Las Sociedades Agrarias
aletorgif1 de Abril de 2013
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TEMA 1 Las sociedades agrarias,feudalismo tardío y capitalismo
1.Población y alimentación: el modelo demográfico antiguo y evolución de la población preindustrial europea
1.Las sociedades agrarias
Se sustituye el factor que escasea, la tierra, por el factor que abunda, el trabajo. El conocimiento de nuevas tecnologías hace que se inicie un círculo virtuoso: mejor alimentación, más población.
Según Boserup, el hambre hace acto de presencia y el hombre tuvo que confiar su subsistencia en el trabajo, sobre todo en el agrario. Era un trabajo muy constante y duro.
A partir de la revolución agraria de la prehistoria, las innovaciones y el progreso quedaron vinculados a las sociedades agrarias. La agricultura seguía siendo la base de la economía. Las sociedades agrarias exigen el sedentarismo, que tendrá efectos económicos o culturales secundarios (utensilios, herramientas y sistemas de almacenamiento, organización más compleja de la sociedad), aparece el principio de los derechos de propiedad, los primeros sistemas de escritura, las religiones, la guerra y esclavitud..
EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN EN LAS SOCIEDADES AGRARIAS
-El Modelo demográfico antiguo
El modelo demográfico antiguo corresponde a las sociedades depredadoras y a las sociedades agrarias hasta llegar a las sociedades industriales. Sus características son unos altos índices de natalidad, entre el 35 y el 40%, y unos altos índices de mortalidad alrededor del 30-35%. Unas cifras no muy alejadas de la media de los índices de natalidad y una esperanza de vida al nacer baja: 25 años para un europeo a principios del siglo XVIII. La mortalidad era en gran parte mortalidad infantil. Además la mortalidad era muy irregular, se caracterizaba por la existencia de momentos de mortalidad extraordinaria a causa de epidemias y, secundariamente, de hambres o de guerras.
La población crecía a corto plazo, pero se estancaba o crecía muy lentamente a largo plazo. En momentos de epidemias fuertes y generalizadas, la población podía incluso experimentar un descenso importante, como pasó en Europa a consecuencia de la Peste Negra de 1348, que redujo en un tercio la población europea; sin embargo en conjunto la tendencia general era creciente.
La evolución de la población depende de la vitalidad natural, es decir, de la diferencia entre nacimientos y defunciones. El número de nacimientos dependía de factores culturales (matrimonios más o menos jóvenes, consideración de la soltería) y a veces también de factores económicos (tierras o puestos de trabajo disponibles) A su vez, el número de defunciones dependía de factores aleatorios (contagios, guerras, desastres naturales) al igual que de factores económicos (capacidad de producción de alimentos y otros productos básicos, reparto de la renta)
El techo malthusiano
La idea básica de Malthus es que cualquier población tiene un límite en la cantidad de alimentos de los que puede disponer, es el llamado techo malthusiano. Malthus afirmaba que la población tendía a situarse a menudo en dicho techo porque mientras que la producción de alimentos crece en proporción aritmética, el número de bocas lo hace en proporción geométrica. En consecuencia, las poblaciones con dificultades para obtener una alimentación suficiente se veían afectadas por un incremento de la mortalidad y un parón del crecimiento demográfico.
Este planteamiento pesimista ha sido objeto de dos críticas principales:
• Los que atribuyen la crisis demográfica a la desigualdad
• La de aquellos que acusan a Malthus de poco observador por no haberse dado cuenta de que la revolución industrial permitiría un crecimiento de las subsistencias disponibles y haría desaparecer la limitación al crecimiento demográfico.
Tanto si el reparto de la renta es menos desigual como si aumenta la capacidad de producción de alimentos, el techo maltusiano se aleja, incluso se puede perder de vista temporalmente, pero continúa existiendo.
La tesis de Malthus tiene una segunda parte: las sociedades humanas tienden al techo maltusiano, pero cuando se acercan a él empiezan a funcionar una serie de controles o frenos que hacen disminuir o cambiar temporalmente el signo del crecimiento. Estos controles son de dos clases: frenos compulsivos o positivos y frenos preventivos.
Los frenos compulsivos detienen el crecimiento de la población mediante el incremento de la mortalidad. Funcionan automáticamente: la alimentación insuficiente priva al cuerpo de sus defensas e incrementa la mortalidad.
Los frenos preventivos disminuyen y pueden llegar a detener el crecimiento de la población mediante la disminución del índice de natalidad. Los principales instrumentos de dicha disminución son históricamente el retraso en la edad del matrimonio y el aumento de la soltería definitiva.
Aunque los frenos compulsivos y los frenos preventivos actúen conjuntamente en las sociedades próximas al techo maltusiano, lo importante es el predominio de unos u otros.
Puesto que los frenos preventivos actúan antes que los frenos compulsivos, las sociedades que las utilizan quedan más lejos del techo maltusiano y no alcanzan niveles de pobreza de las sociedades en las que la mortalidad es la causa principal de la limitación de la población. Por ello, las sociedades en las que predominan los frenos compulsivos se consideran de alta presión demográfica mientras que las sociedades con dominio de los frenos preventivos son de baja presión demográfica.
Según la primera idea de Malthus (la población crece más deprisa que la producción de alimentos), el factor limitador del crecimiento de la población es la falta de tierra suficiente: el aumento del número de hombres hace que se disponga de menos tierra per cápita o, si se ponen en cultivo nuevas tierras, que la calidad media de la tierra baje.
Al mismo tiempo, la oferta de mano de obra abundante mantiene los jornales bajos. El resultado es una mayor diferenciación social y en consecuencia una parte de la población tiene dificultades para obtener alimentos suficientes. Esta población próxima al límite de la supervivencia resulta fácilmente víctima de cualquier adversidad.
2.La expansión europea
LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS
A finales del siglo XV y con muy pocos años de diferencia, Colón llegó a América y Vasco de Gama a la India. Era el comienzo de una expansión militar y comercial que supondría el dominio de gran parte del mundo en beneficio de Europa.
Los grandes descubrimientos representan la culminación de la expansión europea iniciada sobre el Próximo Oriente con las Cruzadas y continuada en las islas atlánticas y las costas africanas del Atlántico como prolongación de la reconquista hispánica. Ante una gran rivalidad y con la colaboración financiera de Génova, Castilla y Portugal ocuparon las islas atlánticas y emprendieron expediciones de exploración y de saqueo a lo largo del litoral atlántico africano. El fin último era la búsqueda de las fuentes de oro, que se sabía que procedía del sur del Sahara, y el establecimiento de un comercio directo por mar con la India y China.
Así se formó el espacio bajo dominio económico europeo, que abarcaba gran parte de Europa y zonas concretas de las costas de Asia, América y posteriormente África.
La expansión europea fue posible gracias a la superioridad en velas y cañones: mejores y barcos y mejor instrumental de orientación para la navegación en altamar y superioridad en las armas de fuego.
Los países que iniciaron la expansión europea fueron Portugal y Castilla, seguidos en el siglo XVII por Holanda, Gran Bretaña y Francia. Las zonas de expansión de Portugal y Castilla eran diferentes. Para Portugal se trataba de una empresa comercial: traer a Europa los productos de la India a un precio mejor que el de la ruta tradicional de Oriente Próximo, encarecida por los intermediarios musulmanes y monopolizada por Venecia. Para lograrlo, los portugueses no dudaron en utilizar la fuerza para conquistar los enclaves fundamentales y desviar así para su propio provecho los flujos comerciales tradicionales, aunque solamente ocuparon algunos enclaves (factorías) en la costa oriental de la India, desde donde comerciaban con los mercaderes indígenas. El principal problema era cómo pagar las compras: las manufacturas europeas ofrecían pocos productos atractivos para el comercio oriental, con lo cual se debía partir proveído de importantes cantidades de oro y plata. De hecho solo fue posible una financiación suficiente y el establecimiento del espacio bajo dominio económico europeo con la explotación de América. La explotación de América se basó en el saqueo y en la explotación del trabajo indígena. Las de metales preciosos, aunque la fuente principal de riqueza serían las minas de plata. El metal precioso americano fue el elemento definitivo para la formación del espacio bajo dominio económico europeo.
Indígena, hasta provocar la extinción de pueblos enteros como consecuencia del trabajo forzado y de enfermedades y de enfermedades como el sarampión.
A pesar de la diferente forma de actuación, ambos países concibieron el negocio colonial como un monopolio de la monarquía, que concedía licencia para organizar expediciones a cambio de una participación en los beneficios, a mercaderes agrupados en una institución privada.
EL FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO MUNDIAL
El
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