ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Italia Y Alemania


Enviado por   •  16 de Febrero de 2014  •  1.492 Palabras (6 Páginas)  •  220 Visitas

Página 1 de 6

Unificación italiana

La Unificación de Italia fue el proceso histórico que a lo largo del siglo XIX llevó a la unión de los diversos estados en que estaba dividida la península Itálica, en su mayor parte vinculados a dinastías consideradas «no italianas» como los Habsburgo o los Borbones. Ha de entenderse en el contexto cultural del Romanticismo y la aplicación de la ideología nacionalista, que pretende la identificación de nación y estado, en este caso en un sentido centrípeto (irredentismo). También se le conoce como el Resurgimiento (Resurgimiento en italiano), e incluso como la Reunificación italiana (considerando que existió una unidad anterior, la provincia de «Italia» creada por Augusto, en la antigua Roma).

Situación inicial: Un mosaico de estados. La península italiana había permanecido dividida en diversos estados. En el siglo XIX algunas zonas de Italia estaban incluso bajo la dominación extranjera. La existencia de una lengua común era la base de las peticiones de unidad. En todas las revoluciones de la primera mitad del siglo XIX se produjeron revueltas nacionalistas, pero no tuvieron éxito. Finalmente la iniciativa de la unificación partió del reino de Piamonte, de su primer ministro Cavour, logro que el emperador Francés Napoleón III apoyara las demandas Italianas.

Proceso de Unificación: De Italia fue militar. En 1859 la armada Franco-Piamontesa derroto en Magenta y Solferino a los austriacos. Una vez alcanzada la paz en el norte el republicano Garibaldi, encabezando un ejército de voluntarios conquisto los estados del sur. Entonces las tropas de Piamonte ocuparon la Italia central para impedir que Garibaldi entrara en Roma. En 1861 se proclamo el reino de Italia, cuyo 1er rey fue Víctor Manuel II, rey de Piamonte. Solo Venecia y los Estados Pontificios quedaron fuera del reino al que se incorporaron en 1866 y 1870.

El proceso de unificación se puede resumir así: a comienzos del siglo XIX la península itálica estaba compuesta por varios estados (Lombardía, bajo el dominio austríaco; los Estados Pontificios; el reino de Piamonte; el reino de las Dos Sicilias, entre otros), lo que respondía más a una concepción feudal del territorio que a un proyecto de estado liberal burgués. Luego de varios intentos de unificación entre 1830 y 1848, que fueron aplastados por el gobierno austríaco, la hábil política del Conde de Cavour, ministro del reino de Piamonte, logró interesar al emperador francés Napoleón III en la unificación territorial de la península, que consistía en expulsar a los austríacos del norte y crear una confederación italiana; a pesar de la derrota del imperio austríaco, el acuerdo no se cumplió por temor de Napoleón a la desaprobación de los católicos franceses. Aun así la Lombardía fue cedida por Napoleón al Piamonte. Además, durante la guerra se presentaron insurrecciones en los ducados del norte, los que luego fueron anexados al Piamonte, con lo cual se cumplió la primera fase de la unificación.

En la segunda fase se logró la unión del sur cuando Garibaldi, inconforme con el tratado entre Cavour y Napoleón, se dirigió a Sicilia con las camisas rojas, conquistándola y negándose a entregarla a los piamonteses; desde allí ocupó Calabria y conquistó Nápoles. En 1860 las tropas piamontesas llegaron a la frontera napolitana. Garibaldi, que buscaba la unidad italiana, entregó los territorios conquistados a Víctor Manuel II. Mediante plebiscitos, Nápoles, Sicilia y los Estados Pontificios se anexaron al reino de Piamonte y al futuro rey de Italia, Víctor Manuel II. El proceso de la unificación no fue producto de la voluntad popular pese a los plebiscitos convocados por Cavour, por tanto la acción del Estado se centró en la construcción de una nacionalidad italiana.

El papel conspirativo de la masonería o de los intereses de las distintas potencias europeas (concretamente Inglaterra, interesada en crear un fuerte antagonista a la enemiga Francia) también se han aducido como causa del «Risorgimento».1

El proceso es entendido, por algunos historiadores, también como la conquista de la aristocrática Italia del sur (Nápoles, Sicilia), el estado más industrializado de la península y el tercero de Europa;2 por parte de Italia del norte (valle del Po), influenciada por las potencias europeas como Francia y Austria (según ellos el proceso también puede interpretarse en el sentido de que el norte parasitó al sur impidiendo su desarrollo y propiciando la emigración y la perpetuación de su situación social).2

Historiadores como Benedetto Croce ven el proceso como el que completó el Renacimiento italiano, interrumpido por las invasiones francesas y españolas de la Italia del siglo XVI. Este renacimiento nacional alcanzó -desde Florencia- todas las regiones habitadas por gente italiana (inclusive Sicilia y luego Istria y Dalmacia -como Italia irredenta- en

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com