IDENTIDADES CULTURALES EUROPEAS
SantiMingo .Reseña23 de Noviembre de 2015
725 Palabras (3 Páginas)214 Visitas
IDENTIDADES CULTURALES EUROPEAS
HISTORIA
Chrétien de Troyes ya introducía en uno de sus prólogos, hacia 1170, un concepto de la Historia que habría de definir lo que llegaría a ser Europa: algo parecido a un Fénix que se alza una y otra vez de sus cenizas, representando éstas lo antiguo, para dar lugar a un nuevo tiempo moderno y distinto, que sin embargo sigue estando basado e incluso conformado por esas mismas cenizas. En efecto, Chrétien de Troyes afirma que sólo se aprende de los libros, escritos por los antiguos, esto es, por griegos y romanos. Sin embargo, declara que Grecia y Roma han muerto (“de ellos sólo quedan cenizas”), y que lo que ahora queda es Francia, algo nuevo. Y en las mismas líneas pide que todo lo que representaron Grecia y Roma permanezca por siempre en Francia. La imagen del Fénix es sin duda lo más parecido a esto.
Resulta por tanto curioso, o esperado, según como se mire, encontrarse con “La ciencia nueva”, de Giambattista Vico, acabada en 1744 (año en que muere el propio Giambattista), y en particular un fragmento (págs. 726-731) en el que su autor expone un concepto de Historia muy similar al de Chrétien de Troyes, pero con Europa ya formalmente presente. Así pues, en este texto, lo que vemos no es ya un anuncio de lo que habrá de ser Europa, sino una visión de cómo se ha conformado, qué es (en su momento), e incluso un vaticinio de su desaparición.
Comienza hablando, pues, de los antiguos, esto es, de los romanos, y de cómo desarrollaron las tres formas de gobierno posibles: aristocracia, democracia y monarquía, “hasta donde pudieron resistir”. Así pues, de Roma sólo quedan las cenizas, pero estas tres formas de gobierno que ellos desarrollaron han sido heredadas y se han extendido por todo el mundo (habla incluso de Japón). Sin embargo, sólo en Europa, donde se practica la religión cristiana, se desarrollan aristocracias “humanísimas”, pese a que algunas, como en Suecia, Dinamarca, Polonia e Inglaterra, se encuentran bajo monarquías. En efecto, reconoce que las únicas aristocracias auténticas de su tiempo se encuentran en Venecia, Génova, Luca, Ragusa y Núremberg. Sin embargo, todas las aristocracias europeas, se desarrollen de una manera u otra, se encuentran unidas por la religión cristiana, como ya se ha dicho, pese a estar dividida ésta en distintas variantes a su vez, pues al fin y al cabo son todas una sola, que como ya se ha dicho promueve la humanidad; pero no sólo eso, sino que “cultiva como propias tres lenguas: la hebrea, la griega, y la latina”.
Así pues, acaba de definir a Europa como la heredera, como el Fénix surgido de las cenizas de estas tres civilizaciones, que a su vez fueron surgiendo la una de la anterior, es decir, de la hebrea la griega, y de ahí la latina; y es por último Europa la que acoge bajo sus brazos todo lo que han sido estas tres civilizaciones, viéndose así realizado de algún modo el sueño de Crétien de Troyes, pues efectivamente, de un modo u otro, Roma sigue estando presente, ya no sólo en Francia, sino en toda Europa, que está unida bajo la religión cristiana, desarrollándose a su vez en toda Europa un modelo de Estado heredado de Roma: la aristocracia. Por lo tanto, Europa ha llegado a ser por fin un lugar de convivencia, en el que todos los Estados avanzan a la par.
Sin embargo, Giambattista Vico afirma que una vez explicado esto, ya está explicada toda la historia. Es decir, él cree demostrado que la historia es cíclica aunque no lo parezca, pues analizando la historia de Roma y el momento que está viviendo Europa, se da cuenta de que se ha vuelto a donde los romanos habían empezado, es decir, a una aristocracia. Por lo que Europa habrá de pasar posteriormente a la democracia y por último a las monarquías absolutas, para después desaparecer, quedar reducida a cenizas, y así dar lugar a un nuevo Fénix, tal y como pasó con Roma. Y si tenemos en cuenta la historia contemporánea, desde 1917 aquella idea de Europa que se tenía parece haber quedado reducida efectivamente a cenizas, y puede que nos encontremos en el surgimiento de un nuevo tiempo, de una nueva Roma, a no ser que el Fénix que fue ésta haya quedado reducido a cenizas definitivamente.
...