La Independencia De México
michele1236 de Junio de 2012
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ETAPAS DE LA INDEPENDENCIA
Etapa de Iniciación
Etapa de Iniciación:
Inició el 15 de Septiembre de 1810 y terminó el 21 de Marzo de 1811.
Insurgentes VS Realistas (Félix María Calleja)
Principales Hechos:
Conspiración: En 1809 fue descubierta una conspiración en Valladolid (Hoy Morelia) en la que participaban oficiales criollos y miembros del clero bajo, quienes fueron encarcelados. Paralelamente se organizó la conspiración de Santiago de Querétaro en donde participaron el corregidor Miguel Domínguez y su esposa Josefa Ortiz, el cura Miguel Hidalgo y Costilla y los oficiales Ignacio Allende y Juan Aldama, entre otros. Esta conspiración también fue descubierta pero, gracias a la advertencia de doña Josefa, los participantes escaparon antes de que las autoridades pudieran apresarlos.
El grito de Independencia: Entonces se precipitó el levantamiento armado que los conspiradores planeaban para Diciembre, y la madrugada del 15 de Septiembre de 1810, en la villa de Dolores, el cura Hidalgo reunió a los pobladores y los animó para dar inicio a la insurrección. A partir de ese momento, comenzó a crecer un movimiento popular y campesino cuyas dimensiones nunca imaginó el grupo de criollos letrados que intentaban dirigirlo.
Atotonilco: La primera etapa de la Guerra de Independencia, se caracterizó por la espontaneidad, desorden y violencia que tomó el movimiento. Miles de indígenas, campesinos, mineros y trabajadores de las ciudades se sumaron a las multitudes que avanzaban sobre los pueblos y campos de la zona del Bajío. Iban mal armado, con palos, machetes, hondas y algunas armas conseguidas en los asaltos a las guarniciones y, a pesar de los intentos de allende para organizar a las turbas en un ejército disciplinado, el movimiento no tenía tácticas militares ni un programa revolucionario establecido previamente.
Alhóndiga de Granaditas: En pocos días, los revolucionarios lograron tomar las ciudades de Celaya y Guanajuato, en esta última ciudad el intendente, la guarnición local y los ricos españoles se refugiaron en la alhóndiga de Granaditas para ser, finalmente, asesinados por las huestes revolucionarias.
Guadalajara: Para principios de 1811, la insurrección popular se había extendido por diferentes puntos del territorio. Otros líderes locales organizaron sus propios ejércitos y las ciudades de Guadalajara, San Luis Potosí y Zacatecas fueron tomadas por los revolucionarios. Mientras tanto, en la costa sur del virreinato, en Michoacán y Guerrero, el cura José María Morelos se ponía a la cabeza de la insurrección armada.
Puente de Calderón: Después de una fatal derrota en Puente de Calderón, el 16 de Enero de 1811, Hidalgo y Allende se desplazaron hacia el norte de Nueva España con lo que quedaba de sus tropas.
Acatita de Baján: En el camino sufrieron una emboscada y fueron aprehendidos para ser juzgados y ejecutados en Chihuahua. Como un brutal escarmiento, las cabezas de Hidalgo y de Allende fueron colocadas en jaulas y colgadas en las esquinas de la alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.
PERSONAJES PRINCIPALES
Miguel Hidalgo y Costilla:
(Miguel Hidalgo y Costilla; San Diego Corralejo, Guanajuato, 1753 - Chihuahua, 1811) Patriota mexicano conocido también con el sobrenombre de El cura Hidalgo. Considerado como el padre de la patria mexicana, fue el iniciador de la lucha por la independencia. Hombre muy culto y profundo conocedor de las ideas de la Ilustración, las puso en práctica entre sus feligreses, en su mayoría indígenas, en el intento de mejorar sus condiciones económicas y de vida. Para ello les enseñó a cultivar viñedos, criar abejas y dirigir pequeñas industrias, lo que le valió el apoyo incondicional de sus feligreses. En 1808, la invasión a España por las tropas napoleónicas y la consiguiente deposición de su monarca Carlos IV, y de su hijo Fernando VII, generaron gran oposición tanto en España como en América. Surgieron entonces numerosos grupos de intelectuales que discutían en torno a los problemas de la soberanía y la forma de gobernarse. En 1809 Hidalgo se unió a una de esas sociedades secretas, formada en Valladolid, cuyo fin era reunir un congreso para gobernar el Virreinato de Nueva España en nombre del rey Fernando VII, que en ese momento se encontraba preso de Napoleón, y en último caso lograr la independencia. El 16 de septiembre de 1810, Hidalgo enarboló un estandarte con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México, en el que se podía leer: "Viva la religión. Viva nuestra madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América y muera el mal gobierno". Hidalgo lanzaba así el llamado Grito de Dolores, que supuso el inicio de la revuelta; junto con Allende, consiguió reunir un ejército formado por más de 40.000 miembros. El 11 de enero de 1811 fue derrotado cerca de Guadalajara por un contingente de soldados realistas. Hidalgo huyó hacia Aguascalientes y Zacatecas, con la intención de llegar a Estados Unidos para buscar apoyos a su causa, pero fue traicionado por Ignacio Elizondo y capturado en las Norias de Acatita de Baján el 21 de mayo de 1811. Conducido a Chihuahua, Hidalgo fue juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte. Lo degradaron como sacerdote y lo fusilaron en la mañana del 30 de julio de 1811. Su cabeza, junto con la de Allende y otros insurgentes, se exhibió como castigo en la alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.
Ignacio Allende:
(Ignacio María de Allende y Unzaga) Militar independentista mexicano (San Miguel el Grande, actual San Miguel de Allende, Guanajuato, 1769 - Chihuahua, 1811). Ignacio Allende era un criollo de buena familia, diestro en las artes de la caballería y de carácter fuerte. Por vocación, en 1795 ingresó en el ejército donde recibió una sólida formación y obtuvo el grado de capitán en 1797. En el cantón de Jalapa Ignacio Allende conoció a otros criollos con los que compartió sus ideales políticos de descontento contra el Gobierno español. En la madrugada del 15 al 16 de septiembre de 1810 se convocó a todo el pueblo a toque de campana para tomar las armas. Un gran contingente de criollos e indígenas marcharon hacia San Miguel, y en Atotonilco el cura Hidalgo adoptó el estandarte con la Virgen de Guadalupe como insignia. En Guanajuato los insurgentes, incontrolables, asaltaron ferozmente la alhóndiga de Granaditas y asesinaron sin piedad a los españoles junto con sus familias. Por ello Hidalgo y Allende se enemistaron entre sí. En Valladolid se les unieron más rebeldes que se enfrentaron con éxito al ejército realista en el Monte de las Cruces.
Su siguiente meta fue la ciudad de México pero, ante la perspectiva de otra matanza, Hidalgo decidió retroceder. En Aculco los esperaban las tropas realistas de Félix Calleja y Manuel Flon, que les derrotaron. De nuevo se enfrentaron a los realistas en el Puente de Calderón en donde los perdedores fueron los insurgentes.
Tras refugiarse en una hacienda, a Hidalgo se le retiró el mando y el ejército se dividió en dos; uno, con López Rayón al frente, salió hacia Michoacán; el otro partió hacia el norte con Ignacio Allende y Miguel Hidalgo, para buscar ayuda en los Estados Unidos. Pero en las norias de Baján, Chihuahua, fueron aprehendidos por Ignacio Elizondo. Se les sometió a juicio y Allende fue fusilado junto con Ignacio Aldama y Mariano Jiménez. Sus restos descansan en la columna de la Independencia en la ciudad de México.
Juan Aldama:
Patriota mexicano. Miembro de una hacendada familia criolla, siguió la carrera militar en el ejército español y llegó a ser capitán de caballería del Regimiento de la Reina. Sin embargo, la injusticia del sistema mercantilista español, que impedía el comercio de México con cualquier otro país que no fuera España, y la marginación de los criollos de los altos cargos de la administración colonial y del mando del ejército, en manos exclusivamente de españoles llegados de la península Ibérica, convencieron a Juan Aldama de la necesidad de rebelarse contra la metrópoli, ideal compartido por la mayor parte de los miembros de la aristocracia criolla mexicana.
Como su hermano Ignacio, tomó parte en la conspiración de Valladolid (1809) y en las juntas secretas de Querétaro y de San Miguel (1810). Partidario del levantamiento dirigido por el cura Miguel Hidalgo, quien, el 16 de septiembre de 1810, proclamó la independencia de México, Juan Aldama asumió la dirección militar de los sublevados, con el grado de teniente general. Participó en la batalla de Monte de las Cruces y en el asalto de Guanajuato. A pesar de las victorias iniciales, la primera revuelta secesionista mexicana pronto comenzó a debilitarse a causa de la superioridad militar de las tropas españolas. En efecto, los insurrectos, mal armados y poco disciplinados, fueron derrotados por el ejército realista de Calleja en Aculco (7 de noviembre de 1810) y en Puente de Calderón (16 de enero de 1811). Ante la imposibilidad de continuar el avance sobre Ciudad de México, Juan Aldama decidió retirarse hacia el norte, pero fue hecho prisionero por los españoles en Acatita de Baján, junto con otros líderes revolucionarios, como Ignacio María de Allende.
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