LOS TOTONACOS
armando hernandez salazarEnsayo23 de Octubre de 2019
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LOS TOTONACOS
Los totonacas no fueron bélicos amaban la paz, mostrando ante todo su arte en lugar de hacer la guerra. Se sabe que fueron subyugados por otros grupos, quienes si ejercían el poder a través de la fuerza, tal es el caso de los nahuas quienes obligaron a los totonacas a pagar tributo consistente en aves, carne de venado, pescado, frutas, semillas, miel entre otras cosas, y por otro lado los chichimecas los asediaron y los tomaban prisioneros sobre todo a los jóvenes quienes eran preparados para servir en la guerra. Así transcurrieron los tiempos y los totonacas no dieron señales de guerra, sino más bien mostraron el arte, la danza, la música y la religión.
Poblaron una gran extensión del territorio Veracruzano, desde las márgenes del rio de los conejos “Tochpan”, hoy Tuxpan hasta el rio de las mariposas Papaloapan, así mismo se extendieron por las regiones montañosas del estado de Puebla, hoy en día se pueden encontrar grupos originarios totonacas por estas regiones donde se encuentran indicios de grandes ciudades arqueológicas, lo que atestigua la presencia de este pueblo. En sus inicios al llegar a poblar todo el territorio costero del Golfo de México, se sabe que vivian dispersos en pequeños grupos y de forma periódica se reunían para rendir culto a sus dioses, poco a poco fueron concentrandose en grupos mayores, pasaron de vivir en pequeñas aldeas a formar ciudadelas, villas y luego ciudades muy bien organizadas de las que quedan huella fehaciente.
Los veinte centinelas Zempoala, Chiwixlan, y la mayor joya arquitectónica única en su género es El Tajín. Se sabe también de que a pesar de que el Tajín fue el Centro Ceremonial más importante de su época, se desconoce el por qué hay poco conocimiento sobre esta gran ciudad y por lo que en contra punto se sabe que Zempoala lugar de los 20 centinelas o guardianes del templo de las artes pictóricas , fue una de las más importantes, aquí se reunían los jóvenes para recibir preparación y conocimientos prácticos sobre el arte del ideograma y pintura, en uno de los templos menores de Zempoala ubicado en lo que hoy se conoce como las higueras existen vestigios de pinturas que muestran los enormes retablos que los maestros totonacas mostraban a los “LIMAKGALHTAWAKGET” o alumnos, en piel y papel amate en escritos hechos por los españoles, narran y describen hermosos relatos sobre usos, costumbres y tradiciones que los totonacas realizaban de forma constante en las aldeas, villas, ciudadelas y templos de adoración. Se cuenta que aquí se podían y se pueden apreciar edificios hechos de mampostería o de adobe, y muy pocas edificaciones de piedra. De entre estos edificios sobre sale, por sus dimensiones su fastuosidad en adornos, pintura, decoración, tallado de piedra y su hermosa arquitectura, el edificio dedicado a los “nobles y sacerdotes”, así como los templos, hechos con forma piramidal, la ciudad estuvo amurallada entendiéndose que se protegían de los ataques de los pueblos enemigos. Quienes no pertenecían a la nobleza, al sacerdocio, al ejército, a gobernantes y familiares, vivían en casas muy modestas, chozas, jacales, semejantes a las tradicionales que a la fecha podemos observar en las rancherías y comunidades, las cuales se construyen a base de zacate, palma u hojas, varas y paredes de embarre de barro combinado con zacate y baba de nopal, de una sola pieza para aumentar los espacios se construyen otras chozas iguales, más grandes o más chicas según sea la necesidad , es decir la cocina, la troja, el gallinero, el baño y el cantiyàn o “casa grande” donde se ubica el aposento de los dioses y se ofrenda a las almas de los familiares difuntos, así también la habitación-dormitorio.[1]
El mobiliario solía ser lo más rudimentario, es decir bancos de madera o troncos de madera trozados a la altura propia para sentarse, petates hechos de palma o tarimillas cubiertas con bagazos de caña, atados con hilos de jonote o cuerillo. Los utensilios no son excepción, también son rústicos, vasijas, jarros de barro, el metate que funcionaba como el actual molino, la mayoría de estos utensilios eran decorados con figurillas zoomorfas coloreadas con pintura en amarillo, rojo, azul y anaranjado en muchos de los casos se han encontrado trastos con figuras de animales fantásticos.
Los totonacas eran agricultores, pues conocieron el maíz (kuxí) pero también sembraron el frijol (stápu), chile (pin), camote (manta), jícama (kuyim), camote o yuca, chayote (malhtukun), entre otros productos como la chirimoya, la ciruela, tenían una alimentación a base de frutas, raíces, hojas, carne, pescado y diversos insectos, para la caza utilizaban las lanzas, los arpones, el arco y la flecha, la honda y el tiro de mano. Así como para la pesca ya utilizaban canastos hechos a base de bejucos, carrizo o varengas. Para la caza de aves utilizaban dardos y trampas en los arboles así como en el piso, conocían o conocieron el fuego con el que cocinaban sus alimentos y secaban las pieles de los animales , así como la carne, algunas frutas y semillas para guardarlas, y después poder comerlas.
Los hombres y las mujeres gustaban de adornarse, ataviarse con diversos artículos de oro, de madera, de jade, solían horadarse los lóbulos de las orejas, donde se colgaban grandes aretes brillosos a base de jade, hueso, madera, semillas secas y duras, solían pintarse los pómulos en días de ceremonia y colgarse prendas de oro, tanto en el cuello como en las orejas, otros se agujeraban los labios inferiores de la boca, en ellos se colocaban laminillas de oro o en algunos casos trozos de colmillo de jabalí, muelas de acamaya, tallados, decorativos de huesos de cuerno de venado, costilla de conejo, colmillos de coyote, de tigre o de semillas, concha de armadillo, de caracol o de tortuga, para los que más se adornaban eran los jóvenes y los que más usaban era el oro, la obsidiana, verde o negra, usaban el cabello largo mujeres y hombres el cual les caía por la espalda , solo los hombres jóvenes y niños les cortaban el pelo en forma de zacual al revés, usaban tanto hombres como mujeres un vestuario muy ligero, las mujeres llevaban un faldón tilma muy adornado con vivos colores, figurillas de animales y/o flores. Los varones se colocaban una tilma cruzada anudada por el hombro y caía por la espalda, así como una faldilla corta o un enredo, que se pasaba por debajo de los genitales viniendo por detrás de la espalda baja y anudada a la cintura atrás bajo la espalda y por delante bajo el estómago. Mujeres y hombres calzaban sandalias hechas de cuero o madera, igual usaban unas cintas hechos de tela de color, rojo, azul, amarillo, morado, café, anaranjado en algunos casos en verde, en otros casos estos cintos sobre todos los que usaban los señores, los militares y los sacerdotes se hacían de piel curtida.
Los totonacas eran hábiles con las manos para hacer diversos trabajos artesanales ya sea con hilos de algodón, con pita o con xunak (árbol de jonote) pero demostraron mucho más habilidad en el arte plumario, trabajando la pluma hacían, estandartes, escudos, penachos, aureolas, pecheras, brazaletes entre otros artículos, que lucían en diversos momentos de su vida cotidiana, en los que combinaban los colores con gran maestría.
Trabajaron la madera con tanto talento, con tanta armonía, que sus trabajos se confundían con la propia naturaleza, es decir, su arte se semejaba a artificios naturales, con figuras caprichosas cual las hubiera tallado el tiempo por su gran figura y protección.
Así también el barro y la arcilla la cual trabajaron de forma tan perfecta, con gran disciplina, con gran respeto y devoción y esto lo podemos constatar en los guijarros, vasijas, jarrones, cazos, vasos, tazas, estatuillas, ollas, comales, figurillas de diversas formas; caritas y figuras humanas representando diversos monumentos de su vida cotidiana, danzantes, dioses, sacerdotes, jugadores de pelota y figuras de mujeres, así como jóvenes y niños.
Es plenamente comprobable que fueron maestros en el tallado de piedra fina, así como la obsidiana, se han encontrado objetos bellamente esculpidos, tallados con un gran precisión y maestría, tales como; los yugos, palmas y figuras humanoides. Las mujeres fueron excelentes bordadoras, fueron muy dedicadas en el tejer, ellas mismas elaboraban sus atuendos, sus trajes, sus ropas de vestir tanto para el diario y las ceremonias, y los días de fiesta. Los varones totonacas también sabían hacer el papel con la corteza (cascara) del árbol del amate, jonote, y cuerillo donde dejaron pinturas y momentos históricos.
Cada una de las actividades de los totonacas estaban dirigidas por un gobernante mayor llamado así mismo como Gran Señor. Ellos estaban unidos entre sí y con otros señoríos con el propósito de defenderse de los predadores ya sea de animales feroces, o de sus propios vecinos, quienes al ver que las totonacas tenían de todo para vivir bien trabajaban en paz, entonces comenzaron por tratar de invadir su privacidad. El cargo de señor se heredaba al hijo mayor o en el mejor de los casos al hombre más joven que hubiere demostrado grandes habilidades, en la caza, la pesca, la colección, el arte, en la astronomía y en el juego de pelota y en la danza, señor era el termino para nombrar a su autoridad.
Su religión los llevaron a creer en seres tutelares y en espíritus gemelos o nahuales, es decir seres místicos o animal real que tenían influjo decisivo en el distinto de cada ser, se consideraba que el nahual era quien proporcionaba el don al ser humano. Para obtener certeza sobre el ser tutelar que le pertenecía al recién nacido, era costumbre regar ceniza alrededor de la casa cuando nace un niño, con el propósito de que se quedaran marcado las huellas de ese ser místico-nahual que se hubiere acercado a la casa a la hora del alumbramiento-parto si acaso se encontraban dos tipos de huellas y en el caso diferentes, entonces se procedía a tomar las huellas más cercanas a la pared de la casa y tomar así cual sería el influjo que el recién nacido recibiría. En el caso de no aparecer ninguna huella entonces las abuelas y la partera daban la orden de dejar crecer al niño o niña y así obsérvalo de forma continua para darse cuenta que inclinaciones prefiere y así percatarse a que animal se parece y cual don trae, las costumbres creencias y tradiciones actuales no han cambiado tanto, dentro del seno familiar actual, todavía se practican algunas enseñanzas.
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