Imperio Napoleonico.

El imperio Napoleónico

El imperio Napoleónico, cubre el periodo del primer imperio francés y la dominación de Francia sobre la Europa Continental, bajo el gobierno de Napoleón Bonaparte.

Napoleón llega a ser primer Cónsul gracias al golpe de estado de Brumario. Al llegar al poder, se reforma la Constitución y se aborda una cuestión: la Iglesia Católica. El entendía que era fundamental tener a la Iglesia de su lado. Y lo logró haciendo que Pio VII firmara un contrato en 1801 en donde la Iglesia aceptaba que los bienes que habían perdido durante la Revolución ya no serían recuperados y renunciaba a que la religión católica fuera la religión oficial del Estado. Por otra parte es eliminada la Constitución Civil del Clero.

Esta nueva estabilidad en Francia, significaba el crecimiento del poder de Napoleón. El cuál fue un gobernante autoritario, aunque hay que recalcar que su capacidad de trabajo fue extraordinaria y poseía de gran memoria para los detalles y las decisiones. Contaba con un desmedido apetito por la conquista y ansia personal por la gloria.

Consulado

Durante este periodo (1799-1804) se lleva a cabo la reorganización y restauración interior del país, se consolidan las conquistas burguesas de la Revolución se reforma la Constitución y se instaura el nuevo régimen de consulado (el poder estaba dividido en tres cónsules permanentes). Se crea el Banco de Francia para impulsar la industria y el comercio; se emite el papel moneda y logra estabilizar la situación monetaria, desarrollo una red de carreteras, se abrieron canales y se construyeron puertos y grandes obras que dieron trabajo a una gran masa obrera desempleada.

Hizo a la Iglesia aliada del Estado como fuerza moral y, para apoyarse políticamente, creó una aristocracia e inició campañas militares en Europa. En la política redactó un Código Común, se elaboraron políticas de protección social y se extendió el concepto de la enseñanza pública.

En el orden internacional, el Consulado consiguió restablecer la paz entre la Europa monárquica, defensora del Antiguo Régimen, y la Francia revolucionaria, que por entonces ocupaba una posición preponderante en el concierto de las naciones europeas. 1

El imperio

(1804-1815)

En 1804 Napoleón se convierte en emperador de los franceses gracias a las victorias obtenidas por los ejércitos franceses en las guerras de alianza. Durante este periodo sucedieron varios cambios, por ejemplo, la reforma aduanera y agrícola, la eliminación de la constitución la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano.

La aceptación de exiliados, la restricción de la libertad de prensa y el hecho de que se haya firmado un acuerdo con la Iglesia Católica que comprometía al Estado francés a mantener el Clero, convirtieron a este periodo en una dictadura.

Napoleón organizó la Corte según el modelo de La monarquía borbónica: con un gran lujo y ceremonial. Creó títulos y privilegios y se rodeó de una “nueva nobleza” de burgueses enriquecidos, a quienes concedería, junto a los miembros de su familia, muchos de los territorios conquistados. Anuló la libertad política, la libertad individual y la libertad de expresión. Se limitaron las actividades intelectuales y espirituales. Apoyó su poder en una ideología, por lo que creó la Universidad Imperial, pretendiendo dirigir el desenvolvimiento de las artes, las ciencias y las letras, que debían expresar sus ideas. Utilizó a la Iglesia con la misma finalidad. Inició la era de soldados y decretó nuevos presupuestos. Elaboró sus famosos códigos: de procedimiento civil, de comercio y penal, que dieron a Francia un conjunto homogéneo de leyes, implantadas en otras regiones europeas y que pasaron a América, influyendo en la legislación de las nacientes repúblicas. 2

Este régimen fue aceptado por

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