LA MÁQUINA DE PINTAR

LA MÁQUINA DE PINTAR

Ya instalado en Arles, todos los días vincent pintaba un cuadro convirtiéndose en una especie de máquina para pintar, quería reproducir todo lo que veía, sentía una gran necesidad enfermiza por hacerlo. No sabía si su pintura era buena o mala, pero era algo que no le importaba.

El sol era tan fuerte que no lo dejaba distinguir colores, pero cuando volvía a su cuarto de hotel, le parecía que lo que pintaba era la expresión misma de la naturaleza.

Nuevamente descuido su salud física, y mental, lo único que según él necesitaba para seguir creando eran estimulantes y el sol, el ajenjo y el mistral se los daba.

Pintaba sin descanso, sabía que por el estilo que tenía no podría vender nada en París, pero era algo que no le importaba, lo que el quería solo era crear.

EL PICHON

Trato de pintar modelos pero no consiguió ninguno, un día encontró una muchachada cutis bronceado y ella y su madre posaron para él.

Al llegar la noche vincent recordó desde cuando no estaba con una mujer, así

Que salio en busca de una, llegó a una casa de prostitutas, y conoció a Raquel, una muchacha de 16 años que lo reconoció en seguida.

Ella lo llamaba “Fou-rou” (cabeza roja) pues así lo llamaban en el pueblo, a cambio él le puso pichón por la forma de su cuerpo.

Ella le propuso ser amantes pero Vincent le explico que no siempre tendría los cinco francos de la visita, así que ella por primera vez y en forma de burla le pide su oreja que tanto le gusto como paga-

EL CARTERO.

A Vincent ya lo le interesaba que sus cuadros fueran finos y delicados, así que le pidió a su hermano Theo le enviara las pinturas en bruto y que el molería como el las necesitará. Y así él hacia sus colores, escogía las telas y las armaba, pintaba sus cuadros y fabricaba su marco.

Un día domingo el pintor alcanzó al cartero y se hizo su amigo, convivió con su familia y dejo que su esposa e hijo posaran para él, a cambio el cartero le dijo que su pintura era sencilla y profunda; hablaron de clima, sistema de gobierno y Dios, el fue el primer amigo con el que tuvo contacto en aquella ciudad.

LA CASA AMARILLA

Todas las mañanas Vincent se levantaba a las tres o cuatro y empezaba a caminar en busca de que y donde pintar pintaba una tela por día.

Nunca le alcanzaba el dinero que le seguía enviando Theo, un día observó sus pintura y se percató que no valía la pena lo que su hermano invertía en él pero quería liberar su individualidad, así que tenía que seguir pintando

El dueño del hotel donde estaba le cobraba cada vez más caro, así que decidió buscar donde vivir, cierta ocasión cuando caminaba con su amigo el cartero observo una casa amarilla que se rentaba, así que la rento por mucho menos dinero que pagaba en el hotel.

Ya en su casa sin muebles, recibió una carta de Gauguin donde le explicaba que no tenía dinero y que estaba enfermó, ante esto Vincent recordó que era su amigo y todo lo que había pasado con el; así que tuvo una idea, invitar a Gauguin a vivir con el, así compartirían todos los gastos y se acompañarían mutuamente.

MAYA.

Las cosas no fueron fáciles Gauguin no tenía ni dinero de ánimos para viajar, mientras tanto Vincent trataba de arreglar lo mejor posible la casa donde lo recibiría, primero a su amigo y tenía la esperanza que después a su hermano.

Estaba por llegar el invierno, se fue a un lugar alejado para poder pintar, ahí bajo los fuertes rayos de sol tuvo la aparición de Maya, una hermosa mujer, que le explico que siempre había estado a su lado, conocía sus aventuras, sus amores y desamores. También le dice que será muy famoso cuando ya no este aquí por que solo hasta entonces comprenderán lo que él ha tratado de expresar en sus pinturas, sólo así tendrá la fama por la que siempre ha soñado.

Esta fue la primera de muchas alucinaciones que tuvo en su vida.

LLEGA GAUGUIN

Llegó el invierno Vincent pasaba días en su estudio, recibió una carta de Theo donde le explicaba que Gauguin tenía un estado de ánimo deplorable y que no quería viajar a Arles. Mientras tanto vincent seguía preparando la casa y experimentando con los colores.

Cuando llegó el verano y Vincent se encontraba listo para ir a trabajar llegó Gauguin, Vincent lo atendió bien, dejo de trabajar y le mostró la ciudad, se pusieron de acuerdo de cómo iban a vivir y le hizo de cenar, ahí empezó la discusión, ya que sólo recibió de Gauguin críticas y groserías, así como burlas y descortesías.

FURIOSAS REYERTAS

Pero al siguiente día ya todo había sido olvidado cada quien por su cuenta salió a buscar que pintar, pero al anochecer cuando empezaban a hablar de pintura inició de nuevo la discusión pues cada quien admiraba y defendía a diversos pintores.

Así fueron los días en Arles, tranquilos de días, y noches sin terminar de pelear.

Discutían por todo, llegó el momento cuando no podían salir las peleas era terribles, ya ambos tenían miedo de golpearse o hasta matarse.

Un día vincent y Gauguin fueron a la casa donde trabajaba Raquel ahí nuevamente le pidió su oreja, ahí le dio una nueva crisis y en un momento de locura se cortó la oreja izquierda, y se la entregó, esto hizo que la muchacha desmayara y que Vincent casi muriera, no cabía duda que el sol de Arles lo estaba volviendo loco.

“FOU-ROU”

Vincent estuvo en el hospital de Arles, bajo el cuidado de Félix Rey un joven doctor; cuando abrió los ojos vio que no había nada en su habitación ya que habían mandado a quitar todo para que no se hiciera daño.

Theo llegó a verlo, le dijo que lo que le había sucedido había sido por un ataque de insolación. Después de dos días que estuvo con el regreso a su casa, vincent fue mostrando mejoría en su salud y poco a poco con todos los cuidados necesarios empezó a pintar nuevamente pero le hacia falta la emoción para hacerlo. Llegó a la conclusión de que no le servía vivir sino disfrutaba de

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