Los Templarios

Es un hecho innegable que la mayoría de culturas tienen la creencia de que sus guerreros, heros, martires , al momento de morir, sus almas o espiritus ocupan un lugar privilegiado en los mundos divinos(Digase Avalon, Valhalla, Cielo, Olimpo, etc.) Este concepto forma parte de una estructura que es muy parecia en las diversas culturas. Esta estructura se ha impregna en nuestra psique. Por ejemplo el samurai en japón o el ksatriya en la india, pero sin dudar el representa de occidente es el caballero templario; corajo, honor, valentia, nobleza, una causa digna son las virtudes que tenemos en la mente al mencionarlos y ese toque traigo e injusto al final se completa el estereotipo de un heroe.

Muchos años antes del reafirme de Jerusalén, en 1099, un grupo de nobles cabelleros habian tomado la tarea de guiar y proteger a los cristianos que peregrinaban a tráves de las tierras santas. Estos nobles caballeros vivieron en una hostería cerca del templo de Solomón en Jerusalén en el momento de la primera cruzada.

Eran apenas 9 cabelleros y entre estos destacaban dos de ellos entre los cuales están: Hughes de Payns y Godofredo de Saint Omer, de estas dos personas nace la idea de incorporar caballeros de manera formal como una orden; en 1119 tomaron el nombre de ” Pauperes commilitones Christi Templique Solomonici”( Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón), aunque su nombre popular fue “Caballeros Templarios” y “Orden del Templo”.

La fundación de esta orden fue con un fin militar, de tal manera que la orden se diferenciaba de las otras dos ordenes religiosas del siglo XII , los Caballeros de San Juan de Jerusalén y los Caballeros Teutónicos, fundadas, como una instituciones de caridad, las cuales luego fueron militarizadas.

Los caballeros templarios fueron reconocidos formalmente por la Iglesia Católica en el Concilio de Troyes en 1128, fue San Bernardo de Claraval, el clérigo con más influencia en la época, fue el encargado de escribir las reglas por las cuales se debían regir.

San Bernardo se hizo cargo de los asuntos respecto a la Orden Templaria con entusiasmo y fue Hughes de Payns el primer Maestre de la orden. La idea de los monjes-caballeros militares se recibió con gran entusiasmo.

Un pequeño grupo de 5 caballeros recorrió los territorios Francia e Inglaterra para reclutar miembros. Se dirigieron primeramente a sus tierras natales con la confianza de ser aceptados, y poder obtener donaciones de dinero y propiedades para que la Orden pudiera apoyar sus actividades militares en la Tierra Santa. En este viaje lograron reclutar una cifra cercana a los trescientos caballeros, sin meter hombres de armas y escuderos.

San Bernardo de Claraval fue una pieza clave en la orden debido a la ayuda que logro conseguirles en Europa a los templarios. Ya que debido a los parentesco y las cercanías con varios de los nueve fundadores, este se esforzó al doscientos por ciento para dar a conocer a la orden. Debido a las altas influencias de San Bernardo en Europa, sobro todo en la corte papal.

Era de esperarse que San Bernardo aconsejara a la orden una regla rígida y que se aplicara a los caballeros tanto en cuerpo como alma. Participo en su redacción en 1128 en el Concilio de Troyes. Luego ayudo al Gran Maestre Hugo de Payens redactando muchas cartas que alagaban a la orden del templo, y la erguían como el ideal de la caballería e invitaba a las masas a unirse a este grupo.

La Orden de los caballeros templarios estaba dirigida por un gran maestre por debajo de este existían tres rangos: caballeros, capellanes y sargentos. Los primeros(caballeros) eran los miembros preponderantes y los únicos a los que se les permitía llevar la característica vestimenta de la Orden, formada por un manto blanco con una gran cruz latina de color rojo en su espalda.

Su servicio defendiendo de Jerusalén era inigualable y distinguido, aunque un poco ensuciado por sus pésimas relaciones con los hospitalarios que por el año 1240 se habían empeorado a tal magnitud que caballeros de cada Orden estaban luchando abiertamente en las calles de Acre.

Debido a que los Templarios enviaban frecuentemente dinero y suministros desde Europa a Palestina, inventaron un eficiente sistema bancario, en el cual la

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