La Declaración Balfour y sus consecuencias

La Declaración Balfour y sus consecuencias

Introducción

Este trabajo se hace con el fin de analizar las consecuencias que trajo la declaración de Balfour, tanto en el pueblo palestino como a los demás países involucrados como Israel y Gran Bretaña.  

La declaración de Balfour, se dio en 1917, firmada por el secretario de relaciones exteriores británico, Arthur James Balfour, como un reconocimiento al derecho de existencia y creación de un hogar judío en Palestina.

Palestina antes de la I Guerra Mundial se encontraba en manos del Imperio Otomano, y duró bajo este mandato aproximadamente unos 400 años. Después de la Guerra y de la derrota del Imperio Turco, Palestina pasó a ser un protectorado británico.

La declaración de Balfour, fue en cierto sentido un cumplimiento a miles de  promesas que se estaban dando tras las convulsiones que vivía el mundo con las guerras libradas, en especial por la I Guerra Mundial. Para esta época el sionismo ya tenía bases sólidas aunque eran aún una minoría, y un proyecto político fijo, con el que pretendían tornar los Territorios Palestinos como resarcimiento por los sufrimientos, las persecuciones y las eliminaciones que padecieron durante la guerra. Las ideas del sionismo ya se extendían a todo el mundo, por lo que no fue difícil conseguir simpatizantes a la causa, un vivo ejemplo el Secretario de Asuntos Exteriores Británicos, Arthur James Balfour, quien facilitó la aplicación del proyecto sionista.

La Declaración de Balfour y sus consecuencias.

Antes de la declaración, Gran Bretaña y Francia firman  el tratado secreto de Sykes-Picot, el cual  pretendía dividir el Imperio Otomano por zona de mayor influencia y así poderlo repartir, este tratado se dio en 1916. Gran Bretaña no cumplió el trato y formó un Mandato Británico, con el que luego  pasa a comprometerse con los sionistas en la  declaración de Balfour.

 La declaración es una carta firmada por el ya mencionado Secretario de Asuntos exteriores Arthur James Balfour y dirigida al Lionel Walter Rothschild, quien era un líder judío que simpatizaba con el sionismo, esta declaración fue dirigida a él para que la difundiera a la Federación Sionista de Gran Bretaña e Irlanda. La declaración es la siguiente:

“Foreign Office,

2 de noviembre de 1917.
Estimado Lord Rothschild:
Tengo el placer de dirigirle, en nombre del Gobierno de Su Majestad, la siguiente declaración de simpatía hacia las aspiraciones de los judíos sionistas, que ha sido sometida al Gabinete y aprobada por él.
«El Gobierno de Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de este objetivo, quedando bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina ni los derechos y el estatuto político de que gocen los judíos en cualquier otro país.»
Le quedaré agradecido si pudiera poner esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.

Sinceramente suyo,
Arthur James Balfour.”^[1]

Esta declaración se considera la base o la antecesora que sirvió para la creación del Estado Israel, el cuál abriría uno de los más prolongados y complejos conflictos a nivel mundial que todavía pervive. Esta declaración fue incorporada en el Tratado de Sévres y aprobada por la Liga de Naciones. En oposición a esta estuvo el secretario de Estado para India, Sir Edwin Montagu, quien consideraba que había una  confusión entre judaísmo y sionismo y que por ende, los sionistas no podían hablar por el conjunto de judíos.

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