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Liberales Y Conservadores


Enviado por   •  25 de Febrero de 2013  •  9.506 Palabras (39 Páginas)  •  899 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Con el siguiente trabajo hablaremos de los diferentes períodos de Venezuela, en el que ocurrieron muchos cambios radicales para nuestro país, desde los distintos ámbitos, tanto sociales, culturales, económicos y religiosos.

En este trabajo podrá encontrar los siguientes puntos:

- Características del País para 1830 a 1864

- Programas Liberales y Conservadores

- Los personajes que destacaron durante este período:

* Julián Castro

* José Tadeo Monagas

* José Gregorio Monagas

* Presidencia constitucional de Carlos Soublette

- La revolución de la reforma de 1835

Cada uno de estos puntos serán explicados a fondo, también encontrarán cuadros informativos, un glosario con las fechas más importantes y anexos.

PROGRAMAS DE GOBIERNO LIBERARES Y CONSERVADORES

LIBERALES:

El nacimiento del partido Liberal se inició con la aparición del periódico “El Venezolano”, cuyo primer número se publicó el 24 de Agosto de 1840, bajo el lema de “más quiero una libertad peligrosa que una esclavitud tranquila”. Antonio Leocadio Guzmán inició, en esa forma, “la insurgencia contra el pacífico y aplastante dominio de la oligarquía”.

La aparición del partido Liberal constituyó el hecho político de mayor relevancia durante el segundo gobierno de Páez, y pasó a ser el tono dominante de nuestra política hasta los comienzos de este siglo. No hubo, a partir de 1840, revolución o caudillo alzado que no se proclamara liberal, a tal punto que más de partido puede considerársele como la doctrina que motiva toda nuestras disputas políticas del siglo XIX.

Conviene destacar la circunstancia de que la aparición del partido Liberal coincidió con la crisis económica que sufrió el país a partir de 1840, caracterizada por los siguientes hechos:

- Baja en los precios del café, que de 12 pesos el quintal en 1834 llegó a 9 pesos en 1840, a 8 en 1841 y continuó descendiendo hasta llegar a 7 pesos el quintal.

- Bajaron también las importaciones y, como consecuencia disminuyeron considerablemente los ingresos del fisco, procedentes en su totalidad de los impuestos de aduana sobre exportación e importación.

- Todo esto origino la decadencia de la agricultura, disminución de las cosechas, menores ingresos para los agricultores y la ruina de este sector, sobre todo por la imposibilidad y de cumplir sus compromisos con los prestamistas bajo las condiciones de la Ley del 10 de abril.

CONSERVADORES:

Así como Antonio Leocadio Guzmán era el líder de los liberales, el de los conservadores era José Antonio Páez. Formaban parte de este grupo:

- Los caudillos militares

- Los hacendados partidarios de las medidas económicas impuestas por Páez. Los comerciantes que practicaban no solo el comercio normal sino la usura mediante el préstamo de los necesitados

- Los empleados públicos relacionados con los gobernantes por el parentesco o la amistad

Los conservadores fueron llamados godos. Querían que las cosas siguieran como estaban en todo los aspectos. En consecuencia, eran partidarios de:

- La conservación de la pena de muerte

- El voto indirecto

- El sistema de gobierno centralista

- La conservación de la esclavitud

- El mantenimiento de medidas económicas que favorecieran a los usureros y prestamista

PRESIDENTES DEL PARTIDO CONSERVADOR

PRESIDENTE DURACIÓN GOBIERNO

José Antonio Páez 1830-1831 El congreso constituyente de 1830 nombró, provisionalmente, como presidente de la República a José Antonio Páez, y como vicepresidente a Diego Bautista Urbaneja, hasta tanto se celebraran las elecciones.

José Antonio Páez 1831-1835 La República firmó tratados de amistad, se efectuó la primera acuñación monetaria con sello nacional, el Congreso de 1830 aprobó una constitución centro-federal, los militares y los sacerdotes quedaron sometidos a la a la justicia ordinaria.

José Maria Vargas 1835-1836 El congreso comienza su labor organizativa nombrando comisiones para redactar los códigos Penal, Civil, Militar y de Comercio. También crea el Congreso de impuesto complementario de un 1% sobre las importaciones para destinarlo a la apertura de caminos.

Andrés Narvarte 1836-1837 El vicepresidente Andrés Narvate ocupó la presidencia dejada por la renuncia de José María Vargas, ocurrida el 14 de abril de 1836.

Carlos Soublette 1837-1839 Concluido el período de Narvarte, en enero de 1837 se eligió como nuevo vicepresidente a Carlos Soublette, quien se encontraba en Europa. El General José María Carreño se encargó provisionalmente de la presidencia desde el 20 de enero hasta el 11 de marzo, cuando llegó Soublette quien concluyó el período de Vargas.

José Antonio Páez 1839-1843 Afloran los signos de una crisis economico-social, surge el movimiento de la oposición política sistemática (el partido Liberal), con su vocero “El Venezolano”. El establecimiento del Banco Colonial Británico, con la fundación de un “Banco Nacional”

Carlos Soublette 1843- 1847 El gobierno acordó que todo los proscriptos podían regresar (incluyendo a Santiago Mariño), completándose esta generosa amnistía con el Decreto del 21 de febrero de 1845, que rehabilitaba en sus grados, títulos, pensiones y condecoraciones a los que habían sido privados de ellas por el llamado “Decreto Monstruo” del 16-3-1836

José Tadeo Monagas 1847-1851 Conmutación de las penas de muerte a los condenados por la revolución de 1846-1847, nombramiento de los empleados públicos, esto trae como consecuencia un enfrentamiento con su gabinete, del Consejo de Gobierno y del Congreso. Presuntos desfalcos de tesoro, la peor crisis en su fase más aguda estalla el 24 de enero de 1848.

José Gregorio Monagas 1851-1855 Su congreso se encargó de abolir la esclavitud, si su gobierno no hubiese tomado esa trascendente decisión, hubiese pasado a la historia como uno de los presidente más mediocres del siglo XIX.

José Tadeo Monagas 1855-1858 El Congreso decretó una ley que hacía más flexible el procedimiento vigente para proceder a reformar la constitución, se dicta una nueva ley de división territorial el 28-4-1856 que elevaba las 13 provincias a 21, logrando así nombrar internamente a personas adictas al plan programado.

PRESIDENCIAS DEL LIBERALISMO:

PRESIDENTE PERÍODO GOBIERNO

Antonio Guzmán Blanco 1870-1877 Decreta la Instrucción Pública y Obligatoria (27-6-1870) crea la Dirección General de Estadística y Censos Nacionales, decreta el registro y el matrimonio civil.

Francisco Linares de Alcántara 1877-1878 Fue elegido para un período de dos años (1877-1879). Murió antes de completar su período así que gobernó del año 1877 al 1878, esto trajo al país una crisis político-militar.

Varios Encargados 1877-1879 El 30 de noviembre de 1878, Jacinto Gutierrez asume el mando con carácter de encargado. El 11 de Diciembre de 1878, fue elegido José Gregorio Valera, como primer designado y a Eleazar Urdaneta segundo designado.

Antonio Guzmán Blanco 1879-1884 En 1881 hace una reforma en la Constitución para reducir los veinte estados en solo nueve grandes estados, elimina el voto directo para elegir presidente de la República. En 1882 es elegido para el período 1882-1884, construye obras públicas. Para 1884 completa su quinquenio ó período de cinco años (1879-1884) durante el cual se decretó el “Gloria al Bravo Pueblo” como nuestro Himno Nacional en 1881 y se celebra el centenario del natalicio de Simón Bolívar en 1883.

Joaquín Crespo 1884-1886 El Consejo Federal, por recomendación de Guzmán Blanco, nombró unánimemente a Crespo presidente de Venezuela por un período de dos años.

Antonio Guzmán Blanco 1886-1888 Guzmán Blanco fue incluido en el Consejo Federal, sin haber sido elegido senador ni diputado, y escogido por aclamación presidente de Venezuela para el benio 1886-1888. En agosto de 1887 regresó a Europa y encargó la presidencia a Hermógenes López, hasta el 15-7-1888.

Juan Pablo Rojas Paúl 1888-1890 En su gobierno promovió obras materiales como el Hospital Vargas, suprimió las delegaciones militares y concentró las armas en los parques nacionales, cambió a los jefes militares y a algunos presidentes de estado por gente amiga o incondicional suya. Renunció al poder el 18 de Mayo, trayendo esto como consecuencia una crisis política.

Raimundo Andueza Palacio 1890-1892 Andueza excluyó del gobierno a los guzmancistas e intentó reformar la constitución con fines continuistas, pero era aficionado a la desmedida por las damas, la bebida y el juego, dadas estas características su acción gubernativa fue nula.

Joaquín Crespo 1892-1898 Llegado el 20 de febrero, Andueza no entregó el puesto, desde ese momento Joaquín Crespo consideró al gobierno como un usurpador. Se sancionó una nueva constitución y se realizaron elecciones el 1º de Diciembre de 1893. Fue electo para un período de cuatro años, que comenzaría el 28-2-1894. Estrechó lazos con la banca comercial y resolvió darle amnistía a lo anduecistas.

Ignacio Andrade 1898-1899 Fue electo presidente por un período de cuatro años en unos comicios con votación directa y secreta que se consideraron fraudulentos. Su mandato fue interrumpido por la “Revolución Restauradora”. Sin embargo restauró los 20 estados que tenía Venezuela en 1864, y promulgó la primera ley sobre Inversiones Extranjeras en el país.

CUADRO COMPARATIVO DE LA POLÍTICA ENTRE EL PARTIDO LIBERAL Y EL PARTIDO CONSERVADOR

CARACTERÍSTICAS LIBERALES CONSERVADORES

P

O

L

Í

T

I

C

A

S

Logran la abolición de la esclavitud Estaban a favor de la conservación de la esclavitud

Logran la eliminación de la pena de muerte Estaban al favor de la conservación de la pena de muerte

Crean el sistema de voto directo Estaban de acuerdo con el voto indirecto

Querían la derogación de la Ley de Espera y Quita, lucha contra los prestamistas y usureros. Apoyaban el mantenimiento de medidas económicas que favorecieran a los usureros y prestamistas.

El sistema de gobierno era federal El sistema de gobierno era centralista

PERSONAJES QUE PARTICIPARON

FUERON

PRESIDENTES Antonio Guzmán Blanco (1870-1877)

(1879-1884) – (1886-1888) José Antonio Páez (Provisional = 1830-1831) (1831-1835)(1839-1843)

Francisco Linares Alcántara (1877-1878) José María Vargas (1831-1835)

Joaquín Crespo (1884-1886) - (1892-1898) Andrés Narvarte (Encargado) (1836-1837)

Juan Pablo Rojas Paúl (1888+1890) Carlos Soublette (Encargado = 1837-1839)

(1843-1847)

Raimundo Andueza Palacio (1890-1892) José Tadeo Monagas (1847-1851)

(1855 1858)

Ignacio Andrade (1898-1899) Los caudillos militares

NO FUERON PRESIDENTES

PERO PARTICIPARON. Ezequiel Zamora Los empleados públicos relacionados con los gobernantes por parentesco, o la amistad.

Todos los militares que habían sido marginados del gobierno Los hacendados partidarios de las medidas económicas impuestas por Páez.

Los políticos que desencantados con la hegemonía de Páez, no formaban parte de la oligarquía gobernante. Los comerciantes que practicaban no solo el comercio normal sino la usura mediante prestamos a los necesitados.

Los dueños de haciendas que se habían arruinado como consecuencia de la aplicación de la Ley del 10 de Abril de 1834.

ACTUACIÓN DE JULIAN CASTRO

Como teniente del batallón Anzoátegui, bajo las órdenes de Pedro Carujo, participa en la Revolución de las reformas y cumple la misión de mantener una guardia en la habitación del presidente de la República, doctor José María Vargas, después de su arresto (julio 1835). En 1836 es apresado en oriente, acusado de haber asesinado a Francisco Sucre.

Liberado al año siguiente, legaliza, el 19 de octubre de 1843 su concubinato de 11 años con María Nieves Briceño, hija natural del general José Laurencio Silva. Rehabilitado y reincorporado al ejército como subteniente (1845), participa bajo las órdenes del general José Antonio Páez en la campaña contra la insurrección campesina dirigida por Francisco J. Rangel y Ezequiel Zamora (1846-1847), derrotando a Zamora en el sitio de Los Leones, cerca de Güigüe (Edo. Carabobo).

Capitán, bajo las órdenes del coronel Domingo Hernández, entra al servicio del gobierno del presidente José Tadeo Monagas. Enviado a Curazao para espiar a Antonio Leocadio Guzmán (1848), entonces desterrado en esa isla, es ascendido a comandante y se une a la campaña contra el alzamiento del general José Antonio Páez (julio-agosto 1849), siendo nombrado comandante de armas y gobernador de la provincia de Apure (1849). Ascendido a general de brigada (1854), desempeña el cargo de comandante de armas de Carabobo y dirige la campaña contra la Revolución Liberal Conservadora de junio de 1854, participando en los combates de Montalbán y Bejuma y aceptando la rendición del comandante Antonio José Vásquez (julio 1854). Gobernador de la provincia de Carabobo (22-12-1855-1858), es ascendido a general de división (1856). Acepta unirse al levantamiento fomentado contra el presidente José Tadeo Monagas, convirtiéndose en el jefe militar de la insurrección (10.3.1858). Tras la renuncia de Monagas (5.3.1858), Castro hace su entrada en Caracas como general en jefe del Ejército Libertador y es encargado del Poder ejecutivo (15.3.1858).

Elegido presidente provisional de la República por la Convención de Valencia (8.7.1858), solicita ante la Convención le sean otorgados poderes especiales para intervenir en la resolución del conflicto diplomático surgido a raíz del asilo de José Tadeo Monagas en la Legación francesa y de la firma del llamado Protocolo Urrutia. Ante la intervención de Fermín Toro en los debates y los rumores de una conspiración para derrocar el nuevo gobierno, la Convención accede a conceder los poderes especiales (5.8.1858). Monagas se marcha al exilio y se resuelve momentáneamente la crisis. Al ser sancionada la nueva Constitución, el 31 de diciembre de 1858, Julián Castro es nombrado presidente interino (4.1.1859) hasta que se puedan celebrar las elecciones, pero el inicio de la Guerra Federal en Coro (20.2.1859) y los levantamientos de Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón en Barinas y Apure, aceleran el desenlace. Apoyado por los grupos «oligárquicos», pero deseoso de mantenerse en el poder, Castro inicia una serie de maniobras políticas: con el pretexto de enfermedad, se retira de la presidencia el 7 de junio de 1859 y deja que el vicepresidente Manuel Felipe de Tovar conforme un nuevo gobierno de marcada tendencia conservadora; el 13 de junio de 1859, sorpresivamente, vuelve a asumir el mando y reúne un nuevo ministerio de tendencia liberal. Ante la manifiesta duplicidad del presidente, los grupos conservadores deciden derrocarlo y el 1 de agosto de 1859, Castro es arrestado. Enjuiciado por el delito de traición (abril-julio 1860), es desterrado (31.7.1860). Se ignora cuáles son sus actividades hasta julio de 1871, cuando reaparece en el escenario político como protegido del presidente Antonio Guzmán Blanco y es nombrado jefe del Ejército Liberal del centro (octubre 1871). Participa en la campaña contra el levantamiento del general Matías Salazar (marzo 1872), es miembro del Gran Tribunal que sentencia a Salazar a la pena de muerte por fusilamiento (16.5.1872) y comanda el pelotón que lleva a cabo la ejecución.

ACTUACIÓN DE JOSÉ TADEO MONAGAS

La actuación de José Tadeo Monagas en la Presidencia de la Republica ha sido:

- Presidencia del general José Tadeo Monagas (1847-1851)

El General José Tadeo Monagas se va a encargar de la presidencia de la República para este período, teniendo un país totalmente dividido en dos bandos opuestos y determinantes: conservadores y liberales. Aunado a este encontramos una aguda crisis económica y continuos enfrentamientos entre los caudillos José Antonio Páez y Antonio Leocadio Guzmán, cada uno representantes de bandos opuestos. Militar el primero y civil el segundo.

Monagas, quien quiere gobernar en forma independiente y lejos de la sombra de Páez, llama a políticos pertenecientes al partido liberal a colaborar en su gobierno, y esto como es de suponer, causa revuelo en las filas conservadoras. Al igual que lo anteriormente dicho, causa indignación entre los conservadores la prohibición hecha por Monagas de la entrada de Jesuitas al país y la expulsión de monjas de esa congregación de nuestro territorio. El prestigio popular de Monagas se acrecienta de igual forma que aumenta el odio hacia los conservadores oligarcas.

- Segunda Presidencia del general José Tadeo Monagas (1855-1858)

Tomando en cuenta la mala administración en la presidencia de su hermano José Gregorio, el pueblo cifra sus esperanzas de renovación y progreso en el “Regenerador de la Patria”, “centro de esperanza de la Nación”, “elegido de los pueblos”, “deseado presidente”, “Sol de Oriente”, títulos que el popular daba a José Tadeo Monagas. S e le recibe en Caracas apoteósicamente.

El país seguía sumido en una total ruina económica y moral. El obispo Don Mariano de Talavera, describe la situación del país así: “los males físicos, morales y políticos se ha confederado para oprimir esta desgraciada república.

Carestía de la subsistencia, atrasos de la agricultura, amargo malestar, reclamos de las potencias extranjeras, epidemias, terremotos, silencio sepulcral de la prensa, erario exhausto, agio, justicia envilecida, garantías violadas, robos, asesinatos, odios, ciudadanos expulsados”.

Como podemos observar, éste, nuestro mandato de José Tadeo Monagas no nos aporta nada nuevo en cuanto a la situación política, social y económica del país y seguimos hundidos en un caos total, por eso surge una ferrera oposición que pide a gritos se reúna una constituyente con la fidelidad de poner fin a “la dictadura” de los Monagas. Mientras tanto, José Tadeo Monagas, tranquilo, imperturbable, seguro de su condición de primer mandatario, reforma la constitución para seguir en el poder y ésta reforma es aprobada por el congreso, la cual él manejaba a su antojo.

- Tercera Presidencia del general José Tadeo Monagas (1857-1862)

Por tercera vez nos encontramos con José Tadeo Monagas rigiendo el destino del país, esta vez en un período constitucional más largo, según la constitución de 1857 que él mismo aprobó.

Esta vez sólo dura trece meses en el poder, ya que la terrible depresión económica, los rumores de que estaba entregando la Guayana a los ingleses, el descontento político por la conducta nepótica y autoritaria del presidente y la nueva constitución, inferior políticamente a la de 1830, se conjuraron y dieron al traste con el régimen de los Monagas.

José Tadeo Monagas renuncia a tal Congreso y se refugia en la legación de Francia el 15 de Marzo de 1858.

Debido a esto, se forma una junta provisional de gobierno cuyo líder militar es Julián Castro. Para asumir la primera magistratura nacional, es nombrado Don Pedro Gual, conservador.

La Junta entra en acción el 18 de Marzo de 1858, fecha en que entran las tropas rebeldes a Caracas.

ACTUACIÓN DE JOSÉ GREGORIO MONAGAS

- Presidencia del General José Gregorio Monagas (1851-1855)

Ante la muerte inesperada de Tomas J. Sanabria, quien era el candidato del presidente José Tadeo Monagas, este se inclina con la idea de su hermano José Gregorio sea el próximo presidente, y en efecto así fue. Durante su presidencia la agitación popular se hizo más palpable, está preocupada ahora, por la continuidad de los Monagas en el poder.

Por primera vez liberales y conservadores se unen en su lucha contra el peligro que significa la hegemonía de los Monagas, pero esta sublevaciones fueron sofocadas totalmente por el gobierno. Durante este periodo, tanto gobernantes como gobernados cometieron crímenes incalificables unos en contra de otros. Así mismo, el pillaje azotaba el país. El desorden fiscal y la ruina de la agricultura se acentuaban. Esto naturalmente inestabiliza el régimen

CARACTERÍSTICAS DEL PAÍS PARA 1830-1864

POLÍTICAS:

El período que va de 1830 a 1864 se caracteriza porque, dentro de los diferentes régimes que imperan, se mantiene el caudillismo y se desarrollan los siguientes subperídos:

-La Hegemonía de Páez

-La Hegemonía de los Monagas

- La Guerra Federal

ECONÓMICAS:

La década de 1830 a 1840 fue de cierta bonanza económica, tuvo gran importancia la sociedad económica de los amigos del país, que se había creado desde 1829, con el fin de orientar la economía, con carácter de institución asesora. Los renglones que dieron mejores ingresos fueron la ganadería, el cultivo de tabaco, los derechos de aduana.

A partir de 1840 comienza una crisis económica que modifica paulatinamente el cuadro de bonanza. Baja el precio del café, que es el principal producto de exportación: de 0.9 peso por libra del año fiscal 1831-32 bajó a 0.6 en el año 1848-49. el segundo producto, cacao, apenas subió en los mismos años de 0.13 peso a 0.16, por libra.

La cantidad de café aportado bajo igualmente: de 37% de las exportaciones en el año fiscal 18831-32 a 22% en 1848-49. en consecuencia, bajaron los ingresos del tesoro.

SOCIALES:

El periodo del 1830-1864 presenta inicialmente una sociedad dividida políticamente: centralistas y separatistas, luego civilistas y militaristas, liberales y conservadores.

El hecho más trascendental fue la abolición de la esclavitud, por la cual los antiguos esclavos pasaron a ser ciudadanos.

La Guerra Federal dio por resultado un cuadro social de ciudadanos iguales ante la ley y la eliminación de los privilegios y los títulos de nobleza que persistían desde el periodo colonial. Sin embargo, el proceso social de la Guerra Federal no fue fácil.

CULTURALES:

Desde 1830 hasta 1864 una importante generación de escritores elevó el nivel cultural venezolano. Se destacan:

Los humanistas Fermín Toro fue político pero, más que todo, ensayista. Cecilio Acosta analizó la educación nacional.

Los historiadores Felipe Larrazábal y Rafael María Baralt. Larrazábal fue profundo investigador e intérprete de la Historia. Rafael María Baralt es quién primero escribió una historia sistemática de nuestro país.

Los periodistas en el campo político Antonio Leocadio Guzmán y Juan Vicente González.

PRESIDENCIA CONSTITUCIONAL DEL GENERAL CARLOS SOUBLETTE.

Durante la presidencia del General Carlos Soublette, se tornan ardientes las luchas entre los Liberales y Conservadores motivado esto, totalmente, por la depresión económica que sufre el país.

Esto trae como consecuencia que las masas de campesinos hambrientos se subleven en busaca de beneficios socio-económicos. Igualmente en este período la prensa se hace realmente libre, sin ningún tipo de cortapisos por parte del gobierno, con lo que se llega hasta a insultar a los gobernantes.

Además, se acentúa una coincidencia política definida y resurge el militarismo como clase dirigente políticamente, de igual forma el desprestigio de las clases dirigentes de la política del país llega a su máxima expresión.

La elección se Soublette hizo ver que el circulo político llamado “La oligarquía” por sus adversarios liberales, era muy difícil de desplazar del poder pues estos oligarcas además de contar con la jefatura real de Páez, poseían como individuos una larga y fructífera experiencia político-administrativa y esa “aureola” que la cultura intelectual y el poder da a quienes poseen estos dones.

Soublette proseguirá en su periodo constitucional la misma política que practico como vicepresidente y Presidente Encargado para completar el periodo del renunciante Doctor Vargas (1837-1839). Su relativa tolerancia política le llevo a profundizar el perdón limitado acordado con Páez en marzo de 1842 a los expulsados reformistas. El gobierno acordó en abril de 1843 que todos los proscriptos podían regresar (incluidos Santiago Mariño); completándose esta generosa amnistía con el Decreto del 21 de febrero de 1845, que rehabilitaba en sus grados, títulos, pensiones y condecoraciones a los que habían sido privados de ellas por el llamado “Decreto Monstruo” del 16 de marzo de 1836.

Revolución de la Reforma del 8 de julio de 1835

Vargas sale electo y recibe el poder el 20 de enero de 1835.

El 8 de Julio de 1835 estalló una insurrección en los cuarteles de Caracas, encabezada entre otros por Pedro Carujo(celebre comandante complicado en el atentado contra Simón Bolívar en septiembre de 1828), ya para ese entonces los marabinos se habían alzado(facción de Faria) y combatían pidiendo reformas.

Solo Santiago Mariño desde un principio se demostró solidario con los reformistas y mantuvo esa solidaridad hasta el final.

Los alzados de Caracas hicieron prisioneros al Dr. Vargas y el Vicepresidente Narvate y ante la negativa de éstos a acceder una renuncia formal fueron embarcados a la fuerza rumbo a San Thomas(colonia antillana de Dinamarca).

La historiográfica tradicional a recogido esta faceta de la revolución como la lucha entre la autoridad y dignidad constitucional de Vargas y la violenta cuartelada de Carujo en diálogos que personifican la distancia que hay entre la fuerza, el hecho, la imposición militar, etc; y la convicción ciudadana, el derecho, y la civilización.

CONCLUSIONES

En conclusión este período para Venezuela, fue un período de cambios, de enfrentamientos y de oposiciones, que dejaron aprendizajes.

Nosotros pensamos que Venezuela en este momento estaba siendo un conejillo de indias en cuanto a las pruebas políticas, y de gobiernos, el país todavía seguía pasando por crisis económicas fuertes como las del 24 de enero de 1848, teniendo enfrentamientos y problemas, sin que ningún gobierno lograra cambiar algo.

Este fue el inicio de enfrentamientos entre partidos políticos, que a medida que pasa el tiempo se han ido creando más, con distintas propuestas, colores, slogan, cada uno con un tipo de gobierno distinto, y nosotros los venezolanos nos hemos encargado de elegir al presidente que mejor propuesta de gobierno no ofrece, y el que satisface las principales necesidades que buscamos del país, como empleo, buenos hospitales, buenas escuelas, entre otros, así como hubo gobiernos buenos, hubo gobierno malos. Con este trabajo, vimos que la corrupción y la mal intención en los gobiernos, no es desde hace poco, sino que aproximadamente a partir del año 1847, con José Tadeo Monagas se estuvo viendo redes de corrupción de introducción de familiares al poder para poder mantener el control sobre el país.

También aprendimos sobre las actuaciones de personajes de nuestra historia, tales como José Tadeo Monagas, José Gregorio Monagas y Julián Castro, pudimos saber de la Presidencia Constitucional del General Carlos Soublette, y de la Revolución de la Reforma del 8 de Julio de 1835.

Esperamos que este trabajo sobrepase las expectativas del lector y que le sirva de material de apoyo en caso de que necesite información de la manejada en este.

INDEXARIO

1ª Presidencia de José Antonio Páez: 24 de Marzo de 1831

Revolución de la Reforma: 8 de Julio de 1835

Presidencia del Dr. José Maria Vargas: 9 de Diciembre 1835

“Decreto Monstruo”: 16 de marzo de 1836

Renuncia del Dr. José María Vargas: 14 de Abril de 1836

Publicación del primer número del periódico “El Venezolano”: 24 de Agosto de 1840

Regreso de los proscriptos: Abril de 1843

La Peor crisis: 24 de enero de 1848

Castro es arrestado: 1 de agosto de 1859,

1ª Presidencia de Antonio Guzmán Blanco: 13 de Julio de 1870

Elección de Francisco Linares de Alcántara: Febrero de 1877

2º Presidencia de Antonio Guzmán Blanco: En Febrero de 1879

Se decreta el “Gloria al Bravo Pueblo” como Himno Nacional: 1881

3º Presidencia de Antonio Guzmán Blanco: 15 de Septiembre de 1886

Presidencia de Joaquín Crespo: 28 de Febrero de 1894

BIBLIOGRAFÍA

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Antonio el Khaouli-Viloria Gioconda.Historia de Venezuela 8º. Caracas. Editorial Monte Alto.

Castillo Yépez Aureo. Historia de Venezuela 8º grado- Educación Básica. Caracas. Editorial Larense.

Dominguez Freddy –Franceschi Napoleón. Historia de Venzuela Contemporánea Primer Año de Educación Media Diversificada y Profesional. Caracas. Ediciones CO-BO.

Dominguez Freddy –Franceschi Napoleón. Historia de Venzuela 8º grado. Caracas. Ediciones CO-BO.

Leña Hurtado Miguel. Historia de Venezuela 8º. Caracas. Editorial Oxford University Press-Harla Venezuela.

S/A.Diccionario Multimedia de Historia de Venezuela. Fundación Polar

S/A. Historia de Venezuela 8º. Caracas. Editorial Santillana.

Características de los principales pueblos indígenas de Venezuela

Los indígenas que habitan actualmente en Venezuela son descendientes de aquellos primeros pobladores que llegaron a territorio venezolano hace miles de años, provenientes de diferentes lugares de la tierra, en especial desde Asia. Y aunque todos los pueblos presentan este origen común, cada uno de ellos ha desarrollado su manera de ser, adecuándose a sus condiciones particulares de vida.

En la actualidad sólo se tiene registro de los pueblos más numerosos, pero existen otros que aún se deben conocer y proteger.

• El pueblo wayúu. Es el grupo más numeroso de indígenas venezolanos y pertenece a la familia lingüística arawak. Se ubica principalmente en la península de la Guajira venezolana y colombiana (estado Zulia, en Venezuela, y departamento de la Guajira, en Colombia). Por eso, se les conoce también como guajiros. Algunos emigraron a otras zonas de Zulia y a los estados Mérida y Trujillo. Según los reportes del último censo indígena, este pueblo tiene 33.845 integrantes.

Los wayúu son monogámicos y poligínicos y su organización social está formada por clanes matrilineales a los cuales identifican con algún animal. En la baja Guajira construyen casas con palmas de cocoteros y madera, pero en la alta y desértica Guajira sus viviendas las hacen de barro mezclado con techos de corazón de cardones. Los hombres de las más apartadas regiones visten el guayuco; las mujeres, en casi todos los lugares donde se encuentran, su manta guajira. Son sedentarios y seminómadas y presentan un alto grado de aculturación debido al contacto con pueblos vecinos de criollos venezolanos, colombianos y otros extranjeros.

Su economía está centrada en la pesca y en la cría de ganado ovino, caprino, porcino y vacuno. Quienes se han asentado en las ciudades trabajan como técnicos o profesionales en los sectores público y privado. En épocas de lluvia siembran maíz, frijoles, patilla y melones. Son buenos artesanos y se dedican a la cerámica, la cestería, el hilado, el tejido de tapices, hamacas, chinchorros y alpargatas.

• El pueblo warao. Formado por 28.633 personas censadas, es el segundo pueblo indígena más numeroso de Venezuela. Se ubica principalmente en Delta Amacuro, pero también hay comunidades en Monagas, Sucre y bolívar, así como en la República de Guyana. Su nombre refiere a su inseparable curiara (una embarcación hecha de madera con la que comercian, juegan, viajan y trabajan y, donde además, duermen y son enterrados).

El grueso de la población vive en palafitos que ubican a orillas de los ríos y que varían de tamaño; los hay donde habitan desde 20 hasta 300 personas. Generalmente no tienen paredes ni divisiones internas. El mobiliario principal es el chinchorro que se coloca al lado de un fogón de barro, que ofrece calor en las frías noches y auyenta los mosquitos.

La autoridad en las familias la ejerce el suegro del esposo. Tienen sistemas de parentesco muy estrictos y se casan muy jóvenes. Actualmente visten a la usanza de los criollos, aunque aún se puede ver a algunos hombres vistiendo el guayuco. Las mujeres suelen adornarse mucho con semillas y huesos de animales.

Los warao son pescadores por excelencia, pero también cazan, recogen frutos silvestres, miel y cultivan algunos productos. Actualmente, se dedican también a la explotación de la madera y de la palma de manaca y moriche. Algunos trabajan en las fábricas de procesamiento de la palma de manaca, para la elaboración del palmito. En los conucos siembran ocumo chino, yuca dulce y amarga, plátano, cambur y caña de azúcar y, cuando las condiciones lo permiten, siembran maíz y arroz. Su vida también gira alrededor de la palma de moriche, a la que consideran una madre porque les proporciona su bebida, su comida y la materia prima para otros usos.

• El pueblo pemón. Se encuentra ubicado en la Gran Sabana, en el Parque Nacional Canaima y en la Sierra de Imataca, estado Bolívar. La palabra pemón significa «persona». Los pemón se dividen en tres subgrupos, que se corresponden con sus variantes dialectales: kamarakoto, taurepán y arekuna. No se pueden establecer delimitaciones geográficas rígidas, pero por lo general los arekuna se concentran en la zona norte del territorio pemón; los taurepán hacia el sur, en dirección este-oeste en la boca del río Maurak; y los kamaracoto se encuentran en la región de Kamarata y Urimán. Son descendientes de la familia lingüística caribe. Según el último censo, son 24.121, lo que representa el tercer pueblo indígena más numeroso de Venezuela.

Los pemón son principalmente horticultores, pescadores y cazadores. La principal actividad de subsistencia es la agricultura itinerante y de tala y quema, con la cual se elimina la vegetación de pequeños bosques para establecer los conucos. En ellos cultivan la yuca amarga y dulce, el ají, el mapuey, la batata, el ocumo, el plátano, el ñame y la piña. Basan su alimentación en la yuca amarga, de la que obtienen almidón, casabe y kashiri, una bebida con alto grado alcohólico. La economía, en algunas zonas, también está basada en la minería.

A los hombres les corresponden las tareas como la tala para los conucos y las labores de cacería. Las mujeres realizan las tareas relacionadas con la siembra y cosecha de los conucos y la preparación de alimentos. En general, son monógamos pero está permitida la poligamia. Son excelentes artesanos: la cerámica pemón es de la mejor elaborada, y por ende, sus ollas constituyen un producto tradicional de comercio. Además, tejen chinchorros y cestas de fibras vegetales. Algunos de ellos participan en el turismo. Construyen tres tipos de vivienda: la maloca o waipá, el tapuy y el tapuruka. La más común es la waipá, una casa redonda de tipo habitacional con suelo de tierra apisonada, paredes de bahareque y techo de palma y paja, con una o dos puertas de entrada y con pocas ventanas. También viven en churuatas. Los pemón son muy alegres, festivos y cordiales.

• El pueblo kariña. Pertenece a la familia lingüística caribe. Está disperso en el centro-sur del estado Anzoátegui, en el norte del estado Bolívar, en las riberas del río Orinoco (estados Bolívar, Apure y Delta Amacuro) y en el estado Monagas. Muchos de ellos han emigrado a El Tigre y Ciudad bolívar. Se registraron en el último censo 11.789 personas pertenecientes a este pueblo.

El largo contacto de los kariña con los criollos ha ocasionado un alto nivel de aculturación en sus comunidades; no obstante, ellos combinan los elementos socioculturales, religiosos y lingüísticos autóctonos con lo criollo. Viven en casas de palma, en viviendas rurales y en viviendas típicas del campesinado venezolano. Se dedican a la ganadería vacuna y porcina, a la avicultura, a la cestería, a la cerámica y al comercio. Las plantas alimenticias básicas de los cultivos de los kariña son la yuca, el maíz, el frijol y el plátano, entre otros.

La familia extendida está formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, más los maridos de ellas y sus hijos. Cada comunidad es autónoma; las decisiones relevantes se toman por consenso; la figura del «dopooto» o capitán ejerce un liderazgo centrado básicamente en su capacidad de negociación y persuación. La transmisión cultural depende de los ancianos, quienes garantizan la continuidad del idioma y las tradiciones más ancestrales de su cultura.

• El pueblo piaroa. También llamado wo'tuha, que quiere decir «gente pacífica», es riguroso y disciplinado y descarta todo acto de violencia física o verbal. Su idioma tiene influencias arawak y caribe. Se ubica a orillas de los ríos Puruname, Sipapo, Autana, Cuao, Guayapo, Samariapo, Cataniapo, Paria, Parguaza, Alto Suapure, Orinoco, en el valle del Manapiare, cuenca inferior del Ventuari y cerca de Puerto Ayacucho, estado Amazonas. Según el último censo hay actualmente 12.558 piaroa. Los piaroa son el vivo ejemplo del mestizaje, han dejado entrar en su cultura muchos elementos de sus vecinos criollos, pero a su vez ellos son herederos de las culturas ya extintas de la zona. De hecho algunas comunidades cuentan todavía con un chamán. Hoy en día hay docentes y enfermeros dentro de sus comunidades.

Hasta hace muy poco utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su cultura, tanto en su vestimenta con guayucos como en la vivienda (grandes construcciones cilíndricas cuyo techo de palma llegaba al piso) y en la pesca. Hoy han cambiado mucho su cotidianidad. La gran mayoría se viste como lo hacen sus vecinos criollos.

La gran churuata tradicional es usada sólo en unas pocas comunidades, mientras que la mayoría se organiza en casas unifamiliares. Los piaroa han sido considerados como buenos comerciantes, de hecho la actividad comercial con sus vecinos continúa hoy en día; incluso podría decirse que una buena parte de las frutas y de los productos derivados de la yuca que llegan a Puerto Ayacucho provienen del comercio con los piaroa.

• El pueblo guajibo. Está disperso al sur del estado Apure, al noroccidente del estado Amazonas, alrededor de San Juan de Manapire, en las riberas de los ríos Vichada, Tuparro, Tomo, Meta, Capanaparo y en el curso del río Orinoco. Este pueblo cuenta con cerca de 10.473 personas. Por su ubicación dispersa, se ha mezclado con los criollos pero sin perder del todo su identidad. Los guajibo, desde hace mucho tiempo, han sido nómadas cazadores y recolectores, aunque actualmente muchas de las comunidades son sedentarias y cultivan el conuco así como cazan y pescan.

Los guajibos visten como criollos y su vivienda se caracteriza por ser una construcción ovalada con techo de caballete y con paredes de hoja de palma. Habitan tanto las viviendas tradicionales como la vivienda rural y la criolla. Su bebida tradicional la preparan las mujeres y se llama mera, mezcla del mañoco (una variante de casabe, molido con agua y sin alcohol). Utilizan narcóticos como el tabaco, el yopo y el kapi. Comen carnes y huevos de morrocoy y tortuga, que abundan en la zona.

Dividen el trabajo de acuerdo con el nivel de aculturación y preparación profesional. Sólo los jefes, chamanes y personas muy estimadas pueden tener dos y hasta tres mujeres, pues la poligamia reviste cierto status o rango. Tallan la madera, practican la cerámica, la cestería y la cría de aves. Participan en la explotación de los recursos forestales de la región, en el turismo y en otras actividades.

• El pueblo yanomami. Su nombre significa «persona», «ser humano». Vive en el suroeste de Venezuela, entre la sierra Parima y el Orinoco, el Ventuari, el Caura y el Paragua, específicamente en las cuencas de los ríos Ocamo, Manaviche, Mavaca, y en el alto Siapa y el alto Matacuni, en el estado Amazonas. En Venezuela, la mayor parte vive en el Parque Nacional Parima-Tapirapecó; el resto vive en Brasil. Su población censada es de 7.003 miembros y es uno de los pueblos menos transculturizado de la región del Amazonas.

Forman familias extensivas que viven en shabonos construídos de palma, en forma circular y con un gran orificio en el centro, a cielo abierto. Allí pueden vivir entre 20 y 200 personas, dependiendo del tamaño. Las familias se organizan en torno al fogón. Los yanomami construyen sus casas próximas a sus conucos y cada cuatro o cinco años se mueven para acercarse a nuevas plantaciones.

Cultivan plátano, ocumo, yuca dulce, caña de azúcar, maíz y batata, además de cambur, aguacate, lechoza, pijiguao, tabaco y algodón, que usan para la elaboración de hamacas y de sus vestidos. Cazan regularmente animales, pescan y recolectan productos de la selva. La miel es un recurso natural muy apreciado para ellos. La artesanía la desarrollan las mujeres haciendo cestería y artículos utilitarios con bejuco de mamure descortezado.

Conservan sus elementos culturales, religiosos y lingüísticos. Sus vidas giran alrededor de sus creencias ancestrales. Forman una sociedad igualitaria y no jerárquica, pues los chamanes, quienes ejercen la autoridad moral, no poseen distintivos y entre las comunidades funciona el principio de reciprocidad.

• El pueblo añú. También llamado paraujano, pertenece a la familia lingüística arawak. Actualmente, su población censada es de 3.854 personas. Se ubica principalmente en la laguna de Sinamaica, en las islas San Carlos y Zapara y en Santa Rosa de Agua, en Maracaibo, entre otras zonas del lago.

Los añú viven en palafitos, el elemento más característico de su cultura, que construyen con madera de mangle y enea (una especie de hierba alta que crece en terrenos muy anegados). Para trasladarse de un palafito a otro, los añú se despalazan en pequeños cayucos o canoas o utilizando rústicas pasarelas a manera de puentes.

Su principal actividad es la pesca con redes y anzuelos. Antiguamente cazaban patos salvajes con un sistema manual sumamente rápido. Una de las actividades más características de este pueblo es el trabajo del mangle y la enea, que utilizan para elaborar elementos utilitarios, redes de pesca y artesanías como cestas y esteras.

Hoy en día han abandonado la mayoría de sus costumbres y son los ancianos los que aún conservan las pocas que quedan. No obstante hay un movimiento social de añú que está luchando por rescatar sus tradiciones y su idioma. Se caracterizan por ser muy buenos poetas populares.

• El pueblo pumé. Conocido también con el nombre de yaruro. Según el último censo, este pueblo cuenta con 7.269 miembros. Su carácter pacífico es uno de los rasgos distintivos de su cultura. Las comunidades pumé se ubican en la región central y sur del Estado Apure, cerca de los ríos Arauca y Cunaviche y, particularmente, en las riberas de los ríos Capanaparo, Riecito y Sinaruco.

Las comunidades son pequeñas, con menos de cincuenta habitantes organizados en varias casas unifamiliares. Las comunidades más pequeñas están conformadas por una sola familia extendida: un hombre casado con su esposa o sus esposas; sus hijos e hijas solteras, y sus hijas casadas con sus respectivos esposos e hijos.

Cada comunidad es autónoma, pero está encabezada por un capitán, quien desempeña una función social importante de representación ante el pueblo, como recibir a los visitantes y ser vocero ante las demandas externas, pero carece de autoridad real puesto que las decisiones más importantes las toma la comunidad por consenso.

La actividad agrícola se desarrolla en conucos y se siembran principalmente yuca amarga y maíz. Pescan en los ríos, cazan y recolectan en los bosques de galería y, en menor grado, en la sabana. En las últimas décadas, los pumé se han visto obligados a compartir su territorio ancestral con la población criolla debido a que, con el paso del tiempo, sus tierras han sido reducidas y han tenido que competir con los criollos por los mismos recursos. La mayoría de los pumé aún conserva sus ricas tradiciones culturales.

• El pueblo yukpa. Pertenece a la familia lingüística caribe. Este pueblo cuenta con un total censado de 6.688 miembros. Se ubica en la sierra de Perijá, desde el río Santa Rosa al Guasare, en el norte del estado Zulia. Sus viviendas son extremadamente sencillas entre las que se distinguen tres tipos: una con techos de dos aguas, otra de forma circular y la paravientos. Los techos son de palma o de hojas de bijao y casi todas carecen de paredes.

Los yukpa visten como los criollos, aunque algunos de ellos aún utilizan una manta típica rectangular con un hueco por donde pasan la cabeza. Las mujeres utilizan dos de éstas, una como falda y otra para el torso dejando el busto al descubierto. Suelen adornarse con collares de semillas ensartadas en hilos de algodón.

La agricultura de tala y quema sigue siendo su principal actividad de subsistencia, complementada por la caza, la pesca, la recolección y una incipiente ganadería. El maíz es el cultivo y alimento principal de los yukpa, combinado con la yuca dulce, el plátano y el cambur. El cultivo del café se ha extendido por todas las comunidades y constituye el cultivo comercial más importante. Los yukpa comercializan el café a través de su propia empresa cooperativa establecida en Machiques.

Población Indígena

Historia

Los indígenas que actualmente habitan Venezuela son descendientes de aquellos primeros pobladores que llegaron a nuestro territorio hace miles de años provenientes de diferentes puntos de la tierra, principalmente de Asia. Aunque somos muy parecidos unos a otros, hay diferentes maneras de ser indígena.

Por ejemplo los Yekuana y los Warao son reconocidos como excelentes navegantes y constructores de curiaras, pero habitan en lugares distantes y sus idiomas y algunas de sus costumbres son diferentes. Los Yekuana viven en la selva del Amazonas y la Guayana venezolana donde abundan los tepuyes y nacen muchos de los ríos tributarios del Orinoco. Construyen unas hermosas y grandes casas circulares de techos cónicos llamadas churuatas.

Los Warao por su parte, habitan en el Delta del Orinoco desde hace miles de años. Allí, sobre las aguas de los muchos caños que conforman el delta, levantan sus casas encima de una estructura de pilotes. Estas casas, muy parecidas a las que construyen los Añu o paraujanos en la Laguna de Sinamaica (Estado Zulia), son las que conocemos como palafitos.

Pero para todos los pueblos indígenas, así como para el resto de los venezolanos y muchas otras sociedades, el bienestar de la familia y la educación de niños y jóvenes, es lo más importante.

De acuerdo al Censo Indígena realizado en 1992, la población indígena de Venezuela sobrepasaba las trescientas mil (300.000) personas pero algunos consideran que en realidad son más de quinientos mil (500.000) indígenas, divididos entre unas veinticinco etnias. Cuando hablamos de una etnia, un pueblo o una comunidad indígena, nos referimos a un grupo humano que posee su propio idioma, creencias y costumbres y cuyos miembros se reconocen entre sí como parientes o descendientes de un origen común.

Es importante señalar que la mayoría de nuestros pueblos y comunidades se localizan en las fronteras, en las zonas limítrofes con Brasil, Colombia y Guyana.

La Diversidad de los Pueblos Indígenas

Es difícil saber a ciencia cierta el nómero exacto de pueblos indígenas términos utilizados como sinónimos para el Censo Indígena que existen en el país o en cualquier otro país con poblaciones análogas. Después de largos cotejos y un complejo proceso de toma de decisiones, el Censo Indígena optó por incluir el total de 28 pueblos indígenas, pero ello no debe tomarse como verdad definitiva y absoluta sino como una buena aproximación práctica que permite la operatividad necesaria en un campo de actividades donde ocupa un lugar muy destacado el criterio demográfico, además del antropológico y lingüístico. De este modo es factible que para otros censos se llegue a trabajar con un nómero mayor o menor de etnias, aun en el caso de que la situación indígena global que prevalece en el país no sufra mayores alteraciones.

En efecto, sin necesidad de agregar o quitar poblaciones reales, basta con cambiar uno o varios criterios clasificatorios para que salga un nómero distinto de denominaciones étnicas. Como en cualquier hecho de alguna complejidad, los criterios son variados y en alguna medida divergentes y hasta contradictorios: autoidentificación de las personas, identificación a partir de las poblaciones vecinas o alógenas, identificaciones hechas por especialistas y conocedores, autodenominaciones y heterodenominaciones, cultura global distintiva, alguna característica colectiva particularmente destacada; pero predomina por encima de todo la llamada Identificación lingüística, es decir, el idioma o a veces la variedad idiomática empleada por determinado grupo humano, en tanto diferente o contrastante respecto de las hablas vecinas.

No resulta difícil la escogencia inicial -a-veces casi intuitiva- de la lengua como criterio fundamental de clasificación étnica. Salvo situaciones límites, es fácil establecer cortes discretos entre sistemas lingüísticos inclusive afines. De este modo, se dice que en tal comunidad la gente habla yaruró, en la otra guajibo y en la de más allá español o cualquier otro idioma. En términos contrastivos tan simples cualquier equivocación resulta imposible. Además no parece haber rasgo alguno que sea tan fácil de precisar como un hablar característico.

Sin embargo cuando se desciende a la realidad concreta surgen complicaciones que dificultan significativamente el trabajo clasificatorio, aun utilizando un criterio aparentemente tan unívoco y transparente como lo es el lenguaje. Cuando se trata de hablas muy disímiles como el yukpa y el barí, por ejemplo, no tiene que surgir ninguna duda razonable; pero en el caso de variantes dialectales de una lengua no se da una fundamentación segura para la separación de identidades étnicas, a menos que se utilicen criterios distintos de lo lingüístico. Un caso típico es el de los guajibos y los kuivas, que han sido agrupados bajo el mismo rubro de "guajibos", más exactamente como diferentes subgrupos de guajibos, por este Censo; mientras que en otros trabajos de diversa índole los kuivas aparecen; como una población indígena particular. Es cierto que hay una ínter comprensión mutua entre unos y otros, tal vez en el mismo grado que la existente entre hablantes del español y del italiano, es decir, probablemente menos que entre el español y el portugués. En lodo caso, nadie diría que las dos poblaciones poseen un lenguaje idéntico. Al mismo tiempo, las discrepancias culturales son bastante obvias, si bien la autodenominación puede coincidir hasta cierto punto, por utilizar ambos grupos el término "jiwi" (gente). Este solo ejemplo ayuda a demostrar lo delicado que es establecer límites dentro de un continuo, como es el caso de los grandes diasistemas lingüísticos que sólo cambian gradualmente, de comunidad en comunidad o de región en región. Por ello no debería extrañamos que más adelante los guajibos y los kuivas figuren en rubros censales separados, o que se hagan otros acomodos de esta naturaleza, bien sea uniendo lo que estaba separado o viceversa.

La opinión póblica no especializada desconoce hasta qué punto las lenguas indígenas son o pueden ser diferentes entre sí, aun habiendo idiomas muy parecidos por el hecho de pertenecer a una misma familia lingüística. Muchos incluso se sorprenden al informárseles que la diferencia puede ser equiparable a la que se da entre el español y el chino o entre el español y cualquier otro idioma amerindio. Desde los albores del contacto, ha habido la preocupación de agrupar y clasificar las lenguas nativas de América, y hoy día se ha llegado a un refinamiento que es imposible reflejar en una breve reseña. Dejando de lado clasificaciones más atrevidas, entre las lenguas indígenas de Venezuela están representadas las siguientes familias lingüísticas bien establecidas: arawak (baniva, baré, kurrpako, wayuu, añó, piapoko, warekena, yavjtero); caribe (akawayo, kariña, japreria, makushi, mapoyo, panare, pemón, yekuana, yukpa. yavarana) chibcha (barí); tupí-guarañí (ñengató). Las demás lenguas ubicadas en territorio venezolano se clasifican como independientes, ya que hasta la fecha ninguna investigación las incluye de manera incontrovertible en las familias fundamentadas en semejanzas sólidamente comprobadas y reconducidas a un comón origen histórico.

Como subproducto lamentable de la aculturación inarmónica, ocurre en varias etnias la pérdida paulatina de la lengua materna en las nuevas generaciones. Sin embargo, este hecho no significa la separación automática de los no hablantes ni su I des identificación respecto de su matriz de origen, ya que muchas de estas personas continóan viviendo en las mismas I comunidades, comparten características culturales similares y I pertenecen a las mismas familias. Dada esa continuidad y coincidencia, así como en numerosos casos su admisión consciente por parte de los individuos involucrados, el Censo Indígena nunca ha tenido óbice en reconocer como indígenas a I los descendientes directos de hablantes de lenguas étnicas.

La situación se vuelve aón más complicada cuando se trata de comunidades históricamente rastreables como indígenas, pero ninguno de cuyos miembros conoce la lengua autóctona y a veces hasta ignora el tipo de lengua que hablaban sus ancestros. De todas maneras, muchas comunidades con tales características, sobre todo aquellas que siguen conservando importantes elementos tradicionales de raigambre amerindia, se autodefinen como indígenas, particularmente en el Oriente del país. Si bien no faltan casos en que dicha auto identificación está afincada en la posesión de antiguas tierras comunales o en un constante litigio por recuperarlas, el fenómeno de las llamadas "comunidades indígenas genéricas" no debe ser desdeñado o pasado por alto por la antropología u otras disciplinas sociales.

Al fin y al cabo, ni la lengua es el ónico criterio clasificatorio posible, ni existe razón alguna para asignarle a la categoría "indígena" atributos históricamente indelebles, ni mucho menos nos incumbe negarle a un grupo humano el derecho a identificarse de tal o cual manera, sobre todo si para ello aduce razones históricas contundentes. En todo caso, el problema de los "indios genéricos ", de quienes los "caribes genéricos" de Píritu del Estado Anzoátegui y otras zonas orientales constituyen un importante exponente, sigue en pie y posiblemente tenga que ser asumido por futuros censos indígenas, como ya de hecho ocurre en Brasil, Colombia y otros países de América.

Sin ánimos de agotar el tema, es significativo que tanto en Venezuela como en otras partes el término indígena ha venido ganando inclusividad en años recientes. En las condiciones actuales, es insuficiente y ahistórica la concepción estereotipada que identifica lo indio con sus manifestaciones culturales más tradicionales sin que ello signifique desconocer la legitimidad y valor simbólico de tales componentes ancestrales de cada cultura. Así como el liquilique no define necesariamente al venezolano, tampoco el guayuco o la manta guajira -de hecho una prenda de origen colonial son implementos imprescindibles para una identificación étnica.

Para concluir, hacemos hincapié en la idea de que tanto por razones estructurales como históricas es imposible y hasta innecesario postular criterios definitorios estáticos, dogmáticos e invariables para diferenciar al indígena del criollo o a las diversas etnias indígenas entre sí. Pero sí existen y son perfectamente accesibles distintos criterios diferenciadores -entre los cuales el factor lingüístico, sin ser el privilegiado, es el de más fácil aplicación- que resultan suficientes y de utilidad operativa inmediata, para definir y clasificar en forma ordenada la inmensa riqueza y variedad cultural que significa la presencia de poblaciones cuyo origen histórico remonta a tiempos previos al primer contacto con formaciones socioculturales no amerindias.

Lingüista Esteban Emilio Mosonyi

Algunos Problemas Relativos a la Trascripción de los Nombres Étnicos y de las Autodenominaciones

No hay necesidad de insistir en la complejidad inherente a la nomenclatura de las etnias indígenas, sobre todo en el decurso histórico que ha generado multitud de variantes gráficas y cambios aun más sustanciales. Por tal motivo el Censo Indígena, como cualquier trabajo profesional serio, tuvo que enfrentarse desde el principio con la tremenda dificultad de asignarle un nombre a cada etnia, sin lo cual habría resultado imposible realizar el Censo como tal, ante el cómulo de contradicciones que hubieran surgido en cada caso.

A todas las dificultades históricamente presentes debe añadirse una de corte más reciente, la cual consiste en aplicar su autodenominación algo muy similar a la misma a un nómero creciente de etnias que pugnan por reivindicar todo su patrimonio cultural, incluyendo su nombre colectivo. Por ejemplo, durante .largo tiempo la gente se conformaba con la palabra "guajiro", algunos inclusive escribían "goajiro", engendro casi impronunciable, sin que nadie se percatara, sin excluir a los propios indígenas sumidos en la vergüenza étnica, de que el, verdadero nombre o autodenominación de este pueblo es wayuu. En la actualidad el Censó Indígena se ha visto forzado a admitir esta autodenominación por la actitud justificadamente beligerante de las propias organizaciones indígenas. De todos modos, durante los óltimos años un nómero creciente de no indígenas está aprendiendo a reconocer e interpretar dicho término que ya circula profusamente en los órganos de prensa, si bien muchos se extrañan por la grafía "w", justificada en el idioma indígena mas muy poco utilizada en el español.

Para abreviar estas consideraciones, baste con constatar que ya existe un conjunto de autodenominaciones que han expulsado los anteriores nombres impuestos, de una forma virtualmente irreversible. El Censo Indígena'92, por ejemplo, habla de warao en vez de "guarao" o "guaraóno"; de pumé en vez de "yaruro "; de añó en vez de "parau jano "; de yanomami en vez de "guaica", al extremo de que este óltimo término se tornó obsoleto. Sin embargo, con otras autodenominaciones sigue habiendo problemas, bien sea por tratarse de nombres escasamente conocidos fuera del ámbito indígena, por haber serios desacuerdos entre los mismos indígenas en cuanto a la I grafía exacta que haya de utilizarse, incluso por lo impronunciable en español que sería hasta una forma simplificada de ciertas autodenominaciones.

Tal vez, el caso más llamativo sea la autodenominación wotuja [ü' wóthiha] mediante la cual la propia etnia interesada trata de suplantar la heterodenominación piaroa. Pero sucede que prácticamente ningón "criollo" conoce dicha autodenominación, cuya pronunciación correcta es además imposible para cualquier persona no versada en lingüística. Mientras tanto, la palabra d piaroa tiene, mal que bien, una amplia aceptación en Venezuela y el exterior, de suerte que su reemplazo podría crear confusiones muy difíciles de sobrellevar y justificar en el presente momento. Es posible que a mediano plazo vaya ganando terreno el nombre: wotuja, pero aón así es dudoso si el Censo Indígena '92 o cualquier otro documento o texto destinado a circular profusamente en medios lingüísticos heterogéneos deba utilizar desde ahora una forma netamente minoritaria, por decir lo menos. Albergamos el temor de que un uso prematuro y la exagerado de las autodenominaciones, lejos de ayudar a consolidar las etnias y su cultura, sólo llegaría a convertir el tema indígena en algo más esotérico e inasible. Obviamente, en textos redactados en lenguas indígenas, las autodenominaciones tienen que figurar sin discusión posible; pero tal vez no quepa ser tan radicales en el contexto escrito del español u otras lenguas de origen europeo. Sólo hay que recordar que para decir "alemán" no usamos en español la autodenominación "deutsch" ni "syuomalainen" para decir "finlandés".

Para cerrar este punto recomendamos dar preferencia a las autodenominaciones en la medida de que hayan adquirido alguna difusión y aceptación, sin caer en un dogmatismo forzado. Por lo pronto, parece preferible emplear eñepá por panare, jiwi o jivi (existen ambas formas) por guajibo, sólo a título experimental, al menos al tanto la presencia política y cultural de es las etnias nos lleve a adoptar una decisión distinta.

Hay otro problema fundamental que debemos tocar al margen de la polémica entre autodenominaciones y heterodenominaciones. Se trata de la forma ortográfica exacta que habrá de fijarse para cada nombre étnico, al menos para efecto del Censo y otros documentos oficiales. En este particular, el uso etnográfico internacional -en buena parte establecido por autores de lengua inglesa, francesa y alemana- ha logrado difundir ciertas gracias que a veces chocan con los hábitos ortográficos más netamente hispanos o hispano latinos. Tampoco en esto es aconsejable adoptar una postura cerrada e intransigente, pero hay que reconocer que se dan ciertas tendencias muy difíciles de contrarrestar en las actuales circunstancias.

Así por ejemplo, aparte de ciertos lexemas netamente hispanizados, como la palabra caribe, por ejemplo, las denominaciones étnicas parecen poco propensas a admitir el uso de la "c" y la "q" con valor de "k", o el empleo de la secuencia "qu" con valor semiconsonántico, utilizado históricamente sobre todo en la sílaba diptongada "gu". Por tal motivo, para lograr un mínimo de coherencia y unidad de criterios, nos parece viable emplear siempre la "k" y la "w" en denominaciones como akawayo, uruak, kariña, kurripako, piapoko, warao, warekena; yekuana. En muchas versiones, algunos de estos nombres llevan un apóstrofo en representación de una oclusión glotal o saltillo () que jamás se pronuncia en la escritura hispanizada. Por tanto no nos parece procedente, escribir en contexto hispánico ka'riña, e'ñepa, ye'kuana. Tampoco parece posible ya por razones históricas, escribir "wajiro" y "wajibo", aun cuando ello permitiría una mayor homogeneización de criterios en relación con formas como wayuu y warao.

Lingüista Esteban Emilio Mosonyi

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