Manos Milagrosas

Manos Milagrosas

Las escenas impactantes:

La película se llama “manos milagrosas” e inicia en una escena donde Ben se está lavando las manos.

La retrospectiva a la infancia de Ben. Como empieza siendo un cero a la izquierda y se convierte en un triunfador. Pero no en el hecho de haber mejorado sus notas, sino el constante apoyo de su madre en todo el proceso. El hecho de que la mamá de Ben impulsara tanto a él como a su hermano, aun con todas las dificultades… Me recuerda a mi propia madre, quien es quien siempre ha confiado en mí y que se que haría lo imposible para sacarme adelante. El amor de una madre.

Otra escena impactante para mí fue la entrega de los diplomas en la graduación de secundaria. Hay que recordar que eran los años 60s y que la separación de razas era muy marcada en los Estados Unidos. La expresión de desprecio por parte de la maestra, la idea que daba de “UN INFERIOR ES MEJOR QUE TODOS USTEDES JUNTOS, ME DAN PENA Y ME REPUGNAN”. No cabe duda que el haber sido una persona de color tuvo que haber sido muy duro durante esa época.

Avanzando a cuando se mueven a Detroit, lo que impacta es como Ben es arrastrado por lo que es la presión social por parte de sus iguales. El tratar de encajar en un grupo hizo que Ben caminara por malos pasos. De cómo le exige a su mama ropa nueva para poder encajar a como toma el martillo y lo agita amenazadoramente en contra de su mamá a como cuando quiso apuñalar a su compañero. Esa secuencia de eventos tan violentos… me hace pensar en que el contexto social en el que se encuentra uno lo afecta de una forma u otra.

Cuando ya se encuentra estudiando medicina en Yale, Ben hace la referencia en que él es bueno en la lectura y la novia le recomienda el faltar a las clases y aprovecharlas para leer en su lugar. Me recuerda a que no todos somos iguales, unos tienen sus métodos, otros tienen los suyos. No toda persona es igual, y por lo tanto, no todo método de aprendizaje se aplica a todos.

Avanzando rápidamente a cuando está en el hospital. Ben menciona que es el nuevo interno y la enfermera le informa que los doctores le están esperando para iniciar la visita médica. Visitan a un paciente con una enfermedad muy rara y el jefe le dice a Ben que le saque una muestra sanguínea. A lo que Ben no accede, informando que el niño padece de anemia. El jefe le dice, pues bien, usted hace aquí lo que yo mando, que en un dos por tres te puedo echar del hospital. Al ver que no tiene alternativa, Ben accede a tomar una muestra. Me hace pensar en lo que vivimos todos los días como externos en el servicio. La verdad es esa, mucho podremos llegar a aprender, podríamos saber cosas que los residentes no saben o ya no se acuerdan, podríamos realizar mejores curaciones, mejores procedimientos, pero esta la limitante de la jerarquía. Debido a que los jefes mandan a los R4, el R4 al R3, el R3 al R2, el R2 al R1, el R1 al interno, Interno a los externos, que un Jefe de una orden que el externo sabe que no debería de cumplirse, uno pensaría que debería de abstenerse de realizar la orden, conversarla y tratar de llegar a un acuerdo. Personalmente, esto es lo que más me ha molestado. Así como varios lo hemos comentado, nos ordenan curaciones de 2 o 3 veces al día, a veces son curaciones tan anticuadas como la de húmedo a seco. Curación con Curasorb, que se supone que se retira en las siguientes 24 a 48 horas, a nosotros se nos ordena curar con Curasorb 2 veces al día. Y ay de aquel que se atreva a desafiar al residente o al jefe, donde se le da a entender a uno que, ellos están arriba en la jerarquía y por lo tanto no tienen que dar explicaciones al que se encuentra debajo del escalón. Hay veces que se piden laboratorios y yo me pregunto ¿Porqué? A lo que se me responde, “es lo que la r4 quiere” y ¿porqué? “pues porque eso es lo que quiere”. A una paciente

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