LA ECONOMÍA MEDIEVAL Y LA EMERGENCIA DEL CAPITALISMO

En la Edad Media a partir del siglo IX o X, el incremento de la población y la expansión del comercio marcaron la pauta para el despliegue de inéditas fuerzas sociales y productivas, por lo que ocurrieron cambios en las técnicas de producción, de organización de la producción y aparecieron nuevas instituciones.

El fundamento del mundo medieval era la tierra, estática y conservadora. Se vivía en términos de eternidad, pero el mundo que logró reemplazarlo fue el de la ciudad, liberal y dinámica por esencia, regida por la cantidad y la abstracción. Al hablar de cambio no lo hacemos en términos de un proceso revolucionario, más bien de un proceso gradual y lento.

En el comienzo del siglo XV, Europa estaba preparada para afrontar una nueva era de expansión mercantil, impulsada por la empresa de las exploraciones, los descubrimientos geográficos, así como por los nuevos roles que signan la actividad productiva, reflejada en la acumulación del capital, el desarrollo incipiente de la industria y por el papel político y económico adquirido por los Estados Nacionales. No se puede caracterizar la sociedad feudal, dado que no es una sociedad uniforme que avanza o retrocede en una sola senda. El historiador Marc Bloch, describió al feudalismo como un sistema político, económico y de valores.

La estructura ideológica de la sociedad feudal era una expresión de la mentalidad de la Iglesia, cuyo poder alcanza desde el ámbito económico hasta el monopolio cultural. Existían tres órdenes jerárquicos, el de los Oratores, dedicados a orar, administraban los sacramentos, predicaban y ayudaban al pueblo. El de los Bellatores, dedicados a la guerra y a ser los protectores del pueblo de Dios. Estos dos órdenes constituían los estamentos privilegiados de la sociedad, estaban exentos de impuestos y sólo podían ser juzgados por sus iguales. Aún en cambio, los Laboratores eran los destinados a trabajar la tierra para proporcionar alimento, carecían de privilegios y sobre ellos caía la carga fiscal.

Se considera que la expansión del comercio fue el mayor disolvente de las relaciones feudales. Desde mediados del siglo XV, el sistema de comercio revela una faceta que permite distinguir dos registros de la economía de mercado. El primer nivel posibilita los intercambios donde intervienen tenderos, buhoneros y pequeños comerciantes, se esparce entre la multitud de participantes y tiende a ser un mercado competitivo y transparente. El segundo nivel supone la aparición del mercader capitalista, grandes negociantes de productos nacionales e internacionales, que separan la relación entre el productor y el destinatario final de la mercancía.

Las ciudades se convirtieron en centros especializados en el comercio, la industria y la banca. En el medio rural, se especializaron en la atención de las necesidades alimentarias y de materias primas, conformándose así una división del trabajo característica.

Los órganos políticos y jurisdiccionales comienzan a ser detentados por burgueses comerciantes, que asocian el logro de su bienestar individual con el alcance de la prosperidad urbana. Surgen los gremios, las comanditas y las asociaciones que fomentan las leyes, normas y acuerdos mercantiles orientados a la búsqueda de ésta finalidad superior. Su consigna era proteger el comercio y regular las actividades productivas.

El impacto provocado por los cambios demográficos sobre la dinámica de la vida productiva y social medieval, constituyó un condicionante del desenvolvimiento de otras fuerzas. Europa experimentó un importante incremento poblacional hasta mediados del siglo XV, sirviendo de incentivo para la expansión de la frontera agrícola, el aumento de las roturaciones y determinando la caída de los salarios reales de los trabajadores.

Algunas regiones europeas que estaban posicionadas en una zona geográfica privilegiada, lograron establecer cambios institucionales fomentadores de las actividades productivas, especializándose eficientemente, mantuvieron un comercio activo y lo ampliaron constantemente.

Los campesinos son los que a lo largo del periodo medieval salen más desfavorecidos por el rigor de los cambios, por lo que se convirtieron a menudo en los protagonistas de las revueltas.

La burguesía mercantil se puede considerar el mayor agente del cambio social en ésta época. Se observa una evolución en la constitución de sociedades mercantiles, en la implementación de seguros y en las finanzas, con el desarrollo de las letras de cambio, las cartas de crédito, la contabilidad y la banca.

INVENCIONES EN LA ERA DE LOS DESCUBRIMIENTOS

Los descubrimientos a partir del siglo XV fueron una parte fundamental para el desarrollo de esa época ya que se dio una nueva actitud tanto en la teoría como en la práctica, así mismo se dio un interés especial en la naturaleza de las cosas como funciona o como podría mejorarse.

Las invenciones surgieron por una necesidad de transformar el entorno que los rodea pero esto no podía darse sin el acopio de conocimientos con los cuales se recopilaban experiencias con tal de ampliar el conocimiento adquirido en especial ciencia y tecnología lo que eventualmente se derivarían en otros aspectos como lo son lo político económico y social.

Una de las primeras innovaciones se dieron en el ámbito astrológico, esto corrió a cargo del clérigo y astrónomo Nicolás Copérnico ya que llego a la conclusión que en ese tiempo era aventurada afirmo que la tierra no era el centro del universo, idea que se tenía desde tiempo atrás también estableciendo las dimensiones del planeta. Otra rama que sufrió una necesaria transformación fue en la biología; por el descubrimiento de nuevos especímenes, esto abrió camino a otros aspectos de la medicina e industria.

Las técnicas también contaron con un notable adelanto de técnicas de como se realizaban algunas actividades como lo son la agricultura metalurgia así como las técnicas navales y de guerra con tal de hacerlas más eficientes y que entregaran resultados de manera rápida. Estos adelantos tecnológicos sentaron las bases para innovar en otros aspectos económicos, un claro ejemplo son las rutas comerciales que además de otorgar nexos con otras cultura obtuvieron un vasto conocimiento con tal de enriquecer los adelantos tecnológicos acumulados a través de los siglos en lugares como Europa occidental.

El desarrollo dio una explosión debido a la apertura de rutas de comercio las cuales otorgaron un peculiar avance en la agricultura minería e industria bélica y naval debido a la necesidad de nuevas tierras a conquistar la demanda de mejores herramientas para este fin fue muy alta obligando a mejorar de manera significativa en especial la industria marítima ya que era la manera de llegar a

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