Pedagogos Griegos Y Su Impacto En El Mundo Occidental

El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los caballos.

Platón

Pedagogos griegos y su cultura; impacto en el mundo occidental

La Grecia clásica es acertadamente considerada un parteaguas de la civilización; sin embargo, las personas de carne y hueso que produjeron esa cultura no pretendían crear obras maestras para engalanar los museos y las bibliotecas del mundo occidental, como a veces podría parecernos a algunos estudiantes de humanidades.

Sus grandes obras son nuestra herencia; sin embargo, es difícil que una persona de cultura occidental pueda entender a la perfección sus fundamentos o misiones. Pongo como ejemplo las prácticas esotéricas y creencias, en la misma medida que la democracia y cánones de belleza. Ambos eran elementos de su cultura, de su identidad, sin estar peleadas una parte con la otra.

Su organización era en ciudades-estado, donde existía alguna forma de gobierno democrático, pero fue en Atenas, donde alcanzó su estado más puro. Ya para el siglo V a.C. cualquier ciudadano que asistiese a las asambleas tenía completa libertad de expresión pública y poder para votar. Sin embargo, sólo los varones libres podían votar, excluyendo a las mujeres, así como a los esclavos.

Dado a que gran parte de la cultura occidental tiene sus raíces en la Grecia Clásica, es fácil pasar por alto el contexto real que sentó las bases de ese legado. Así que enfoquémonos a partir del año 450 a. C., cuando Atenas se convirtió en el centro cultural del mundo griego, empezando con los presocráticos; los filósofos de la naturaleza, llamados así por interesarse por asuntos del universo o de la naturaleza, de sus cambios. Dieron los primeros pasos hacia una manera científica de pensar, dice Jostein Gaarder (1998: 74) No se conserva casi nada de legados. Entre ellos están Tales, Anaximandro y Anaxímenes, los tres de Mileto; y Demócrito de Abdera.

Después los sofistas, que tenían en común con los naturalistas la práctica de adoptar una postura crítica ante los mitos tradicionales. Sin embargo, ellos se centraron en cuestiones del ser humano y su lugar como seres pertenecientes a una sociedad. Eran filósofos, los primeros profesores, y vivían de los servicios que prestaban (enseñar).

Se dice que más que enseñar a sus discípulos a aprender por sí mismos, les inculcaban el arte de la retórica, o discurso de persuasión, eso era tan importante que se convirtió en pieza indispensable en la educación.

Pero fue a principios del siglo V a.C. cuando nacieron las historias de Herodoto, las tragedias de Sófocles y los cuestionamientos filosóficos de Sócrates.

Los educados atenienses no sólo conservaban antiguas tradiciones, sino que su capacidad de apertura era limitada. Ningún ejemplo es más dramático que el de Sócrates a manos de su ciudad. Al principio trataba de buscar, como los primeros filósofos, explicaciones a misterios de la naturaleza del alma o del universo, pero después se centró en cuestiones éticas.

Su método se desarrollaba en tres momentos: el diálogo, la exhortación y la indignación, que deben combinarse con la ironía o acción de interrogar para salir de la ignorancia; es la parte negativa, o de reducción al error de lo que es falso, y la mayéutica, o acción de “dar luz”, es decir, hacer nacer la verdad, la respuesta a la que uno mismo ha llegado a través de interrogaciones.

Aunque él no dejó

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