La mediación y el aprendizaje en la educación a distancia

La mediación y el aprendizaje en la educación a distancia

La educación a distancia, se ha desarrolla a través de soportes y estrategias diferentes de los que caracterizan a la educación presencial. Esto implica que se pongan en juego procesos de aprendizaje particulares. El conocimiento de este conjunto de procesos cognitivos permitirá la optimización de cada recurso, haciendo un uso adecuado del soporte tecnológico. De esta manera, los soportes tecnológicos son la materia prima que permite llevar adelante las intencionalidades pedagógicas.

Según Vigostky, se puede distinguir entre el "cultivo de las habilidades y la internalización de las mismas". Cultivar habilidades implica poner en juego operaciones mentales a partir de la utilización de algún tipo de herramientas, las que se verán mejoradas como resultado de su uso. En el caso de la internalización, lo que se consigue no es el dominio de una habilidad sino un modo de representación simbólico que ha sido mentalmente reconstruido y capaz de ser utilizado cognitivamente. La capacitación debe operar en ambos sentidos.

La anterior concepción da un papel fundamental a los instrumentos mediadores y la internalización progresiva de estos. Se puede hablar de distintas mediaciones:

• Mediación social: la misma se constituye en las relaciones que se establecen entre el tutor y los destinatarios, de estos entre si, animando la conformación de grupos de estudios y entre los destinatarios y su grupo de docentes, en el caso de que la propuesta incluya a estos últimos de algún modo.

• Mediación instrumental: se dirige tanto a herramientas o instrumentos materiales utilizados por el hombre para la amplificación de sus capacidades, que le permiten operar en su contexto y, a la vez, sobre su propia estructura cognitiva.

• Mediación simbólica: al facilitar la apropiación de conceptos organizados en distintos lenguajes construidos socialmente (lenguaje oral, escrito, audiovisual, computacional)[1].

La mediación es el elemento esencial y condicionante del modelo de educación a distancia; en otras palabras, es el proceso mediante el cual el tutor orienta la actividad/comunicación; es decir, la participación de los estudiantes, hacia el logro de objetivos previamente establecidos que harán posible que muestren determinadas competencias necesarias para la vida social.

Al no existir la presencia y acto pedagógico directo (cara a cara del tutor con los estudiantes), los programas de educación abierta y a distancia poseen alternativas didácticas para sustituir los medios convencionales de la enseñanza presencial por formas "intermediantes" utilizando para ello las nuevas tecnologías de la información y la comunicación digitales TIs.

En la educación abierta y a distancia, tutor y estudiantes no pueden estar presentes en e mismo espacio y tiempo.

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