Holanda

Amsterdam, Holanda.- Empresarios y gobierno de los Países Bajos están muy activos en su lucha por proteger el medio ambiente. Les expongo tres ejemplos de ello:

*Energía eólica

A principios de junio se inauguró el Parque Eólico Princesa Amalia. Esta es la granja eólica más grande de Holanda dentro del mar. Está formado por sesenta turbinas de 2 MW de potencia que pueden producir 435 GWh al año, lo que equivale al consumo de 125 mil hogares holandeses. Con ello se puede evitar la emisión de 225 mil toneladas de CO2.

Situado a 23 kilómetros de la costa de Ijmuiden, está construido en aguas de entre 19 y 24 metros de profundidad, lo que lo convierte también en el parque más alejado de tierra y erigido a mayor hondura que existe en todo el mundo.

No sólo eso es de resaltar, sino también el hecho de que este parque eólico es el primer parque marino creado con "Financiación sin posibilidad de recurso", lo que significa que los bancos acreedores (Dexia, Rabobank y BNP Paribas) no les pidieron a los accionistas garantías adicionales, ya que consideran que los ingresos que generará el parque serán suficientes para cubrir los pagos de capital e intereses. El parque requirió de una inversión de alrededor de 380 millones de euros (unos 6 mil 200 millones de pesos mexicanos).

Este es un proyecto conjunto de Econcern y Eneco. La primera es la cabeza de un conglomerado internacional de empresas que incluye a Ecofys, Evelop, Ecostream y Ecoventures, que tienen como misión proveer energía sustentable y con presencia en 20 países alrededor del mundo. La segunda es una de las tres compañías líderes en energía en los Países Bajos, que provee electricidad, gas y sistemas de calefacción a casi dos millones de usuarios.

El presidente ejecutivo de Ecocern, Ad Van Wijk, manifestó que tienen la intención de construir un parque eólico marino cada año.

¿Por qué en el mar? De entrada porque ahí los molinos de viento pueden producir un 30 por ciento más energía que si estuvieran en tierra firme. Además no existe contaminación visual ni auditiva, que son quejas que se reciben con frecuencia sobre los parques terrestres.

Por su lado, el gobierno de los Países Bajos pretende que el 40 por ciento de la demanda de energía eléctrica proceda de fuentes de energía renovable. Es por ello que la Ministra de Economía, Maria van der Hoeven, considera que sin estos parques marinos sería imposible cumplir con los ambiciosos objetivos de energías sustentables. Además de ser limpia, la energía eólica puede reducir la dependencia que tiene Holanda de la importación de gas y petróleo de otras regiones del mundo.

*Gas

En el puerto de Rotterdam, se inició la construcción de un recinto con capacidad para 9 mil millones de metros cúbicos de gas por año, que se pretende tener listo para el 2011. Será entonces cuando se empiecen a recibir barcos cargados de gas líquido procedente del Medio Oriente. Para poner en perspectiva ese volumen, representa una cuarta parte del consumo anual de las empresas holandesas.

Gasunie, Vopak y otras compañías invertirán 800 millones de euros (aproximadamente 13 mil millones de pesos) en estas instalaciones para almacenar gas líquido natural (LNG por sus siglas en inglés).

Para facilitar su transporte desde Medio Oriente, el gas se enfriará a temperaturas de menos 160ºC, con lo que se licuará y se podrá transportar en tanques hasta Rotterdam. Una vez que llegue a las instalaciones de LNG se regresará a su estado original para que se pueda distribuir a través de gasoductos.

Este proyecto es de importancia nacional dado que la reserva natural de gas que tiene Holanda en la zona de Groninga está reduciéndose considerablemente. Las autoridades estiman que para 2025 el país será importador en lugar de exportador de gas. Con el recinto de LNG en Rotterdam, Holanda, se convertirá en el principal distribuidor de gas de Europa, lo que le permitirá también tener asegurado el abastecimiento local en el futuro.

*Captura y almacenamiento de CO2

La solución para lograr reducir el impacto que tiene en el cambio climático la contaminación por petróleo, gas y carbón, es la captura y almacenamiento de emisiones de CO2 (CCS por sus siglas en inglés).

Este es el tema del congreso que concluyó en La Haya, organizado por los gobiernos de Holanda y de Arabia Saudita. Aquí se reunieron científicos, empresarios y representantes de varios gobiernos para analizar las posibilidades reales que ofrece esta alternativa para mitigar los efectos del cambio climático. El problema es que la tecnología y la infraestructura que se requiere son muy caras y no existen incentivos comerciales ni suficiente apoyo político para llevarlo a cabo.

Los expertos coinciden en afirmar que sólo se alcanzará el objetivo de reducir para 2050 las emisiones globales a la mitad de las existentes en 1990 si el mundo empieza a capturar y almacenar parte del CO2 generado por la industria, la producción de electricidad y el procesamiento de combustibles fósiles.

Este congreso se dio en el marco de la primera inyección de dióxido de carbono en un almacén subterráneo en Ketzin, a las afueras de Berlín, en Alemania. Este es el resultado de una iniciativa europea denominada CO2SINK que estudiará la viabilidad de capturar y almacenar CO2 bajo tierra y su impacto en la lucha contra el calentamiento global. En esta primera etapa llevarán 60 mil toneladas de gases invernadero a más de 600 metros bajo tierra, en una cueva de rocas salinas porosas y lo mantendrán ahí durante dos años. Si se gestiona adecuadamente, este proceso no debe representar ningún peligro para la salud, la seguridad o el medio ambiente, ni a corto ni a largo plazo.

En el discurso inaugural del congreso, la Ministra de Economía, Maria van der Hoeven, reconoció la importancia de la CCS. Instó a los asistentes a buscar la manera de volver el CCS práctico, económico y aceptado. En otras palabras, desarrollar una tecnología de captura económicamente factible y construir la infraestructura para transportar el CO2 a los lugares donde se pueda almacenar. Resaltó la necesidad de establecer el marco legal a nivel internacional para la CCS y de informar a la ciudadanía de las ventajas de esta opción para luchar contra el calentamiento global.

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