ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Gastronomía En Al Antigua Roma


Enviado por   •  14 de Abril de 2015  •  1.467 Palabras (6 Páginas)  •  308 Visitas

Página 1 de 6

Ampliamente conocida por sus pastas, risottos, vinos y olivas, la cocina italiana es hace parte fundamental de la dieta mediterránea.

Pero ¿siempre comieron pasta los italianos?

¿Qué clase de platos disfrutaban las personas de la antigua Roma?

La cocina italiana comenzó con recetas simples que fueron vastamente influenciadas por la cultura griega. Sin embargo, a medida que el Impero Romano se expandía, la variedad de sus platos comenzó también a ampliarse, cambiando radicalmente de acuerdo a las diferencias económicas y geográficas.

En los comienzos del imperio, los romanos solían comer tres veces al día debido a las constantes labores manuales. Ellos acostumbraban tomar un desayuno, una pequeña comida antes del mediodía, y una comida llamada «cena» en la noche. Sin embargo, a medida que el tiempo pasó y más ciudades se fueron anexando al imperio, se introdujo otra comida en la noche. Esta era llamada «segundo desayuno».

Los ingredientes principales en una casa romana incluían panes redondos hechos de escanda, un cereal de la misma familia como el trigo. Las clases altas disfrutaban de alimentos como queso, huevos, leche, frutas y miel. Eventualmente, los romanos introdujeron el pan, a menudo acompañado con aceitunas y el vino. También, los ciudadanos más acaudalados podían disfrutar de carne de cerdo, cordero, aves de corral y diferentes de peces.

A medida que el Imperio Romano evolucionaba, ingredientes como lentejas, fríjoles y garbanzos fueron introducidos, convirtiéndose rápidamente en un favorito entre los gladiadores. Las clases altas también comían lentejas, pero su exquisito paladar sólo les permitía disfrutar de una variedad egipcia, un plato exótico famoso por su rico sabor y valor nutritivo.

Las verduras eran usadas usualmente para comidas en horas tempranas. Brócoli, espárragos, zanahorias, aceitunas, remolachas, lechugas, pepinos y cebollas fueron una parte clave de la cocina romana hasta el siglo X. Sorprendentemente, los tomates no estaban disponibles en todos en esos días. Este ingrediente, famoso en la cocina italiana moderna, no se introdujo en el país sino hasta el siglo XVIII.

La gastronomía evolucionó mucho a lo largo de los años, especialmente a partir del siglo II a.C.

La alimentación básica constaba de: vino, miel, sal, garum (salsa que mezclada con vino, vinagre, aceite e incluso con agua, servía para aliñar otros manjares), aceite, huevos, legumbres y cereales. Los cereales como el trigo se consumía cuando aún estaba tierno, más adelante este grano se convirtió en harina. La harina, bien de trigo, cebada o de legumbre se mezclaba con agua formando el Plus o pulmentum (algo parecido al pan, pero sin fermentar y en forma de galleta) el alimento histórico de los Romanos.

A pesar que se tiene conocimiento de las tres comidas del día: Jentaculum o ientaculum (desayuno), el plandium (almuerzo/ comida), cenae (cena),lo cierto es que la mayoría de los romanos se saltaban alguna de las dos primeras, porque para ellos la principal era la cena, que se disfrutaba en familia.

En el Jentaculum o Ientaculum: se tomaba pan con ajo untado, sal y en ocasiones, huevos, leche, miel o algún fruto seco.

El prandium: Era una de las comidas que más se saltaban habitualmente, o la única que hacían según su estado económico. Era ligero y consistía en legumbres, pescado, frutas del tiempo vino.

La cenae: Se producía después del baño al término de la hora Octava o nona, hasta el siglo II consistía en polenta y otros alimentos que los comensales tomaban sentados en banquetas alrededor de una mesa, sin embargo, a partir de ese siglo la cena se consume en triclinios y recostados, al no utilizar los cubiertos, salvo la cuchara, la comida se tomaba con la mano derecha, mientras que la izquierda sujetaba la vajilla.

A veces los invitados no recibían el mismo trato por parte del anfitrión. A un conocido reciente le ofrecían comidas inferiores y lugares de menor preferencia en la mesa, mientras que al invitado importante le atendían con suntuosas comidas y lo rodeaban de todas las clases de distinciones.

La cena podía alargarse durante horas, y se repartía en tres partes:

Gustus o entrantes: Destinados a despejar el apetito a base de ensaladas, aceitunas, ostras, pescado en salazón y muslum o vino mezclado con miel.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com