Jose Gervasio Artigas
argenis69227 de Abril de 2013
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José Gervasio Artigas
Biografía
Introducción a su vida y obra:
Desde 1764 hasta 1810:
Es una Figura prócer, por eminencia, de la Historia Nacional, Primer Jefe de los Orientales y primer estadista de la Revolución del Río de la Plata, según acertadamente se le ha llamado.
José Gervasio Artigas Nació el 19 de junio de 1764, hijo de Martín José Artigas y Francisca Antonia Arnal, según la partida que luce al folio 209 del Libro Primero de Bautismos de la Catedral de Montevideo, su abuelo, Juan Antonio Artigas, había sido uno de los primeros pobladores de la Ciudad. No existen datos aun concretos sobre su lugar de nacimiento.
Los historiadores apuntan más que tuvo lugar de nacimiento en Montevideo, lo cual plantea discusión sobre el sitio de su cuna, pero nada permite, creer que haya nacido en la Villa del Sauce, localidad del departamento de Canelones.
La considerable distancia de esta población, los pésimos caminos y la estación invernal, parecen excluir la posibilidad de un viaje, sin objeto, con una criatura de tres días, puesto que se le impuso "Oleo y Chrisma" el 21 de junio.
Tuvo presencia cuando niño al Colegio Franciscano, recibió la mediocre enseñanza de la época, y hecho mocito, pasó durante su juventud a ocuparse en faenas rurales en la campaña despoblada, donde las autoridades, poco más de nominales, eran insuficientes a la hora de tener a raya al gauchaje levantisco, y de contener los avances y tropelías de los grupos de indios charrúas y minuanos, más numerosos, pero no deficientes, que los contrabandistas portugueses que infectaban la zona.
Entonces desde joven a la que podría llamarse carrera de armas de José Artigas, iniciaba el día 10 de marzo de 1797, cuando dio entrada en el Cuerpo de Blandengues, unidad militar cuyas funciones eran, en lo principal, funciones de policía y vigilancia.
De entrada tuvo a su función una partida recorredora de los campos, y ascendiendo sucesivamente a ayudante mayor de milicias de caballería y luego a capitán, hasta que el 3 de setiembre de 1810 recibió el mando de una compañía veterana de Blandengues de la Frontera.
Su actividades continúan en el servicio era prenda de orden para los estancieros y pobladores de la campana, y garantía cierta de vidas y haciendas.
Azara, en los años 1801 - 1802, desempeñaba funciones oficiales como encargado de límites en la frontera con Portugal. Los dirigentes superiores de la colonia, por su lado, se repartían el buen concepto general sobre Artigas y existen múltiples e inequívocas pruebas de la confianza y consideración que, de Gobernador abajo, mereció de los funcionarios españoles.
Fue así querido y respetado por la personas de campo, su valor y sus virtudes de soldado se hacían presentes, de manera natural, sobre el elemento criollo, que penetraba bien el sentido de justicia equitativa y tolerante, característica, del Capitán de Blandengues.
Artigas a la hora de las invasiones inglesas desplazándose a combatir contra los extranjeros "herejes", y el día en que Montevideo fue tomada por ellos (3 de febrero de 1807) dirigiéndose al campo con el objetivo de organizar fuerzas que se resistieran en el interior.
Sobre un primer plantel de trescientos hombres, después reclutado con la cooperación del saladerista Secco, agrupando los obreros de las estancias y los paisanos que acudían a ponerse a sus órdenes, prestamente tuvo Artigas fundamentos de fuerza y, sobre todo, tener la capacidad de movilizarlos y ponerlos en acción por la buena calidad y abundancia de los montados.
Pero no fue preciso llegar a la lucha, pues los ingleses evacuaron el Río de la Plata, en derrota, y el señorío colonial de España pudo reanudar su marcha con la misma lamentable torpeza y cortas miras de un régimen anquilosado, en disolución espontánea.
Desde 1810 hasta 1812:
De esta forma, en la Revolución del 25 de Mayo de 1810 en Buenos Aires halló a Artigas reintegrado a sus labores y funciones de policía en la campaña, pero no distinto y ajeno a las ideas nuevas que fermentaban.
Luego sirviendo hasta ese entonces a las órdenes del Brigadier José Muesas en la Colonia del Sacramento, el Capitán Artigas disertó y abandonó las filas españolas en febrero de 1811, cruzando el Río Uruguay rumbo a Buenos Aires, en compañía de Rafael Ortiguera, Teniente de su misma Compañía, para ofrecer su espada a la patria.
Después de su disputa, Mariano Moreno ya había señalado como valioso, se aceptó por la Junta Revolucionaria el día 15 de febrero cuando acudió a presentarse, y Artigas tuvo el encargo de preparar, desde la fronteriza provincia de Entre Ríos, el levantamiento de la Banda Oriental, utilizando al efecto sus relaciones y su prestigio en la tierra nativa y los hilos que virtualmente estaban tendidos.
Los primeras resoluciones sostuvieron por teatro el pueblo de Belén, en el Alto Uruguay, y la costa del arroyo Asencio, Soriano, y a su preparación no era ajeno Artigas.
Aceptado generalmente como verdad que el desembarco se haya producido por el actual departamento de Colonia, en la Calera de las Huérfanas, hay pareceres muy respetables que consideran que la ruta de Artigas debió ser, saliendo de Entre Ríos, camino que lo llevó al campamento de la capilla de Mercedes de Soriano, lugar donde asentaban las fuerzas patriotas, cuya jefatura le habían confiado las autoridades de Mayo al General Manuel Belgrano, a su regreso, vencido, del Paraguay.
Llamado éste a Buenos Aires a responder del fracaso de dicha expedición, el General José Rondeau fue el jefe que vendría a sustituirlo.
Artigas pudo adjudicarse a la jefatura de la vanguardia patriota iniciando marchas hacía el Sur. Su presencia en la jefatura pudo determinar una rápida agudización del sentimiento insurreccional, cargo sostenible de manifiesto por las innumerables incorporaciones de gente en armas por la patria, según se aprecia en toda la extensión de la provincia que, llamada entonces Banda Oriental, pronto se halló bajo el control de los patriotas.
Solamente los pueblos de cierta importancia, con Montevideo como baluarte principal, quedaron bajo la obediencia de las autoridades españolas. Las primeras hostilidades no tardaron en producirse, registrándose triunfos para la patria en El Colla, Porongos, Paso del Rey sobre el río San José -21 de abril- y en el ataque y toma de la Villa de San José el 25, mientras oficiales suyos vencían a los españoles en Maldonado y en San Carlos.
José Artigas se iniciaba entonces, a la vez una trayectoria de político y de soldado que sólo debía durar nueve años, que no son nada, si bien se mira, en una vida que totalizó ochenta y seis, pero que fueron bastantes para que, por su obra y su gravitación futura, pueda considerársele como una de las personalidades más vigorosas y completas de la historia continental.
Trasladado su Cuartel General a San José, Artigas reunió sus fuerzan con las de su pariente Manuel Antonio Artigas, y avanzando progresivamente con unos mil hombres sobre los realistas que operaban en Canelones, obtuvo sobre ellos, al mando del Capitán de Marina José Posadas, el 18 de mayo de 1811, la victoria de Las Piedras, batalla campal en que el jefe español rindió su espada al soldado montevideano y donde éste -al decir del Deán Funes- "manifestó un gran valor y un reposo en la misma acción, con que supo encender y mitigar a un mismo tiempo, las pasiones fuertes y vehementes de su tropa".
El español, como es natural, no estuvo de acuerdo y rechazó de plano al emisario artiguista y fue imprescindible y preciso en el momento de pensar en la formalización del Primer Sitio de Montevideo.
El nuevo jefe enviado por la Junta Revolucionaria, General José Rondeau, llegó recién el 1° de junio al campo del Cerrito, tomando enseguida la dirección de las fuerzas patriotas.
La invasión de un ejército portugués a las órdenes del General Diego de Souza, que en julio del año 11 ingresó hasta Melo y Maldonado, y cuyo auxilio había obtenido el jefe español encerrado en Montevideo para favorecer comunes intereses dinásticos de los Borbones de la Península, aliándose así a los reveses militares experimentados por la causa independiente, cuyos soldados al mando de Balcarce habían sido deshechos en Huaquí (en el Alto Perú) llevaron a que la Junta de Buenos Aires iniciara negociaciones con Javier de Elío.
De los acuerdos y tratos, resultó el armisticio del 20 de octubre de 1811, por el que se estipulaba el levantamiento del sitio de Montevideo, sostenido desde hacía casi un semestre por las armas patriotas, debiendo retirarse de la Banda Oriental los ejércitos de Buenos Aires y los del portugués, reconociéndose así en ella la autoridad española. A consecuencia de ese convenio la Provincia Oriental venía a hallarse subyugada y sin defensa, segregada de hecho de las que se denominaban unidas.
La Asamblea designó a Artigas Gobernador de Yapeyú, pareciendo que no le quedaba a nuestro destemido Capitán otra medida que convertirse en un jefe subalterno más dentro de las filas del ejército independiente. Pero José Artigas, comprometiéndose con el cargo que se le daba, soluciono con la firmeza serena de los que llevan misión, disminuir a las gentes coterráneas que bien podía llamar suyas, al yugo de los españoles, y transformado en jefe de todo un pueblo, superando lo tremendo del momento, emprendió marcha a su jurisdicción.
Camino al Norte, sufragando casi el Río Uruguay, llevó tras de sí los tres mil hombres escasos del ejército a sus inmediatas órdenes, pero le seguía una multitud de mas de quince mil
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