La moneda Romana
andrea.lamedusaTrabajo4 de Febrero de 2023
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La moneda Romana
La fundación de Roma está rodeada de mitos y leyendas, pues a partir de un pequeño asentamiento en la colina del Palatino ha surgido una de las mayores civilizaciones jamás vistas por el hombre. La moneda romana pasó durante su historia por distintas etapas. Desde un inicio muy tosco con piezas fundidas hasta delicadas e insuperables muestras del arte monetario. Desde sólidas piezas de oro y plata pura hasta monedas devaluadas simplemente bañadas en plata. Desde sobrias improntas hasta recargados diseños llenos de simbología.
Las primeras monedas romanas se hicieron fundiendo toscos trozos de Oricalco, una aleación de 80% cobre y 20 cinc. En los primeros, llamados generalmente AES RUDE, los lingotes no tienen ningún diseño, pero más adelante se les adornó con representaciones de animales con frecuencia ganado (PECUS) porque, se supone, era su equivalente de valor, de donde se derivó el nombre “Pecunia”, término que en los idiomas modernos significa dinero. Estos últimos se nombraron AES SIGNATVM. Tanto los Aes Rudos como los signatum fueron probablemente unos equivalentes para intercambio más que una verdadera moneda.
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En el 269 a.C. que se comienzan a producir las verdaderas monedas romanas, los “Aes Grave”; unas piezas circulares, fundidas, con la imagen de Jano, el dios bifronte, patrono de las puertas y de los comienzos y finales de un lado, y una proa de galera, representando el futuro poder naval de Roma al reverso. El valor de la moneda se indicaba en el As por una barra vertical u horizontal, en el “Semis” con una S, y en los fraccionarios de acuerdo al número de uncias. En el anverso llevaba una divinidad, comenzando por Jano en el “as” como indicado.
Los Aes pesaban una Libra y estaban divididos en 12 quinarios u onzas, pero pronto a causa de los gastos de la Primera Guerra Púnica, se redujeron los Ases a dos onzas de peso
Los Quadrigatus fueron a su vez reemplazados por los Victoriatus acuñado por primera vez en el 228 a.C. aunque hay quieres le dan como partida de nacimiento el año 205 a.C. Esta moneda lleva marcada la figura de la Victoria coronando a un estandarte. Esta moneda que al decir de Plinio tienen su origen en Iliria se acuñaba inicialmente a razón de 112 por libra aumentándose su valor posteriormente a 96 por libra.
En el 187 a. C se introduce el denario definitivamente desplazando al Victoriatus. El nombre “denario” proviene, como se vio en el caso de la palabra “Pecunia” de su relación al precio equivalente de animales. Denis asinum o 10 asnos. Los Denarios tenían un valor de 10 Ases hasta el año 133 a.C. en que se cambió a 16. Esto puede apreciarse en los denarios republicanos ya que antes de la fecha indicada muchos de ellos llevan la numeración romana X en el anverso y luego de ella el XVI. A fines del período republicano se introdujo una moneda de oro, el Aureo que valía 25 denarios.
La moneda principal fue el Denario, hubo múltiplos y submúltiplos. En oro se acuñó el Aureo que valía 25 denarios, y un medio Aureo llamado Quinario de oro de 12 ½ denarios. En plata hubo también el medio denario con el nombre de Quinario; En Oricalco el Sestercio y el Dupondio a razón de 4 y 8 por denario respectivamente y el cobre el As dividido en cuatro Quadrans.
A partir del reinado de Nerón, se inicia una inflación producida mayormente por los gastos militares y en general todos los gastos administrativos hizo que el denario se fuese devaluando y para la segunda década del siglo III, la moneda de plata pura se había convertido en una aleación con sólo 50% de plata.
Con la llegada del imperio se volvieron a producir piezas de bronce y cobre. Otra novedad que llegó con Julio Cesar, se continuó durante las Guerras Civiles y se consagró con Augusto, fue la representación de personajes vivos en las monedas. Esta costumbre tenida en la República como una aberración de las monarquías orientales se adoptó como forma de propaganda política.
En el año 215 ante la necesidad de adecuar la amonedación a la realidad, el emperador Caracalla, cuyo nombre verdadero era Marco Aurelio Antonino, creó una moneda llamada, en honor a él Antoniniano. Esta moneda valía dos denarios, y pesaba el equivalente a un denario y medio y su contenido de plata era de 40%. Medio siglo más tarde los Antoninianos fueron reemplazados por cobre y se les aplicaba un Delgado baño de plata equivalente al 3% del peso total.
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