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Macroeconomia


Enviado por   •  23 de Marzo de 2015  •  1.149 Palabras (5 Páginas)  •  213 Visitas

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DIVISIONES USUALES DE LA ECONOMÍA

La Economía usualmente se divide en: a) Economía Positiva( llamada también Teoría Económica o Análisis Económico ) y b) Economía Normativa ( llamada también Política Económica ).

Como la Economía se centra en los procesos de producción y distribución de ingresos reales. Cuando no hay recursos suficientes para satisfacer las necesidades y los deseos de los seres humanos, hay escasez y, por consiguiente, un problema económico.

Las teoría y las técnicas que se desarrollan en Economía son, de dos tipos: uno es el que describe " lo que es " ( análisis económico ) y el otro sirve para determinar lo " que debería ser " ( normas económicas ). Sin embargo, los dos tipos de actividades incluyen el uso de la eficiencia: cómo utilizar en la mejor forma posible los recursos existentes. Por ende, las buenas teorías económicas son lógicamente coherentes, pertinentes y con cierto grado de posibilidades de predicción.

ECONOMÍA POSITIVA.

LAS TRES PRINCIPALES DIVISIONES DE LA ECONOMÍA.

Como vimos en el esquema anterior el campo de la economía positiva está compuesto por: la economía descriptiva y la teoría económica.

Cuando nos encontramos en el campo positivo, nos interesamos en describir o en teorizar sobre determinado aspecto de la realidad, preocupándonos por los hechos, por la forma como son o según se presentan.

Asumiendo una actitud positiva, describimos, por ejemplo, lo que ocurre con las cantidades demandadas de un producto cualquiera, cuando el nivel de sus precios aumenta o disminuye, consecuentemente, podemos teorizar esta situación observada, formulando los principios que rigen este comportamiento, las teorías capaces de explicarlo mejor, las leyes sociales que podrán derivarse, o los modelos capaces de representar a nivel teórico la realidad observada.

Las elaboraciones teóricas entonces desarrolladas, podrán conducir a la siguiente proposición positiva: cuando el nivel de precios de determinado producto se eleva, las cantidades demandadas tienden a caer; cuando el nivel de precios se reduce, las cantidades demandadas tienden a elevarse. No hacemos hasta aquí ningún juicio ético. No pretendemos decir cómo deben ser los hechos. Sólo decimos cómo son.

Para un único problema o para una única situación real, difícilmente podrán ocurrir dos o más descripciones o teorías opuestas, conflictivas y verdaderas. La realidad es una sola y los principios, teorías o leyes que de ellas se desprenden, si son correctos y perfectamente ajustados a los hechos, difícilmente podrán estar en conflicto. " No existe -- observa Samuelson -- una teoría económica para los trabajadores y otra para los patrones; una para los rusos y otra más para los chinos." Hay concordancia, prácticamente universal, en torno a los principios esenciales de la economía positiva.

ECONOMÍA NORMATIVA.

La teoría económica tiene como propósito servir a la política económica; en esta división son utilizados los principios, las teorías, las leyes y los modelos explicativos de la realidad. Su utilización tendrá la finalidad de dirigir la gestión económica, en dirección a objetivos determinados. La política económica es, así, una rama esencialmente dedicada al condicionamiento de la actividad económica. Por lo tanto a la política económica se le conoce también como: ECONOMÍA NORMATIVA.

Los levantamientos hechos por la economía descriptiva, tienen la finalidad de apoyar los desarrollos elaborados por la teoría económica. Y éstos, en un desdoblamiento de carácter utilitarista, serán el apoyo de la política económica.

Así, por ejemplo, cuando empleamos la expresión política-económica gubernamental, nos estamos refiriendo a las acciones prácticas desarrolladas por el gobierno, con la finalidad de condicionar, orientar y dirigir el sistema económico, en el sentido de que sean alcanzados uno o más objetivos económicos, políticamente establecidos. Y estas acciones prácticas, debido a la complejidad del mundo económico y sus problemas, tienden a tener el respaldo de la teoría económica, toda vez que esta última está constituida por un conjunto de generalizaciones capaces de dar explicaciones lógicas y útiles a los hechos, a los problemas y a la compleja realidad sobre la cuál se pretende actuar

Cuando nos orientamos hacia el campo normativo, formulando juicios y proponiendo nuevas situaciones, nos enfrentamos a un enfoque muy diferente al enfoque positivo, tratando de examinar o proponer cómo deben ser los hechos. Cuando pasamos de las divisiones de la economía descriptiva y de la teoría económica hacia el dominio de la política económica, nos enfrentamos con certeza a la necesidad de proceder a juicios de valor.

Sí, por ejemplo, uno de los objetivos de la política económica gubernamental fuera mantener el nivel general de precios o el nivel de precio de determinado producto, actuaremos deliberadamente sobre la realidad observada, en el sentido de que ésta se comporta según los objetivos preestablecidos.

Así, mientras que en el ámbito de la economía positiva, el observador no se preocupa por juzgar los hechos ni en evaluar cada una de sus consecuencias sociales, políticas o económicas, en el ámbito de la economía normativa se fijan normas de conducta, procediéndose a los juicios correspondientes a los procedimientos prácticos que vayan a ser recomendados o derivados.

Los juicios de valor, los objetivos fijados, los instrumentos usados para alcanzarlos y las normas aplicadas por la política económica pueden tener un contenido polémico. Las alternativas adoptadas estarán bajo permanente juicio. Cualquier norma de acción que sea fijada, no podrá jamás estar exenta de evaluaciones.

Así, en el ámbito de la economía normativa, al fijarse determinadas orientaciones para la política económica, podrán ocurrir puntos de vista conflictivos. Esto se da cuando se pasa de las proposiciones positivas ( así es la realidad ) a las proposiciones normativas ( así debe ser la realidad ).

No podemos dejar de mencionar que el carácter normativo de la política económica está muy influenciado por posturas ideológicas. Las respuestas políticas a las cuestiones clave de la economía no son ajenas al partidarismo ideológico. Contrariamente, hasta sirven a las estructuras de poder establecidas o a las estructuras emergentes que se consideran alternativas.

Por los intereses en que se envuelven las proposiciones normativas de la economía, hay que reconocer que, en comparación con otras áreas del conocimiento humano, las relaciones entre ciencia e ideología son más notables cuando se trata de ciencia económica.

En síntesis, la economía debe comprenderse no sólo como ciencia social que mantiene fuertes nexos de bi-unidad con otras ramas del comportamiento, sino también como un conjunto sistematizado de conocimientos a partir del cual se formulan prescripciones sobre el ordenamiento o reordenamiento de la acción económica. A estas prescripciones, de carácter normativo, se atribuye la expresión economía normativa, para diferenciarla de la economía positiva a nivel de la que se busca la difícil, y no siempre alcanzada, exención ideológica.

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