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Leyendas De La Antigua Roma


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2013  •  4.177 Palabras (17 Páginas)  •  446 Visitas

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Leyenda de Hércules y Caco:

Esta leyenda es fundamentalmente romana y fue descrita por Virgilio, Tito Livio, Propercio y Ovidio para dar un comienzo divino a la ciudad de Roma.

Como ya se ha comentado anteriormente, tras una de las doce pruebas en la que Euristeo le ordenaba conducir las vacas de Gerión desde Eritia, isla próxima a Iberia y las columnas de Hércules, hasta Argos en Grecia, de regreso pasó por el Lacio con los bueyes y como encontró allí buena hierba para el ganado, las soltó para que pastaran y él, fatigado del viaje, se recostó entregándose al sueño. Cerca vivía un ladrón de esa región de nombre Caco que se encontró casualmente con las vacas que pastaban sin nadie que las vigilara y sintió el deseo de apropiárselas. Pero cuando vió a Hércules dormitando, pensó que el asunto era difícil de conseguir por lo que escondió algunas vacas en una cueva cercana, arrastrándolas por la cola a fin de que las huellas dejadas por los animales indicaran que se alejaban de la cueva, y así conseguir que cuando Hércules se despertara, seguiría la pista falsa, alejándose del lugar y así poder disponer de ellas más adelante, cuando el peligro hubiera pasado.

Cuando Hércules se despertó y reunió el rebaño, se dio cuenta que faltaban algunas y se dedicó a buscarlas. Al no encontrarlas, a pesar de que las huellas iban en sentido contrario, decidió examinar el lugar. Dirigiéndose hacia la cueva, se encontró a Caco en la entrada al que preguntó si había visto las reses, éste afirmó no haberlas visto y como Hércules solicitó pasar a la cueva para cerciorarse y Caco se lo negó, sospechando hizo conducir el resto del rebaño a la cueva. El olor de estas llegó a las reses cautivas y su mugido se convirtió en la prueba del robo. Caco, una vez descubierto, comenzó a pelear y pedir auxilio a los lugareños pero Hércules le dio muerte con la maza y tras sacar las vacas cautivas, destruyó la cueva para evitar que otros malhechores la utilizasen. Se lavó en el río para purificarse de la muerte cometida y erigió cerca del lugar un altar a Júpiter Inventor (Júpiter Descubridor) y sacrificó un buey como acción de gracias por el hallazgo de las reses.

El altar construído por Hércules estaba situado en la futura Roma, junto a la puerta Trigémina y los romanos mantuvieron el rito durante muchas generaciones. Cada año, tras la elección consular, los nuevos cónsules sacrificaban un buey blanco a Júpiter Capitolino mediante una serie de ritos similares a los que Hércules instituyó. Y en la zona donde realizó el sacrificio de las reses, Ara Maxima, se levantó el Forum Boarium o mercado de bueyes, plaza situada entre el Capitolio, el Palatino y el río Tíber. Por esta leyenda, hoy día a los ladrones también se les denomina cacos.

Tras descubrir los lugareños el carácter divino de Hércules, lo agasajaron y rindieron honores y éste, admirado de la hospitalidad de aquellos hombres, les pidió que conservaran imperecederos estos honores sacrificando cada año una ternera no sometida al yugo (el hecho de no haber portado yugo era para aquella época signo de pureza) y celebrando la ceremonia según las costumbres griegas. Para ello eligió a dos familias ilustres de la zona para enseñarles los ritos, los Poticios y los Pinarios, cuyas familias continuaron durante generaciones cuidándose de estas ceremonias.

Dos generaciones más tarde y siempre siguiendo la leyenda, el rey Latino (algunos antiguos indican que era hijo de Hércules y la hija de Evandro, Lavinia) reinaba en aquella zona a la que estaba a punto de llegar un héroe de la guerra de Troya, Eneas.

Leyenda de Eneas:

En realidad la toma de Troya se produjo históricamente por motivos comerciales dado que esta ciudad dominaba el comercio entre el mar Egeo y el mar Negro, Asia y Europa y ponía en una situación muy comprometida la expansión griega y sus colonias, pero la tradición y la leyenda homérica ganaron la partida y todos los autores clásicos utilizaron esta como foco de la mayoría de los orígenes de ciudades, reinos y personas a fin de darles una entidad divina u homérica. En este caso La Eneida fue la encargada de darle el toque celestial a los orígenes de Roma.

Una alianza entre los griegos había conseguido destruir la ciudad de Troya debido a que Príamo había secuestrado a Helena y no la delvolvían. Tras la toma de Troya por los aqueos gracias al engaño del caballo o como otros autores sostienen por la traición de Antenor (Licofrón de Calcis en su libro Alexandra en el siglo III a.c. indica que la traición de Antenor fue la causa de la caída de Troya, no el caballo de Ulises, y que éste y los Antenóridas tras navegar por el Mediterráneo hasta el Adriático, consiguieron desembarcar cerca de la desembocadura del Po y fundar la ciudad de Padua en Italia).

Uno de los héroes troyanos, Eneas, hijo de Anquises y la diosa Venus, que había sido partidario de la paz y de devolver a Helena, tras conseguir escapar de la ciudad y refugiarse en la acrópolis fortificada, escapó o fue perdonado por los griegos y en compañía de su padre Anquises, de su hijo Ascanio o Iulo, de su esposa Creusa y de sus seguidores, con los objetos sagrados y el Paladión ( esculturas de sus dioses) que habían podido salvar del Capitolio de la ciudad se dirigieron a Macedonia, continuando por Sicilia y Cartago, y finalmente desembarcaron cerca de Laurentum, cinco kilómetros al sur de la desembocadura del río Tíber. En cuanto lo supo el rey Latino, dejó la lucha contra los rútulos y con su ejército se aproximó al lugar del desembarco para repeler la acción de los intrusos troyanos. Durante la noche los dioses se pusieron en contacto con ambos jefes a fin de evitar la lucha entre ambos pueblos y acordaron un tratado de amistad siendo Eneas invitado como huesped en casa del rey. Para afianzar la alianza le dio la mano de su hija Lavinia y Eneas y su pueblo, comprobando que el pueblo latino los admitía como amigos, fundaron una ciudad bautizándola con el nombre de la mujer de Eneas, Lavinium a unos ocho kilómetros al sur del lugar de desembarco troyano de Laurentum . Más tarde tuvieron que luchar contra los rútulos comandados por Turno, que se había ofendido con el matrimonio de Lavinia ya que tenía aspiraciones sobre ella. Latino y su aliado Eneas vencen pero el rey muere quedando Eneas como líder de los troyanos y de los latinos.

Tras la muerte de Eneas, su hijo Iulo o Ascanio (del que la familia Julia decía descender y por ello César siempre reivindicaba su descendencia de la diosa Venus) funda una ciudad en el interior, a las faldas de los montes Albanos, en pleno centro del

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