Historia De Mexico

22/04/2013

Capitulo IV: Las Primeras Impresiones.

En el capítulo IV Olga empieza contándonos como es que les daban de comer, su comida matutina solo era una taza de café o té no les daban nada más, al medio día les daban sopa era una comida asquerosa pues a veces contenia botones, maraña de pelo ,hilachas, latas, llaves y hasta ratones pero se la comían ya que era uno de los pocos alimentos que les daban en el día, por la tarde les daban pan era un pan negro para ellas era complicado consumirlo pues las encías las tenían sensibles por la mala alimentación, bueno y finalmente por la noche recibían un poco de compota, remolacha o una cucharada de margarina.

La sopa y el café lo transportaban 2 mujeres de las que estaban internadas en unas calderas muy grandes de aproximadamente 50 litros la tarea que tenían era sumamente difícil pues solo eran 2 mujeres y a veces tenían que pasar por el lodo, la nieve o la lluvia, en algunas ocasiones se provocaban quemaduras graves.

A las internadas se les dieron tarjetas postales les dieron permiso para avisar a sus seres queridos que estaban en buen estado de salud pero forzosamente tenían que dar un dato equivocado, pero a las tarjetas las fechaban de Waldsee en vez de que las fecharan de Birkenau, a Olga no le pareció y se digno a no escribir, pero casi todas las internadas aprovecharon para comunicarse con sus seres queridos pues casi no tenían oportunidades, pero simplemente fue una trampa de las autoridades Alemanas para que pudieran tener una pista.

Por otra parte las internadas que estaban en las koias casi siempre tenían problemas pues las koias ya estaban muy deterioradas y se caían las internadas por lo tanto provocaban mucho alboroto pero una de las mujeres pedía salir pues tenía diarrea pero la Stubendienst se lo negó le dijo que no se le ocurriera salir pues si salía la matarían a tiros, en una de las primeras noches la bloco va reunió a todas las internas para decirles la conducta que había tenido la mujer que tenía diarrea pero ella muy avergonzada se disculpó pero acepto que no podía remediarlo.

Olga se enteró de que la jefa de su barraca era una polaca llamada Irka y llevaba cuatro años en los campos de concentración era una mujer ruda y Olga estaba esperanzada pues decía que si Irka pudo subsistir en Bárcena cuatro años tal vez ella también pero esperaba que no fueran cuatro para poder salir de ahí pero cuando Ola le conto lo que pensaba no la dejo muy convencida de sus pensamientos pues Irka le conto que casi todas las internas eran asesinadas y muy pocas aguantaban unos meses más, Irka le pregunto si tenía familia y Olga le conto todo exactamente como habían ocurrido las cosas pero Irka le dijo muy fría que sus padres y sus hijos ya no Vivian que habían muerto desde el día al que llegaron al campo, Olga no lo podía creer pues le dolió escuchar eso pero Irka le dijo que todo era verdad y la llevo a los crematorios para que ella misma lo viera Olga se quedó impresionada y se quedó en koia una de las internas que era esposa de un doctor le dijo que sus esposos deberían ya de estar muy lejos Olga pensó en ese momento en ir con su esposo para contarle todo lo que le había ocurrido pensó que tal vez él podía desmentir eso. Olga desobedeció y se escapó de la copia al amanecer, en la entrada de la barraca había un grupo de prisioneros Olga les pidió ayuda y finalmente encontró a el doctor X redijo que su esposo no estaba muy lejos finalmente Olga encontró a su esposo le pareció doloroso verlo así tan desmejorado y su esposo sorprendido por el aspecto de Olga se quedaron en silencio mirándose a los ojos hasta que por fin su esposo hablo empezaron a hablar sobre todo lo que ocurría hasta que los guardianes los vieron y los golpearon su esposo advirtió que se volverían a ver, cuando Olga llego a su barraca se encontró con un compañero que había viajado con ellos y su hijo le conto lo que ocurría y este le conto que habían separado a su hijo de su abuela y que se lo habían llevado a la “panadería” ella fue a buscarlo pero una mujer apareció con un uniforme de la S.S era una de las comandantes más temidas del campo, uno de los criminales Alemanes le dijo que no le pegara que era una de las internadas que acababa de llegar y que estaba buscando a su hijo la comandante finalmente se calmó y a Olga le pareció atractivo el Alemán.

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García Gómez Shadani Monserrat Grupo: 204

22/04/2013

Capítulo V:La Llamada a Lista y Las Selecciones.

En este capítulo habla de cuando llamaban a las internadas a formación absolutamente todas tenían que ir a formarse pues en el campo de concentración hacían selecciones periódicas para mandar a nuevas víctimas a los crematorios pero las internas sufrían mucho pues a veces era cuando hacía mucho frio, llovía o cuando había nieve cuando era así las internas morían de frio tanto que tenían que se de frotaban unas con otras.

Cuando era verano era diferente pues hacía mucho calor y no les daban agua sudaban y sudaban tanto que la ropa se les pegaba a la piel prácticamente su tortura era la sed cuando les daban agua a lo mucho les daban dos tragos de agua tenían que romper filas sin importar que pasara a veces el romper las filas les costaba mucho.

Todo mundo tenía que estar en formación fuera lo fuera todos tenían que estar ahí aun así estuvieran enfermos había personas que padecían de escarlatina o de pulmonía y aun así tenían que estar en filas, todas las enfermas que no podían mantenerse de pie eran tendidas sobre una manta en la primera fila con las muertas, no podía faltar absolutamente nadie ni siquiera las muertas. Al principio había algunas internas que hacían trampa para evitar enfermarse pero eso les costaba muy caro. Aparte de las llamadas ordinarias a filas había otras que eran especiales, sonaba un gong y repetían (a formar), cuando las internas oían la orden rápidamente se tenían que ir a forma y esperar de rodillas a los jefes en estas llamadas especiales todas las internas eran llamadas a formar aun así fueran de otra nacionalidad o clase social todas se preguntaba unas a otras que hacían ahí y como habían llegado hasta ahí.

En algunos campos de concentración había mujeres muy jóvenes prácticamente niñas que para castigarlas las arrodillaban, o algunas con la cara vuelta al sol abrasador, otras con piedras en la cabeza y algunas llevando un ladrillo en cada mano esto era horrible pues eran muy pequeñas y estaban muertas de hambre, descalzas y llenas de andrajos.

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