ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La primera movilización estudiantil

ItzToba5 de Octubre de 2014

11.065 Palabras (45 Páginas)572 Visitas

Página 1 de 45

“En esta sociedad el apartado productivo tiene a convertirse en totalitario, en la medida en que determina no sólo las ocupaciones, habilidades y los comportamientos socialmente exigidos, sino también las necesidades y las aspiraciones individuales”

Herbert Marcuse, El Hombre Unidimensional

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN …………………………………………………………….... P. 1

CAPÍTULO I ...................................………………………………….. P. 5

CAUSAS …………………………………………………………..….. P. 5

1. LA PRIMERA MOVILIZACIÓN ESTUDIANTIL

DEL IPN EN 1942………………………………………. P. 5

2. OTRAS DEMANDAS ESTUDIANTILES.……………. P. 7

3. LA CIUDAD UNIVERSITARIA, SEDE DE LA UNAM. P. 8

4. HUELGA DE 1956 DEL IPN…………………………… P. 9

5. LUCHAS ESTUDIANTILES Y UNIVERSITARIAS….. P. 11

GRUPOS PARTICIPANTES…………………………………………..……. P. 15

ORÍGENES ……………....…………………………………………..….. P. 15

CAPÍTULO II …………………………………………………………..…… P. 23

ESTRATEGIAS ………………………………………………………………. P. 23

RESPUESTA DEL GOBIERNO………………………………………..….. P. 24

DESENLACE ……………....…………………………………………..….. P. 26

CAPÍTULO III ……………………………………………….……………… P. 0

ORIGEN DE GRUPOS REBELDES…………………………………..….. P. 0

MOVIMIENTO DE 1986…....…………………………………………..….. P. 0

MOVIMIENTO DE 1999…....…………………………………………..….. P. 0

MOVIMIENTO DE 2014…....…………………………………………..….. P. 0

CONCLUSIONES ...……………………………………………………………. P. 0

BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………… P. 0

ANEXO 1 ………………………………………………………………. P. 0

INTRODUCCIÓN

En 1968 México era una promesa a punto de cumplirse. Los XIX Juegos Olímpicos que se realizarían entre el 12 y 27 de octubre de 1968 en la Ciudad de México significaban "la cereza en el pastel" del modelo de desarrollo y modernización al que habían apostado los gobiernos posrevolucionarios desde la década de 1940. "Milagro mexicano", "desarrollo estabilizador", "la paz del PRI" fueron algunos de los conceptos con los que el estudioso norteamericano Roger Hansen (1971) caracterizó a dicho modelo. La celebración de la justa olímpica no era poca cosa en un país que a pocas décadas de distancia había consumado una revolución armada.

Poco menos de dos meses antes de la autocelebración del régimen, comenzaron a suceder una serie de acontecimientos cuyo rumbo se tornó aparentemente impredecible en un sistema político cuyos cimientos descansaban en los lugares comunes de su retórica de la estabilidad. Según se reconoce con regularidad, el 22 de julio de 1968, la policía de la Ciudad de México disolvió violentamente una riña entre jóvenes que jugaban un partido callejero de fútbol americano en la Plaza de la Ciudadela, en el Centro Histórico de la capital. La policía incursionó con violencia en dos escuelas aledañas al zafarrancho: Las Vocacionales 2 y 5 del Instituto Politécnico Nacional. En los días siguientes, la agresión policiaca de aquel día detonó un proceso de organización en algunas de las escuelas del IPN que se exacerbó cuando, el 26 de julio, hubo enfrentamientos entre la policía y manifestantes de dos marchas estudiantiles que intentaban llegar al Zócalo de la capital en un acto conmemorativo del inicio de la Revolución Cubana.

Del 26 al 31 de julio se arreciaron las protestas en contra de la violencia de los agrupamientos policiacos, específicamente el Cuerpo de Granaderos. En consecuencia se vivieron diversos enfrentamientos entre la policía y grupos de jóvenes en las inmediaciones del antiguo barrio estudiantil ubicado en las calles que colindaban al norte con la Plaza de la Constitución en la Ciudad de México.

La crónica de la violencia de aquellos días ha sido abundantemente tratada en diversos testimonios y en el trabajo de investigación de Rodríguez Kuri (2003). Ante la escalada de los enfrentamientos, el gobierno apostó por sacar al ejército de sus cuarteles para intentar, por la fuerza, poner fin a la violencia y apaciguar el descontento estudiantil desatado desde los sucesos del 22 de julio.

Sin embargo, el efecto de tal decisión fue contraproducente. En respuesta a tales acontecimientos las principales instituciones de educación superior de la capital se declararon en huelga. El 1 de agosto el Rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, encabezó un acto de protesta por la violencia ejercida por el gobierno en contra de los estudiantes. En los días posteriores la organización estudiantil llegó a su punto culminante para constituir el Consejo Nacional de Huelga (CNH), órgano rector del movimiento estudiantil, formado por representantes estudiantiles de las instituciones educativas que se iban sumando a la huelga. Había nacido el movimiento estudiantil.

Bajo el concepto de movimiento estudiantil de 1968 generalmente se engloba lo relacionado con la huelga, las movilizaciones y las revueltas estudiantiles que se verificaron en los días posteriores a esa fecha y los primeros días de diciembre de ese año, esencialmente en la Ciudad de México. El motivo de lucha de tal movimiento estuvo determinado por la exigencia del cumplimiento de una serie de demandas concretas expuestas en un pliego petitorio de seis puntos:

1. Libertad a presos que en ese momento purgaban alguna condena por sus actividades políticas,

2. Derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal, los cuales tipificaban el delito de disolución social;

3. Desaparición del Cuerpo de Granaderos de la ciudad de México;

4. Destitución de los jefes policíacos de la ciudad de México: Raúl Mendiolea y Luis Cueto, a quienes se les responsabilizaba de las agresiones policíacas iniciales que detonaron el conflicto;

5. Indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto y 6. Deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los actos de represión cometidos en contra de estudiantes desde el inicio del conflicto.

En este sentido, los acontecimientos evidenciaron un conflicto entre dos actores políticos claramente definidos: Por un lado, el movimiento, cuya expresión visible y organizada era el CNH. Por el otro lado se encontraba el gobierno mexicano encabezado por Gustavo Díaz Ordaz, instancia a la que en todo momento se dirigieron las demandas estudiantiles. Durante los meses de agosto y septiembre, el movimiento registró diversos tipos de acción pública: a) el mantenimiento de la huelga estudiantil, b) la movilización pacífica en espacios públicos y c) los enfrentamientos entre grupos de jóvenes con la policía y el ejército.

La crónica de aquellas jornadas es muy bien conocida. Mucho se ha escrito sobre esos acontecimientos. Hoy sabemos que el movimiento estudiantil se expresó esencialmente en la Ciudad de México a través de la acción de grandes movilizaciones y el activismo que llevaron a cabo brigadas que tenían más bien un carácter informativo para dar a conocer sus planteamientos en un país en el que prácticamente la totalidad de los medios de comunicación debían una lealtad de facto al régimen.

Asimismo, hoy se conoce que el desarrollo del conflicto se libró en varias arenas:

1) La de la negociación política que se vivió en los acercamientos y desencuentros entre el CNH y enviados del presidente. Hoy sabemos que en este sentido pocas fueron las posibilidades de conciliación entre ambas partes.

2) También sabemos que frente a las protestas estudiantiles el régimen apostó por una estrategia de violencia para terminar con ellas la víspera de la cita olímpica de octubre de 1968. De este modo, el ejército mexicano salió a las calles de la Ciudad de México a enfrentar a los estudiantes cuya protesta en algunos momentos se expresó con violencia. La dinámica de la violencia, ya lo sabemos hoy, propició el desenlace del movimiento mismo: La creación de grupos de choque bajo el cobijo de instituciones gubernamentales para reprimir al movimiento trajo consigo el episodio al que casi siempre se reduce la memoria colectiva en torno al 68: Tlatelolco, 2 de octubre.

Finalmente hoy sabemos que después de poco más de dos meses de intenso activismo, los acontecimientos trágicos en la Plaza de las Tres Culturas orillaron al repliegue al movimiento.

Centenares de activistas fueron perseguidos y encarcelados antes, durante y después del 2 de octubre.

Los juegos olímpicos se llevaron a cabo sin sobresaltos entre el 12 y 27 de ese mismo mes. El Estado mexicano buscó argumentar la culpabilidad de diversos activistas del CNH a través de procesos jurídicos basados en declaraciones bajo presunta tortura, injurias y afirmaciones que nunca se corroboraron. El movimiento estudiantil, golpeado y disminuido por el golpe de Tlatelolco anunció su capitulación el 4 de diciembre de 1968 a través de un manifiesto político.

Reconozco que la versión

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (71 Kb)
Leer 44 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com