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Historia Economiva Y Financiera De La Republica Dominicana

val13180519 de Mayo de 2013

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3.1 ESTRUCTURA DE LA ECONOMIA 1844-1870

La sociedad dominicana registro importantes cambios en su economía a partir de la independencia nacional, pero los principales renglones de la actividad productiva seguirán siendo, hasta 1870, al igual que como lo fue durante el periodo de integración a la República de Haití, el corte de madera caoba, Campeche, guayacán, la cría de ganado vacuno y el cultivo de tabaco. La modificación más importante en la economía dominicana fue a consecuencia de la independencia nacional, donde el Estado recién surgido se vio en la obligación de enrolar a miles de trabajadores, agricultores, peones, artesanos y pequeños y medianos propietarios en las filas del ejército para defender el territorio nacional. Lo cual provoco un serio decaimiento en todas las actividades productivas.

A diferencia de los países europeos y de Estados Unidos, donde el maquinismo había envuelto ya a todas las esferas de las actividades productivas, incluyendo la agricultura, y donde ferrocarriles y el barco a vapor, la más luego el de combustión, comenzaban a revolucionar todo el sistema de transporte haciendo más activo los mercados nacionales y el mercado mundial, en la República Dominicana las vías de comunicación continuaban siendo los viejos caminos trazados durante la colonia. Esto impidió la conformación de un mercado nacional originando la paradójica situación que hacía que los principales puertos y ciudades del país, Santo Domingo, Puerto Plata, Azua y Montecristi, registraran mayores contactos con el exterior, que con los pueblos dominicanos establecidos en el interior. Incluso la navegación de cabotaje era escasa y se efectuaba en viejas goletas y buques de vela. Esa limitante, se mantuvo durante varias décadas lo que influyo de manera notable en la economía, acentuada en el atraso.

Dentro de ese marco la economía natural orientada al autoabastecimiento familiar, tenía un enorme peso, debido precisamente a la ausencia de un mercado nacional, por la falta de vías que facilitaran la comunicación entre los campos y pueblos. Únicamente las unidades productivas situadas en zonas cercanas a las ciudades tenían a posibilidades de participar en el escaso intercambio comercial.

3.2 LOS PROBLEMAS MONETARIOS

El primer gran problema económico que enfrentaron las autoridades fue el de crear una moneda nacional para poder retirar de la circulación la moneda haitiana, cuestión que fue asumida por la Junta Central Gubernativa el 29 de agosto del 1844, mediante decreto que ordeno una emisión monetaria de 150 mil pesos en moneda dominicana. Con posterioridad a esta primera emisión de billetes, se ordenó otra en moneda metálica de cobre ascendente a 50 mil pesos.

No hay indicios documentales que permitan aclarar cuales elementos fueron tomados en cuenta para determinar el monto de esa primera emisión monetaria, pero lo que sí es evidente es que el peso dominicano nació devaluado, y que la especulación monetaria se constituyó en uno de los más fructíferos negocios de aquella época. Las especulaciones sobre la economía dominicana, se tornaba me manera deplorable, según David Porter, quien fue enviado por el gobierno de Estados Unidos. A la cabeza de esa especulación monetaria marchaban los comerciantes importadores y exportadores, en gran parte de origen judío.

Esa indiferencia del gobierno frente a la especulación monetaria y a la sangría de divisas que origino, pues la moneda de buena ley representada en monedas metálicas de oro plata y cobre, comenzó a escasear, profundizaron aún más la devaluación monetaria y la fuga de divisas, a pesar el decreto del 23 de enero del 1845, que prohibió la exportación de este tipo de moneda. El desastre financiero bien obligo al gobierno de Santana tan tempranamente como el 2 de julio del 1847, a establecer una deuda consolidada ascendente a un millón de pesos nacionales, para poder facilitar el canje de la moneda devaluada que comenzó a ser amortizada a razón de 80 pesos promedio de su valor en oro. Esa misma resolución aprobada el día anterior por el Consejo Conservador, autorizo al Poder Ejecutivo a efectuar una nueva emisión en papel moneda por la suma 250 mil pesos.

El propósito fundamental del gobierno era adquirir moneda fuerte representada en monedas de plata y oro para cubrir sus necesidades administrativas y los gastos de la guerra, y también para cubrir la deuda con acreedores nacionales y extranjeros. Esta medida no tuvo los efectos esperados y el papel moneda continúo devaluándose. No obstante, el gobierno se Santa continuo efectuando emisiones monetarias. Entre 1844 y 1849, se efectuaron emisiones monetarias por un valor superior a los tres millones de pesos.

Esas emisiones, el desorden administrativo, la situación de guerra con Haití que sustrajo brazos a la agricultura y a las artesanías, originaron una crisis económica terrible.

3.2.1- Situación Monetaria Durante El Primer Gobierno De Báez Y El Segundo De Santana

Buenaventura Báez, asumió la presidencia de la República el 24 de septiembre del 1849 y si bien anuncio en su discurso inaugural pronunciado ese mismo día la aplicación de un programa de gobierno orientado a organizar el sistema monetario, combatir el agio disciplinar el ejército, e introducir ciertas reformas en la economía, su política financiera o estuvo distante de la aplicada anteriormente por el general Santana.

A penas cuatro días después de pronunciado su discurso prometiendo enfrentar el problema monetario, en septiembre de 1849, bajo la excusa de hacer frente a los gastos de guerra, el presidente Báez emitió un decreto ordenando la emisión de un millón de pesos.

Siete meses después, en abril del 1850, con la misma excusa ordeno a su ministro de hacienda reunir 600 mil en moneda de oro, al tiempo que dispuso otra emisión monetaria para cubrir la compra de la suma antes señalada. Los documentos oficiales no señalan el monto de esta última emisión. El 15 de mayo de ese mismo año, el descredito alcanzado por la moneda nacional emitida sin ningún respaldo, tanto Báez como Santana, obligo al primero, con la aprobación del congreso, a negociar un empréstito de dos millones de pesos destinados a recoger el papel moneda circulante.

Otro factor importante que influyo en el desastre monetario lo fue la falsificación de papeletas, acción dolosa que era practicada por delincuentes con influencias políticas, primero durante el régimen de Santana, y también durante el de Báez. En noviembre del 1854 se descubrió en la ciudad de Santo Domingo una falsificación de considerable importancia.

La más trascendental y escandalosa de las emisiones monetarias hechas por Buenaventura Báez, ocurrió durante su segundo gobierno en 1857, dicha emisión fue hecha con el propósito de aprovechar la excelente cosecha de tabaco que se registró aquel año en el Cibao, a fin de reunir recursos financieros que fortalecieran a su régimen, y al mismo tiempo, ampliaran sus posibilidades de continuar al poder, pues faltaba poco para la terminación de su mandato.

En esa oportunidad al principio se decidió hacer una emisión de seis millones de pesos, los cuales serían destinados, dos millones para retirar el papel moneda deteriorada de anteriores emisiones y el resto a la compra de la moneda fuerte en circulación en el Cibao y también a la compra de tabaco. Más tarde se acordó aumentar la emisión hasta catorce millones de pesos.

3.2.2 LA ECONOMIA DURANTE LA ANEXION

Para 1861 la población dominicana ascendía a cerca de 250 mil habitantes y las principales actividades productivas seguían siendo el corte de madera y a la agricultura, sobresaliendo en este último aspecto el cultivo de tabaco que alcanzo ese año entre los sesenta y ochenta mil quintales. Ese mismo año la exportación de ese producto se elevó a una cifra cercana a los 700 mil pesos fuertes.

A pesar de la existencia de minas muy ricas en oro, plata, cobre y sal, otros minerales con buenos mercados, los yacimientos mineros estaban abandonados. Además, como la guerra de la restauración se desarrolló en el campo el corte de madera fue paralizado. Por otra parte, los ingresos del Estado provenientes en su mayor parte de los impuestos a las importaciones y en menor medida a las exportaciones, apenas llegaron en 1860 a 302,741.61, cuando los gastos superaban el medio millón de pesos fuertes.

Todos los tratadistas que han estudiado este crucial periodo de la historia dominicana, coinciden en sostener que fue a situación de permanente crisis vivida por la República desde la proclamación de la independencia en 1844, el factor clave que empujo a Santana y su grupo, a inclinarse por la reincorporación del país a la corona española.

Los resultados obtenidos con esa acción, sin embargo, fueron exactamente contrarios a lo esperado. Pues la economía no mejoro y lo que fueron exactamente contrarios a lo esperado, pues la economía no mejoró y lo que fue peor, España aplico una política que ahondo aun más el ya deteriorado panorama económico de Santo Domingo, llegado a afectar los intereses de los propios propiciadores del proyecto anexionista. En plena guerra de la Restauración, el gobierno colonial promulgo dos disposiciones sumamente odiosas: la primera fue el impuesto del 4% sobre el valor de las viviendas a los habitantes de la cuidad capital, y la segunda era el denominado “servicio del bagaje” que arruino el negocio del transporte a base de recuas, pues obligaba al campesinado dominicano a prestar sus animales, sus hombres y familiares, para el traslado de las tropas

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