Historia

La polución en la política haitiana

Cada vez que se escucha sobre Haití se hace referencia a que es el país más pobre de américa latina, que diariamente se le vulneran los derechos humanos tanto a los niños como a los adultos, y que además de todo su economía es casi insostenible debido a que su territorios fueron explotados a tal nivel que el subsuelo quedo inservible para la agricultura, la cual es uno de los pilares de su economía. Cabe resaltar que el país solo cuenta con un 2% de superficie arbolada. Pero alguien en realidad ha buscado el origen de todos estos problemas? .Si se comienza a hacer una búsqueda exhaustiva, se evidenciara que todos estos problemas y muchos otros como la salud, la educación y la calidad de vida, tienen su epicentro en el gobierno. El cual se ha caracterizado a lo largo de los años por hacerle grandes desfalcos al país y por terminar en cuentas privadas el dinero que por derecho le pertenece al pueblo.  Y es que los países como Haití progresan o se estancan debido a problemas endógenos de sus gobernantes y gobernados. Por eso es imperativo que las masas conozcan y reclamen sus derechos frente a sus dirigentes.

En primer lugar se tiene en cuenta que la corrupción no es propia de un país, sociedad, segmento poblacional, cultura, profesión, régimen, partido u organización estatal. Tampoco es exclusiva del gobierno, ni se encuentra extendida en toda la población. Esta cuasi enfermedad ha estado al asecho en toda sociedad y pretende destruir el ideal de la republica propuesto por Platón, el cual resalta la importancia de los valores y de buscar un bien común que sufrague la necesidades colectivas. Lo que se está dando en Haití es básicamente que “la corrupción ahogara a las economías nacionales pues distorsiona sus procesos de toma de decisiones y afecta los proyectos para el desarrollo de un país, incrementando la inversión del gobierno que no se refleja en una mayor producción e infraestructura por el desvío de recursos, por lo que se termina adquiriendo bienes más costosos y/o de menor calidad” Ballinas (2014). Actualmente en Haití, según el Banco Mundial, las personas se ven obligadas a sobrevivir con menos de 1 dólar al día. Esto significa que más del 58.6% de la población vive en la pobreza, y el panorama no es muy alentador, puesto que el informe realizado por la ONU evidencia que solo en puerto príncipe, la cual es la capital del país viven unos 2.000 niños y niñas en las calles. Qué clase de gobierno deja que situaciones como esta se presenten? Son algunas de las preguntas que se hacen todas las personas que conocen de la situación haitiana pero aún se tienen esperanzas, se divisan a los lejos pero fuertes y brillantes luces al finales de estos túneles de corrupción, puesto países como Estados unidos, Canadá, Francia entre otros, han enviado ayudas para ayudar a los indefensos niños y han logrado mejorar un poco la calidad educativa del país fundando escuelas y universidades, estas medidas son las necesarias para que el país pueda salir a flote de la precaria situación que vive actualmente.

En segundo lugar, se debe realizar una reforma constituyente, enfocada en la rama judicial porque el gobierno haitiano, luego de independizarse en 1804 no han podido consolidar y organizar sus poderes gubernamentales por lo cual viven en lo que se denomina “la patria boba”. En esta todos quieren mandar y se enfocan básicamente en interés intrapersonales y como nadie impone un orden, terminan llegando personas al poder que han instaurado regímenes fascistas y autoritaritos. Y no se debe buscar dentro de los libros antiguos de historia para darse cuenta que aun hoy en día, ni siquiera se pueden dar unas elecciones presidenciales en tranquilidad, puesto en las últimas realizadas el 10 de agosto del 2015, tuvo que intervenir la ONU para que se pudiera dar el sufragio universal en relativa calma.  Es inclemente el clima político que azota al país pero la reforma a la justicia podría ser un salvavidas, dependerá de la sociedad del país si lo toma o lo deja.

Por ultimo nos enfocamos en los jóvenes que son el futuro del país, pero la realidad es que en Haití los pocos jóvenes que terminan la escuela secundaria y van a la universidad, dejan el país, esto ha provocado una fuga masiva de cerebros. Y como se quiere tener un futuro esperanzador si las personas que se quedan en el país no tienen ni si quiera la educación básica, no se podrá llegar a conciliar ninguna solución, porque se le debe brindar la educación necesaria y la sabiduría pertinente a estos jóvenes, como profesaba Platón, el cual siempre afirmo que estos serían el futuro de la sociedad. Si tal vez el gobierno procurara darles beneficios a los estudiantes e impulsarlos a que asistan a clases, obtengan buenas notas, accedan a una educación superior de calidad, tal vez podríamos estar hablando de un nuevo amanecer social haitiano, pero todas estas ideas si se llegaran a concretar, esté no sería un sueño lejano, sino una realidad próxima.

En conclusión si no se trata de limpiar internamente el corrupto sistema político presente en Haití, y se recuperaran los ideales que en un principio impulsaron a sus ancestros a liberarse de sus opresores, a romper las cadenas de la desigualdad y buscar una libertad, podríamos salvar al país. El proletariado debe darse cuenta que sus derechos humanos no pueden seguir siendo vulnerados por un gobierno indolente frente a su situación. No olvidemos los valores y pensamientos de Marx, Brecht, Luther King entre otros, que sus luchas no sean en vano, que el burgués gobierno no siga aprovechándose de la ignorancia del pueblo. Con estos argumentos no se busca alentar al comunismo, solo se trata de dar una idea de las medidas que se deberían tomar para lograr sacar a Haití de ese tan devastador panorama en el que se encuentra.

Por eso como dice Bertolt Brecht “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales."

Así son la mayoría de las personas en el país y esto debe acabar y si tal vez todos se comenzara a preocupar más por el futuro y dejaran de pensar en cómo parcialmente solventar el presente, se darían cuenta que ellos habitan en un país hermoso y con aunque pocas riquezas biológicas, tienen grandes mentes y jóvenes trabajadores los cuales ayudarían en gran medida a que Haití dejara de ser un país tercermundista o al menos superara la gran mayoría de dificultades que lo aqueja hoy en día.

Haití, el país sin memoria

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