MODELO DE DESARROLLO ESTABILIZADOR

Con este llamado modelo de desarrollo estabilizador la política económica se pudo orientar a conceder estímulos a la iniciativa privada y a la participación conservadora del sector publico en la economía. Después de 1955 hasta 1970 el país tuvo que experimentar un periodo de gran crecimiento económico.

Una de las muchas características de esta época fue la extendida estabilidad cambiaria y el fortalecimiento del ahorro. Debido a esto, a toda esta época se le llamo “el milagro mexicano”.

Todo este desarrollo estabilizador y según Solís (1994), la economía mexicana se inclinaba por varios objetivos, los cuales entre ellos estaban:

1. “Rápido crecimiento del producto real.”

2. “Estabilidad de precios.”

3. “Estabilidad de balanza de pagos.”

En pocas palabras este modelo quería reducir la inflación y hacerse de tecnología avanzada para maximizar el desarrollo industrial.

Y para poder lograr estos objetivos prometidos, se utilizaron varias acciones como “elevar el gasto público, controlar la cantidad de dinero mediante el mecanismo de depósito legal en el banco de México y el endeudamiento externo.”

Se desarrollarían las industrias, de electricidad, petróleo, acero, química, fertilizantes, entre otros. Este desarrollo lo que quería era proveer de riquezas al país e incrementaría la productividad y competitividad internacionalmente al disponer de una mayor tecnología.

Este modelo estabilizador requirió una inversión privada de capital, de origen mexicano y extranjero; y en 1970 el estado mexicano ya controlaba 53 empresas como inversionista con el 28% del capital total, pero finalmente las empresas extranjeras ya poseía el 20% de capital.

“El modelo de desarrollo estabilizador implico la intervención directa del estado en la economía, siguiendo las políticas planteadas por John Maynard Keynes. En consecuencia, la participación del estado como empresario (a través de las empresas paraestatales y estatales) e institución crediticia (como Nacional Financiera) permitió el llamado “milagro mexicano”. El PIB creció al 6.7% anual, y mientras que el incremento per cápita fue de 3.3% al año”.

Como todas las acciones, esta también tuvo sus consecuencias. El modelo de desarrollo estabilizador tuvo sus desventajas, la dependencia de bienes de capital del exterior condujo al incremento de la deuda externa a causa pues de este tipo de capital a largo plazo.

Para financiar el gasto público el gobierno limitaría sus actividades productivas, sanearía la hacienda pública y utilizaría el crédito externo solo en casos necesarios.

El modelo de desarrollo estabilizador, controló los precios, vigiló los comercios, impulso a la producción de alimentos básicos (maíz, frijol y trigo) con el plan agrícola emergente e importación de alimentos a gran escala para complementar las cosechas previstas en la planeación.

Pero como consecuencia a la aplicación de la tecnología a la producción industrial, se llevó a cabo el abandono del sector primario y ocasionaron el desempleo integral.

El atraso de la agricultura, manifestada a finales de los años 60 fue por la razón de la reorientación de la inversión pública y el abandono de los campos.

A demás de esto, los efectos del modelo de sustitución de importaciones, con la elevación de los precios del insumo agrícola, entre otras cosas, el sector primario quedó sujeto a los vaivenes de los precios internacionales y a los exagerados costos de producción, lo que trajo consigo la disminución de la versión privada la difícil situación de dependencia alimenticia, pues México paso de exportador a importador de granos.

Hacia mediados de los setenta, lo que señaló el agotamiento del modelo de desarrollo estabilizador fueron los siguientes:

• Tendencia creciente a la urbanización

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