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La Historia


Enviado por   •  28 de Abril de 2013  •  1.586 Palabras (7 Páginas)  •  242 Visitas

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LA HISTORIA FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN Y LA POSMODERNIDAD.

"El contexto histórico de hoy nos muestra un mundo complejo, paradójico y lleno de perplejidad ante el derrumbe de viejas macroconcepciones, de propuestas sociales alternativas al capitalismo y una redefinición geopolítica del mundo conduce a repensar la política, a resituarnos éticamente ante un mundo pleno de desigualdades sociales y sobre todo hacer un notable esfuerzo por producir una nueva manera de pensar y pensarnos históricamente". Víctor Córdova .

"En Iberoamérica los volcanes todavía arrojan fuego y no hay lugar para el aburrimiento ¿Cómo hacerlo sin sentirse movido, conmovido, frente a todo lo que queda por resolver? Premia la pobreza, la miseria, aliviar las desigualdades, la ignorancia, el rezago político" Federico Mayor Zaragoza.

"Dejamos de explicar los hechos sociales por el lugar que ocupan en una historia que tiene un sentido una dirección. El pensamiento social espontáneo, las ideologías y el aire de este tiempo arrojan por la borda toda referencia a la historia. Es esto sobre todo lo que significa el tema del postmodernismo, que es principalmente, un posthistoricismo". Touraine.

I.- Introducción: La posmodernidad y la Crisis de las Ciencias.

La obra "El Fin de la Historia" (1992) de Francis Fukuyama, causo un gran revuelo en el campo de la ciencia de la historia, pero tanto por las debilidades de la misma como por la agresiva y hasta subjetiva campaña en contra, hoy todo pareciera haber regresado a la "normalidad", lo cierto es que no hay nada mas alejado de esta aparente normalidad. LA HISTORIA como el resto de las otras ciencias que surgen en la modernidad esta siendo hoy severamente trastocadas por los cambios que en el mundo viene produciendo el proceso de globalización y en el pensamiento el debate posmoderno. Tal como lo señala Martínez, M. (1997)"no están en crisis los paradigmas de las ciencias, sino el paradigma de la ciencia en cuanto al modo de conocer" (p.224)

El cuestionamiento al pensamiento y la razón mecanicista ha puesto en el "banquillo de los acusados" a la ciencia, la investigación, la tecnología, al propio concepto de realidad. Igualmente, el crecimiento abrupto de las transacciones comerciales mundiales, de los medios telemáticos hoy trastocan conceptos y categorías como los de nación, soberanía, identidad, cultura, tan inherentes alas ciencias sociales. Tanto la ciencia como la tecnología han manifestado históricamente sus debilidades no solo para comprender sino para transformar la realidad. Más aún, mucho de los males que hoy aquejan a la humanidad han sido causados por estos avances tecnocientíficos, tal como lo plantea Marcuse (1973), "la cuantificación de la naturaleza, que llevó a su explicación entorno de estructuras naturales, separó a la realidad de sus fines inherentes y consecuentemente, separó lo verdadero de lo bueno, la ciencia de la ética". (p.165).

Estemos de acuerdo o no en la dirección a la que nos lleva los cambios que están ocurriendo en la realidad mundial y el pensamiento, esto no nos puede llevar a ignorarlos y subestimarlos, acusar que todo es producto de una manipulación mundial, que nada ha cambiado, que todo es falso, es signo de prepotencia, ignorancia y flojera intelectual. Pretender que todo ha cambiado, menos nuestro campo de estudio y que el pensamiento en que nos hemos formado tiene vigencia permanente e ilimitada es, por decir lo menos, una fantasía.

Los dos primeros términos que vamos a relacionar, aún siendo tarea ambiciosa y pirueta complicada, son posmodernidad y globalización. Nos parece importante partir de estos dos conceptos, que tratan de aprehender de una manera general la realidad presente que nos circunda, porque se han convertido en ideologías apropiadas a las nuevas formas de conservadurismo.

Al hablar de globalización es imprescindible acudir a diferentes visiones. Una está referida a su realidad, a su faceta como fenómeno concreto y entendible, que se manifiesta de distintas maneras o dimensiones: a) económica, como liberalización del tráfico de mercancías, bienes y servicios; b) técnico-productiva, que se traduce en la implantación de nuevas tecnologías e internacionalización de la producción; c) político-estratégica, que consolida la victoria del modelo democrático liberal; d) ideológica-cultural, de la mano de la universalización de determinados modelos de valor; etc. Cuando hablamos de entendible no queremos decir que la globalización sea un proceso de definición acabada: el avance vertiginoso de los acontecimientos no nos permite saber hacia dónde van todas estas transformaciones, aunque algunas se hayan instalado en nuestra cotidianidad. Hirsch, por ejemplo, cuestiona su carácter de factum proponiendo ésta como una tendencia, que puede ser reversible. El mismo relativismo globalizador lo asume Bendesky cuando critica la tesis del "mundo sin fronteras" o "fin de las geografías". Para otros la globalización o mundialización constituye un nuevo orden mundial, sin posibilidad regresiva.

Pero la visión de la globalización que más nos interesa resaltar, dado nuestro interés por los "juegos del lenguaje", es

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