Los Griegos crearon las bases culturales del mundo occidental

Los Griegos crearon las bases culturales del mundo occidental

Grecia es un país geográficamente muy fragmentado. La antigua Grecia se asentaba en el extremo sur de la península de los Balcanes, en las numerosas islas del mar Egeo, y jónico, y en las costas de Asia menor. De ahí que el territorio de la antigua Grecia comprendió tres grandes zonas: La continental, la insular, y las regiones colonizadas.

Además, gracias a un dinámico proceso de expansión colonial otras regiones aumentaron la influencia política, económica y cultural de la civilización griega. Con el tiempo llegó a formar uno de los bloques culturales más grandiosos de todos los tiempos.

A pesar de la dispersión geográfica y la fragmentación política que caracterizaba al mundo helénico sus habitantes siempre mantuvieron un fuerte sentido de identidad. La firme convicción de pertenecer a una cultura única y singular, conformó un pueblo extraordinario que dejó sus huellas hasta hoy, aportando vida a la historia.

El área de expansión geográfica en el mapa de la historia Griega antigua se puede desglosar así:-Al Norte la Penísula de la Calciria, que se sumerge tripartita en el mar.

-Al Sur, separadamente del resto del país por el Golfo de Corinto se extiende la Grecia meridional (Península del Peloponeso).

- La Grecia diseminada en el mar que posee grandes islas como Creta y Rhodas, y pequeñas islas como las Cícladas y las Espóradas.

Y por último, los territorios colonizados: Las costas e islas del mar Egeo: Todas las costas del mar negro; la costa del sureste del mar Adriático; en el mediterráneo, sur de Italia y la isla de Sicilia, llamada Magna Grecia; la Costa sur del Asia Menor -hoy Turkía- era en la antigüedad un territorio griego, denominado Jonia; la costa norte de Africa, donde está el actual país de Libia, y el delta del río Nilo. Y algunos puntos del sur de España y Francia.

Como vemos, la historia de la antigua Grecia se desarrolló en un escenario de difícil definición, pues no se trata de una nación en el sentido del concepto moderno del término con unos límites fronterizos bien definidos, sino, que en cada período los escenarios geográficos variaron de acuerdo a los movimientos expansivos. Lo cierto es que un rasgo de identidad cultural diferenciaba a los helenos de los demás pueblos, que ellos mismos llamaban bárbaros.

El legado de Grecia ha tenido una gran influencia en toda la cultura occidental. Todo lo Griego es de gran interés histórico, antropológico, y arqueológico. La cultura helénica es uno de los grandes pilares de nuestra civilización. De ahí mi fascinación por la historia de éste pueblo extraordinario, que creyó en el libre desarrollo de la inteligencia y la razón, y dio origen a las ideas de la democracia, el arte, el teatro, el atletismo, la filosofía, la arquitectura, la educación, el pensamiento racional y científico, la noción de sabiduría de la que deriva la filosofía.

Especialmente cabe destacar el ansia de saber y conocer, que los griegos sembraron en todos los pueblos. De un saber racional e intelectual, libre de toda sujeción dogmática, de ahí que la ciencia en su concepto como tal, surge en medio del universo de supersticiones y miedos de otras culturas orientales y occidentales de la misma época. Con la civilización helénica se abre un universo nuevo de cultura y saber, que se prolonga hasta nuestros días.

La ciencia helena poseyó un carácter completamente distinto a la de otros pueblos antiguos, pues rechazaron las complicadas doctrinas basadas en la magia, y la superstición, establecieron el principio de la vida racional y el concepto de abstracción.

¿Porqué llegaron los Griegos a éstas cumbres?

Grecia representó en la historia de occidente una cultura prodigiosa que pudo llegar a las más altas cimas de la creación humana. Uno de los principales motivos que los historiadores sugieren para ello ha sido el espíritu de perfección de los griegos, su exquisito refinamiento tanto en las artes como en la cultura en general, y sus ideales humanísticos.

El hombre es considerado la medida de todas las cosas.

Los dioses y la naturaleza son entendidos desde un punto de vista racional y humano. El ideal de belleza se buscó en todos los aspectos de la vida cotidiana y en todas las facetas humanas.

No se puede dejar de mencionar un elemento que es parte fundamental de la manera de ser del pueblo griego: su originalidad, ligada a su gran imaginación (no imitaron a nadie) y su unidad nacional. Ligada a la idea de la democracia y la libertad humana.

Inspirados en estas ideas pudieron alcanzar como alcanzaron, su rango de nación precursora en la historia de la cultura universal.

Las obras de Grecia mantienen una vigencia atemporal que las hace arquetipo y modelo hasta el día de hoy. Sus valores se aprecian con detalle en las artes, y sus manifestaciones en la literatura, arquitectura, pintura, escultura, cerámica, teatro… donde sobresalieron con grandes obras.

Los griegos y la literatura

En el panorama de la literatura universal los griegos ocupan un lugar especial pues su arte de la palabra ha ejercido un importante influjo sobre la posteridad. En cuanto al arte, los griegos se propusieron conseguir la armonía en el fondo y en la forma en todo lo que hacían. La estética clásica es manejo del equilibrio, el orden y la armonía perfecta.

Lograron ese ritmo interno combinado con la elegancia. Buscaron la serenidad y el equilibrio perfecto entre la palabra como forma y el pensamiento como idea. Consecuentemente se convirtieron en el ideal clásico, el modelo a seguir de las generaciones venideras.

En la actualidad la leyenda y el mito, la filosofía y el ideal de la estética clásica sirven de base para interpretar creencias, y actitudes, y crear nuevos estilos que recrean la esencia del ideal griego. La literatura comprende varias etapas que están relacionadas con el contexto histórico. Se inicia su período de formación en el siglo VIII a. C. y se extiende hasta la época de las guerras médicas en el año 499 a. C. Con el paso de los siglos ni la evolución de las formas literarias y de pensamiento han podido empañar su gran interés como objeto de estudio siempre vigente y actual, en sus valores formales y conceptuales que se afirman en el tiempo como referentes apetecibles, dignos de imitación.

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