EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO EN LA EDUCACION A DISTANCIA

EL APRENDIZAJE AUTÓNOMO EN LA EDUCACION A DISTANCIA

Hablar de autonomía es hablar de disciplina, perseverancia y autocontrol, “la esencia de la autonomía es que las personas lleguen a ser capaces de tomar sus propias decisiones, considerando la mejor acción a seguir que concierna a todos”  (Manrique, 2004). Es evidente que en los estudios a distancia o no tradicionales, el aprendizaje autónomo toma más relevancia y protagonismo dentro de las habilidades que los estudiantes deben desarrollar con el fin de “tomar decisiones que le conduzcan a  regular su propio aprendizaje en función de una determinada meta” (Monereo & Castelló; 1997).

Lograr aprender a aprender, (como algunos autores definen sucintamente al aprendizaje autónomo) no es tarea fácil, puesto que los estudiantes deberán adoptar e incorporar de manera paulatina en su estructura de aprendizaje, estrategias y acciones que les permitan ser más conscientes y puedan identificar la forma como aprenden y puedan reestructurar la complejidad de diversas situaciones de aprendizaje.

Por lo anterior es evidente que las instituciones que ofrezcan programas de educación a distancia deben encaminar sus esfuerzos hacia la generación de ambientes, estrategias, herramientas que propendan por el desarrollo en sus estudiantes del aprendizaje autónomo, entendido este,  no como la libertad de hacer cada quien lo que quiera, sino como un proceso que aumente la conciencia del estudiante sobre la importancia de las decisiones y operaciones mentales que realiza, que genere experticia en el control, manejo y transferencias a nuevas situaciones de diversas estrategias de aprendizaje.

Es imperativo que las instituciones de educación superior a distancia desarrollen en sus estudiantes  autoconfianza en sus capacidades y habilidades, fortaleciendo así en el estudiante su voluntad por “querer aprender” (Alonso y López, 1999).

La incursión de nuevos ambientes de aprendizaje como es el caso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), han desplegado nuevas posibilidades para el desarrollo de un proceso de enseñanza- aprendizaje más dinámico que requiere de nuevas habilidades directamente relacionadas con el aprendizaje autónomo tales como la autorregulación y la autoevaluación , entendidas estas no solo como la habilidad  para realizar “revisión continua de sus avances, dificultades y éxitos de sus metas de aprendizaje” (Manrique, 2004)  sino como un límite entre el uso mesurado de las TICs y el abuso o uso exclusivo de las mismas.

El aprendizaje autónomo en la educación a distancia debe generar en el estudiante la capacidad de controlar, regular, dirigir y evaluar la forma como aprende, de manera tal, que sea un acto totalmente intencionado y consciente en función de lograr un determinado objetivo o meta de aprendizaje.

En palabras de Manrique (2004), la “autonomía debe ser el fin de la educación, que se expresa en saber aprender a aprender”.

REFERENCIAS BIBLIOGÁFICAS

• Alfonso J. & López G. (1999). Efectos motivacionales de las actividades docentes en función de las motivaciones de los alumnos. España: Aula XXI, Editorial Santillana.

• Manrique. L. (2004). El aprendizaje autónomo en la educación a distancia. Primer Congreso Virtual Latinoamericano de Educación a Distancia. Departamento de Educación, Pontificia Universidad Católica del Perú. Perú. Recuperado de: http://departamento.pucp.edu.pe/educacion/areas-academicas/curriculo-y-didactica/curriculo-y-didactica-publicaciones/el-aprendizaje-autonomo-en-la-educacion-a-distancia/

• Monereo. C. & Castelló. M. (1997).  Las estrategias de aprendizaje. Como incorporarlas a la práctica educativa. Barcelona, Editorial Edebé. Recuperado de: http://uiap.dgenp.unam.mx/apoyo_pedagogico/proforni/antologias/ESTRATEGIAS%20DE%20ENSENANZA%20Y%20APRENDIZAJE%20DE%20MONEREO.pdf

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