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Resumen historia Italia Alemania

basultostefaniaResumen25 de Octubre de 2018

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                 Italia

En los años 1848-49, de las revoluciones europeas, tuvo más protesta por las deficiencias de los Estados de la Restauracion que de lucha consciente en pos de un nuevo orden social. Estos años anunciaron el fin del absolutismo, para darle comienzo a la transformación social de la mano de la industria y la ciencia.

Al norte de la  península Italica, a diferencia de la mayoría de los países europeos que ya estaban viviendo los avances de la revolución industrial, se vivía una situación de gran riqueza agrícola y tecnológica. En cambio, al sur de la península se contaba con una industria insignificante y una agricultura que comenzaba a padecer la adhesión de los terratenientes a la aparcería.

La mayoría de los liberales italianos más famosos del momento, procedían de las religiones mas ricas del norte, especialmente del Piamonte y la Lombardía. Para ellos, el hecho de que el Estado actuara simplemente para facilitar y salvaguardar las actividades de los industriales, como ocurría en Gran Bretaña, era  normal. Por el contrario, en el sur se comprendio de manera muy distinta el liberalismo, donde no existía infraestructura y el imperio de la ley era débil.

En general, la burguesía tanto del norte como del sur pensaba que la modernización estaba cargada de peligros sociales, estos temores burgueses recibieron la aprobación moral de la iglesia.

El gobierno autriaco respondio a los acontecimientos de 1848-49 con un reforzamiento de gobierno central (censura estricta, persecución política y una burocracia germanoparlante eficaz). Los Estados centrales de Italia central, que dependían de las tropas austriacas, tomaron el mando de Viena y revocaron las reformas que habían sido concedidas en 1848.En el sur, el rey Fernando, se volvió más y más aislacionista y temeroso de un cambio.

El Piamonte, fue el único Estado Italiano que  conservó su constitución en 1849. El hombre que forjó la política piamontesa después de 1849 y que dejó en ella su impronta liberal, que además, se encargó de sentar las reglas básicas que rigieron la vida parlamentaria de la Italia unida durante medio siglo fue el conde Camillo Benso di Cavour. Este era producto de la típica familia noble del Piamonte.

El conde sostenia la idea de que las revoluciones tenían  un efecto contraproducente, ya que causaban desordenes e invitaban a adoptar posturas reaccionarias. Según él, la única forma de alcanzar un nivel de progreso verdadero y permanente era poner en práctica lo que él llamaba el justice milien    (camino intermedio entre los extremos).

En lo que concierne a lo nacional, el pensamiento de Cavour era un tanto contradictorio. Estaba convencido de que desde una perspectiva moral era importante contar con un sentido patriótico.

Cavour hablaba de que su propósito no era tanto el de la unificación italiana, sino el de la independencia de Italia y el agrandamiento del Piamonte.

El programa de Cavour contaba con dos vertientes principales:

  • La vertiente económica: basada en la agricultura y la industria, además de en la creación de infraestructura.
  • La vertiente diplomática.

Para llevar a cabo este programa el conde debía crear una base de poder político dentro del país que fuera lo suficientemente fuerte para que le permitiera actuar con independencia. Primero tenía que asegurarse una mayoría solida en el parlamento, y van a ser las elecciones parlamentarias de 1849 las ayudarán en ese proceso. Además, gracias a una alianza centro-izquierda, en el año 1852, Cavour fue nombrado primer ministro. Cuando ya dominaba el parlamento, Cavour se propuso dominar al Rey, para este proceso fue escencial el “asunto Calabiana”, el cual consistió  en que en 1854 el conde presento un proyecto de ley en el parlamento que pretendía suprimir los monasterios que no jugaran un papel educativo o benefico. Los escrupulos católicos de Victor Manuel (el rey), lo llevaron a oponerse a esta medida anticlerical y a conspirar con los obispos que tenían cabida en el parlamentario para bloquearla. Cavour se dio cuenta de la trama y dimitió indignado. El rey se mostró incapaz de encontrar una alternativa conservadora y tuvo que enfretarse a la ignominia de renombrar a Cavour y ver como se aprobaba el proyecto de ley.

Bajo el energético liderazgo de Cavour, el Piamonte hizo grandes progresos económicos. Se firmaron tratados comerciales con otros países y se introdujo un arancel general de libre comercio. En medio del resurgimiento económico, Cavour se embarcó en una ambiciosa política exterior.

En 1854 la guerra de Crimea vio como Francia y Gran Bretaña se juntaban para combatir el expansionismo ruso en oriente. Cavour deseaba unirse a la guerra contra Rusia pese a la oposición del gabinete. Con esto pretendía aumentar la reputación del Piamonte con respecto a GB y F y asegurarse un sitio en la mesa negociadora. Sin embargo el rey empeñó sus ejércitos antes de que se alcanzará ningún acuerdo, dejando al Piamonte involucrado en la Guerra de Crimea y sin la certeza de que sus intereses fueran atendidos una vez que la guerra hubiera finalizado. En el congreso de Paz en 1856 Cavour consiguió centrar la atención sobre el tema de Italia, auque este logro  se quedó en nada al causar una impresión excesivamente agresivo hacia Austria.

 A partir de 1856 Cavour trató de inducir a Napoleón III para que entrara en guerra contra Austria. El afán del emperador por emular a su tío, el gran Napoleón, facilitó la tarea del conde piamontés.

Sin embargo, Napoleón III, no podía tolerar la unidad de Italia porque suponía la destrucción de los Estados Pontificios y por ende la irascibilidad de la opinión católica francesa, y por otra parte no consideraba que la unidad de Italia fuera deseable desde un punto de vista estratégico, porque suponía la creación de un rival potencial para Francia en el Mediterraneo.

En 1858 Cavour y Napoleón se reunieron en secreto para discutir las condiciones de la guerra contra Austria. En esa reunión se acordó que Italia se convertiría en una confederación dividida en cuatro estados y gobernado por el Papa.

Durante la guerra, Napoleón decidió interrumpir la campaña inesperadamente, ya que descubrió que Cavour estaba moviendo los hilos en secreto para anexiorarse parte de los Estados Pontificios y que Prusia estaba a punto de intervenir. Sin consultar con Cavour, se apresuró a firmar un pacto con Austria, Cavour se sintió humillado y dimitió como primer ministro.

La guerra con Austria había desatado multiples levantamientos patrióticos en Italia central. Cavour intento rápidamente inducir a los gobiernos provinciales de esta región a aceptar fusionarse con el Piamonte, fue el miedo al caos social y a la posible restitución de los antiguos gobernantes lo que llevo a los regímenes provinciales a reivindicar y a conseguir a principios de 1860, la anexión del Piamonte.

La guerra de 1859 no trancurrio como Cavour lo había anticipado, pero dio a luz a un Reino del Piamonte más amplio.

Napoleón fue objeto de una importante concesión. Insistio en que Niza y Saboya fueran entregadas a Francia a cambio del reconocimiento de las anexiones. Cavour acepto y firmó un tratado secreto en el que se establecia la cesion de estos territorios.

Guiseppe Garibaldi se encontraba entre quienes estaban particularmente enfadados por la acción de Cavour. Su ira resultó excelente en el sentido de que después de los acontecimientos de 1848-49 dirigió su mirada hacia el Piamonte en busca de un liderazgo para la causa nacional.

La expedición de Garibaldi tuvo un éxito brillante, proclamando a Victor Manuel rey de Italia.  Este hecho extraordinario fue posible gracias a la astucia política de Francesco Crispi, ua que ganó el apoyo del campesinado con ofertas de tierras y reducciones de impuestos, y a la clase media local garantizándoles la propiedad, la ley y el orden. Pero la principal causa del éxito de Garibaldi se basó en la convergencia de una serie de sentimientos negativos entorno a la bandera de la revolución. Para los campesinos Garibaldi suponía la esperanza de alivio a tanto sufrimiento; para los terratenientes sicilianos, el derrocamiento de los Borbones significaba la oportunidad de asegurarse por fin la independencia de Napolés.

Para Cavour, los acontecimientos de la primavera y el verano de 1860 se conviertieron en una pesadilla. El conde no se atrevió a oponerse abiertamente a Garibaldi, ya que la opinión pública del Piamonte se mostraba muy entusiasmada con la expedición, al igual que el rey. El gran temor de Cavour radicaba en el hecho de que si Garibaldi y su ejercito de jóvenes voluntarios, la mayoría de los cuales eran demócratas, triunfaban y liberaban el sur, ya nada podría evitar que retiraran su apoyo al rey Victor Manuel y se sumaran a la causa del republicanismo, sobre todo si conquistaban Roma.

Cavour intentó con todas sus fuerzas frustrar secretamente a Garibaldi.

A principios de otoño los Estados Pontificios eran, junto al Veneto, la única región de Italia sin liberar.Cavour se decidió a conquistarlos antes que Garibaldi y se apresuró a arrebatarle la iniciativa política.

A principios de septiembre las tropas piamontesas se adentraron en las Marcas. Las fuerzas papales fueron derrotadas en una contienda menor, y a finales del mes Umbría y las Marcas fueron conquistadas. Los campesinos y sacerdotes que ofrecieron resistencia fueron fusilados. Victor Manuel estaba eufórico por su éxito y emprendió rumbo al sur. En octubre se reunió con Garibaldi quien hizo entrega al rey de sus poderes en el sur. Asi, contra todo pronóstico, había nacido Italia.

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