Hoy fue un día soleado

‘Hoy fue un día soleado’, frase ya conocida ampliamente que salió de la boca de Jacobo Sabludovsky, haciendo alusión a un día sin sucesos relevantes. En alguna publicación impresa se leía que el suceso en Tlatelolco había sido un ataque terrorista. Afirmaciones ilógicas.

1968, año de Olimpiadas en territorio mexicano, Díaz Ordaz estaba a dos años de terminar su mandato, por obvias razones las miradas del mundo estaban puestas en nuestro país, y era una época de levantamientos sociales de todo tipo contra los gobiernos en diversas partes del mundo. México no fue la excepción.

Con un historial de manifestaciones y protestas pacíficas, siempre reprimidas por el gobierno, el 2 de octubre del año mencionado, ocurre la tragedia estudiantil más sonada en el país junto con la más reciente, Ayotzinapa.

Faltaban escasos 10 días para el inicio de las Olimpiadas y el país debía tener ‘paz’, tema que además era el principal del evento deportivo. La estabilidad política no existía en el país, las reglas impuestas por el entonces gobierno, no se estaban cumpliendo, las inconformidades eran algo latente en la sociedad.

El presidente Ordaz no podía permitir que hubiera desorden mientras se llevaba a cabo el evento mundial. Además, todo su mandato tuvo la costumbre de reprimir a quienes estaban en contra de sus ideales y planes. Esto se ve reflejado directamente en los medios de comunicación, como se mencionó al inicio del texto, pues estaban controlados en su totalidad por el gobierno y publicaban contenido favorable a quienes movían los hilos. Claramente la libertad de expresión no existe(ía).

Así, el país era un desorden total, un vaso al límite de su capacidad, y cualquier gota podía derramarlo. Sin embargo el mandamás tenía la situación bajocontrol

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