible vivir plácidamente sin ejercitar la prudencia, la honradez y la justicia; e imposible vivir prudente, honorable y justamente sin que resulte una vida placentera. Quien no viva conforme a la prudencia, la honradez y la justicia no podrá vivir feliz. (Carta a Meneceo, 132)EpicurAsignatura: Ética 4t ESO Profesora: Àngels Varó Peral Cuando Epicuro caracteriza el placer, no se refiere a los placeres momentáneos, a las sensaciones pasajeras, sino al placer que dura a lo largo de toda la vida. Y lo entiende como ausencia de dolor y no, como satisfacción positiva. Pero para escoger adecuadamente los placeres es necesario un arte de calcular. Al elegir los placeres y dolores "conviene juzgar todas estas cosas con el cálculo y la consideración de lo útil y lo conveniente, porque en algunas circunstancias nos servimos del bien como de un mal y, viceversa, del mal como de un bien”. Y es en la aptitud para sopesar la felicidad e infelicidad presente o futura, donde se encuentra la esencia de la prudencia, la virtud más alta de todas. Cuando un hombre es prudente, es virtuoso, pues la vida virtuosa no consiste tanto en disfrutar incesantemente de placeres, sino en saber cómo conducirse en la búsqueda del placer. Y ese arte de calcular guiado por la prudencia nos hace preferir:

● Los placeres estáticos (disfrute de un estado ya alcanzado: la aponía o ausencia de dolor y la ataraxia o ausencia de perturbación) frente a los placeres dinámicos (proceso de eliminación del dolor que culmina en sensaciones placenteras: por ejemplo, al hambre le sucede la saciedad).

● Los placeres intelectuales frente a los corporales a causa de su mayor duración: el cuerpo sólo puede gozar del placer presente; el alma, además de percibir el placer presente, anticipa y preve el placer venidero y retiene en la memoria los placeres pasados. Así, pues, cuando Epicuro habla de elegir entre los diversos placeres, lo que busca es la permanencia del placer o ausencia del dolor. Por consiguiente, en la práctica debemos esforzarnos por conseguir el máximo placer duradero, que consiste, según Epicuro, en la salud del cuerpo y la tranquilidad del alma. De ahí que la ética epicúrea lleve a un ascetismo moderado, al autocontrol y a la independencia. Esto es así porque Epicuro busca un refugio psicológico para el sabio ante las adversas circunstancias que sufre la pólis griega en la época helenística.

Utilitarismo de Jeremy Bentham

Las teorías del placer y la felicidad reaparecieron en la filosofía inglesa de fines del siglo XVIII y primera mitad del XIX, con Jeremy Bentham (1748–1832) y John Stuart Mill (1806–1876). El término "utilitarismo" se debe a que Bentham llamó utilidad a la "propiedad de cualquier objeto de producir beneficio, ventaja, placer o felicidad". La utilidad es considerada como valor supremo y norma de conducta a la que está sometido cualquier otro deber, norma o valor. El significado de las expresiones valorativas sólo puede entenderse en este contexto: un juicio moral es un juicio acerca de la felicidad; y una acción es buena en la medida en que conduzca a la felicidad de la colectividad (la felicidad es entendida como Jeremy BenthamAsignatura: Ética 4t ESO Profesora: Àngels Varó Peral "bienestar" o satisfacción de necesidades). En este sentido, afirmar que “X es bueno” equivale a decir que “X produce bienestar”.El utilitarismo parte de una concepción egoísta de la naturaleza humana: el hombre siempre actúa movido por sus propios intereses, que se manifiestan en la búsqueda del placer y en la huida del dolor.Pero la búsqueda del placer y la evitación del dolor establecidos como norma individual, pueden entrar en conflicto con otros egoísmos particulares. Por esta razón, y para evitarlo, considera necesario formular el principio de utilidad: Por el principio de utilidad se entiende aquel que aprueba o desaprueba cualquier acción según la tendencia que muestre en aumentar o disminuir la felicidad de aquel cuyo interés esté en cuestión; o, en otras palabras, según promueva la felicidad o se oponga a ella. (Jeremy Bentham, Introducción a los principios de la Moral y de la Legislación) De este modo, el utilitarismo identifica la mayor felicidad del individuo con la búsqueda de la mayor felicidad para el mayor número de individuos. Se trata de construir una sociedad donde coincidan la búsqueda del placer personal y la búsqueda de la mayor felicidad para el mayor número de personas.Ahora bien, ni el comportamiento ético correcto ni las leyes “justas” se obtienen de forma espontánea. Para actuar y legislar éticamente es necesario establecer la aritmética de los placeres, en la que el bien es los ingresos y el mal los gastos. Hay que saber hacer un cálculo entre placeres y dolores de tal manera que el balance resulte siempre positivo (mayor cantidad de placer). Al elegir entre diversas posibilidades, se ha de considerar que la dignidad humana es el constituyente esencial de la felicidad. Es decir, la autenticidad y el autodesarrollo son los elementos, junto con la individualidad, imprescindibles para la felicidad humana.

En apariencia, la propuesta del utilitarismo es muy simple: maximizar la felicidad general. Procurar que los placeres sean disfrutados por todas las personas, si es posible, si no, por el mayor número factible de personas; y que dichos placeres sean lo más gratificantes que se pueda lograr, es decir, que no conlleven dolores, que sean duraderos y fecundos, que no se agoten en el momento de su disfrute o en sí mismos.

Teorías éticas deontológicas: Emmanuel Kant

Para Kant (1724–1804) la pregunta fundamental de la ética no es “¿qué es lo bueno?”, sino “¿qué debo hacer?” Y dado que los deberes morales se expresan en normas, la pregunta puede formularse así: ¿qué condiciones debe cumplir una norma moral para que pueda ser considerada como tal, es decir, para que pueda obligar?En síntesis, la ética kantiana se caracteriza por:

∗ Las normas morales han de poseer validez universal. De lo contrario no serían “normas”, sino “máximas” subjetivas y particulares, ya que el interés o las tendencias no pueden fundamentar la universalidad de las normas. Así pues, la “forma” o estructura lógica de toda norma es: “Todos deben (incondicionalmente) hacer X”.

∗ Rechazo de las éticas teleológicas, ya que hacen referencia a preferencias subjetivas, son elitistas y, por tanto, no universales.

∗ Propuesta de una ética deontológica y procedimental, en la que se establece un criterio único para fundamentar o reconocer normas morales. Tal criterio no es sólo un criterio de “búsqueda” o fundamentación de normas. También es una norma o ley moral fundamental. Kant la llama imperativo categórico, y la formula así: “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre al mismo tiempo como principio de una legislación universal (Crítica de la Razón Práctica)”. Es decir, el procedimiento para saber si una máxima subjetiva (del tipo “haga yo X”) puede considerarse como una norma moral es su universalizabilidad. Si el “haga yo X” puede convertirse en un “hagan todas X”, entonces puedo tener la seguridad de que se trata de una norma moral. La ética kantiana es deontológica y procedimental, ya que sólo atiende al “procedimiento” para establecer qué es “lo correcto” o el deber.

∗ El criterio para determinar la validez universal de una norma es que su aplicación no genere contradicción.

Por ejemplo: según Kant, el suicidio nunca podría ser una norma moral porque sería contradictorio con la existencia misma de la vida humana. Tampoco lo sería el prometer en falso para salir de apuros, porque ello destruiría la propia noción de promesa.

∗ El imperativo categórico supone que es el sujeto moral quien se da a sí mismo las normas morales, es decir, supone que el sujeto moral es autónomo. Para Kant, este sujeto moral es el individuo–conciencia o, lo que es lo mismo, la “buena voluntad” solitaria.

∗ La ética kantiana reposa sobre el postulado de la libertad. Ésta aparece como la condición de posibilidad o el fundamento del obrar moral, ya que no tendría sentido obligarse moralmente a algo sin disponer antes de la capacidad de elegir hacerlo.

Estoicismo de Lucio Anneo Seneca

Séneca es un filósofo de «obediencia estoica». Pero no es un pensador pasivo y repetidor de una doctrina definida. Su estoicismo -insistimos- es pragmático y selectivo como correspondía a los grandes maestros estoicos. Ninguno de los estoicos, y mucho menos Séneca, disimulan su aversión natural a una vida vulgar, ajustada exclusivamente a normas convencionales y utilitarias sin aspiraciones más nobles.

Los textos De beneficiis, De tranquillitate animi, De uita beata y las Naturales Quaestiones muestran el conocimiento que Séneca tenía del pensamiento estoico, epicúreo, cínico y académico en general, lo que no permite pensar en ignorancia cuando Séneca critica todo aquello que una filosofía hedonista pudiera proponerse.

Su arquetipo está muy por encima de lo que significa el estricto interés material.

No en vano se ha dicho que de las tres partes en que la Estoa dividió la filosofía -física, lógica y ética-, solamente esta última fue significativa para Séneca.

Conocedor de grandes monstruosidades históricas -Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón-, Séneca no renuncia a sus convicciones ético-filosóficas dentro de la doctrina estoica: está convencido de que el «sumo bien» y la «felicidad» (efectos de la virtud moral) no sólo residen en el alma del hombre, sino que la fundan y engrandecen.

De ahí que todas sus aspiraciones las veamos culminadas en un deseo importante: la formacióndel sabio, como sinónimo de hombre virtuoso y contrapuesto al vulgo.

Doctrinas ETICAS Egipto:

crearon Una serie de Preceptos morales, Que se contienen en el papiro Llamado Sabiduría de Anu dados del norma Cuya: no Hagas aquéllo de Lo Que Tu Madre Pudiera avergonzarse y reprochártelo, ni Que Haga ELEVAR do mano a dios.

Mesopotamia:

sí expidió el Código de Hammurabi de Que Establece reglas Legales fundamentalmente Para Los calderos.

Ética persa:

Zoroastro Creo Una de las Primeras Religiones monoteístas de la Historia denominada mazdeísmo. Ejercio influenza Una Absolutamenteen el judaísmo y en Por Tanto: Todas las Religiones judeocristianas Y Que marcaran de forma indeleble los Signos dela Historia de occidente.

Israel:

Principales Influencias de la Filosofía Ética judía la representaron los fariseos Altamente legalistas, los saduceos afirmaban Que Hay Que SERVIR a dios hijo Esperar Por Recompensa Ello, y Los esenios de Que rechazaban Los Placeres Y estimaban La continencia y El Dominio de Las pasiones.

India:

las enseñanzas de buda en Las Cuatro Verdades nobles y el Sendero de Ocho Pasos. Las cuatro nobles Verdades hijo: 1 el EXISTE Sufrimiento, 2 el Sufrimiento Tiene Una causa, Que es sed de placer sensual, 3 Se Puede ELIMINAR el Sufrimiento, suprimiendo this sed, 4 Modos de ELIMINAR el Sufrimiento: Pensar recto, recto Querer, OBRAR recto, recto Vivir, recto pretendiente. La rectitud constituye la norma Básica del budismo.

China:

Confucio PROPONE UN HOMBRE superiores Cuyo Espíritu sí da la conjugación de los Valores morales, las Situaciones sicológicas y Sociales llevan a la realizacion del hombre bueno Que No Tiene pesadumbre, del hombre sabio Que No Tiene perplejidad y Que No Tiene Temor.

Grecia:

Sócrates Expresa Que el hombre es bueno Por Naturaleza Pero Por La causa de Su maldad es la ignorancia. Exalta los Valores de Como La Virtud, la Prudencia, la templanza. Platón Para, la justicia consiste en La Armonía Entre los tres Elementos del alma: Intelecto emoción y Deseo, sí Dębe ACTUAR justamente párr ESTAR Bien CONSIGO MISMO Y Con Los dioses. Aristoteles PROPONE Una Vida FUNDADA En El Justo medio Línea Entre Las Virtudes y Los vicios

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