LA PERSONA JURÍDICA EN EL ESTADO CONTEMPORÁNEO

LA PERSONA JURÍDICA EN EL ESTADO CONTEMPORÁNEO

La institución de la persona jurídica siempre ha sido un término controvertido en su naturaleza, ya que los antecedentes más remotos de esta institución los encontramos en el Derecho Romano, quienes ya llamaban “persona natural” al hombre y “persona jurídica” a cualquier sujeto de derecho distinto del hombre. La idea de la personalidad moral aparece por primera vez delineada cuando las ciudades vencidas por Roma resultan, por razón de la derrota, privadas de su soberanía y reducidas al “jus singulorum” o derecho de los particulares, para la gestión de los bienes que les quedaban.

De este modo se admitió la existencia de un ente colectivo que actuaba en el derecho a la par de los ciudadanos, usando las formas propias del comercio jurídico y compareciendo ante los jueces de acuerdo a las reglas del procedimiento, con esto denota su similitud con la que se habla hoy en día en Derecho, es una figura que se ocupa como “la expresión unitaria personificadora para un haz de deberes y facultades jurídicas, es decir, para un complejos de normas.” (Kelsen). Haciendo referencia a esta definición comprendemos que la figura jurídica nació de la necesidad del legislador para hacer referencia a la facultad de esos entes (personas) que son susceptibles de adquirir derechos y de contraer obligaciones, ya que como citan algunos autores, son las personas las únicas que tienen la determinación de esa voluntad para realizar dichos actos jurídicos, diferenciándonos de los animales.

Así bien, al tener esta capacidad jurídica de contraer derechos y obligaciones, no solo se limita a personas físicas (seres humanos en general), sino también a personas morales (también llamadas jurídicas o civiles); dividiéndose estas última en dos grupos: a) de existencia necesaria, como el Estado, las entidades federativas, municipios, etc., y b) de existencia posible como los bancos privados, fundaciones, etc., siendo los de existencia necesaria los que corresponden el Estado y su personalidad jurídica1.

Siendo el Estado la personalidad jurídica más importante dentro del Derecho Público, ya que este tiene una sola personalidad jurídica, aunque esta se puede manifestar de maneras muy diversas, ya sea de manera interna en el país, o como sujeto del Derecho Internacional, para establecer esa relación jurídica como consecuencia de dicha capacidad de obrar. Así mismo, se encuentran diversas opiniones acerca de si el Estado tiene capacidad jurídica propia o no es más que la voluntad de aquellos que la conforman, o de estos actores dotados de competencia especializadas para administrar sus bienes y realizar su finalidad, siendo estos agentes, los diversos funcionarios en sus diferentes esferas de poder, y en todos los niveles.

León Juliot de la Morandiere, en su obra “Introducción al estudio del Derecho”, menciona que no se niega la realidad social de las personas morales, sino la realidad personal, ya que para administrar los bienes y sean considerados como lícitos por el Derechos, son confiados a verdaderos sujetos de derechos: gobernantes, administradores, consejeros, secretarios, funcionarios, entre otros. Así encontramos que son estos los

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