Marc Bloch- Capítulo 1. La historia, los hombres y el tiempo.

La historia, los hombres y el tiempo- Resumen cap. 1

En el capítulo I, la historia los hombres y el tiempo el autor nos habla sobre las nociones acerca del concepto de historia,   la relación de la ciencia con los hombres y el tiempo, más ciertos postulados de estudio que se emplean en la historia: los orígenes, la relación entre pasado y presente y presente y pasado.

En cuanto al concepto de historia, el autor no precisa una definición extensa, el historiador dota  al concepto de toda su significación pero solo se atiene a delimitarlo de mejor modo, ya que frente a la inmensa y confusa realidad se ve necesariamente obligado a señalar el punto articular de aplicación de sus útiles haciendo en ella una elección de historiador. Pero, ¿qué es entonces la historia? Desde un lenguaje un tanto tradicionalista, se conserva el nombre de historia a todo cambio en la duración, en tanto hay historia sobre todos los fenómenos, entonces ¿Cómo se establece en la práctica la repartición de tareas? Mediante un ejemplo, el autor nos muestra que el trabajo histórico se realiza mediante la alianza de las disciplinas pero ¿por qué? Porque en todo acontecimiento aparecen fenómenos de origen, transformación y consecuencia, que son producto de cambios sociales, la obra de una sociedad que modifica según sus necesidades, el suelo en que vive es, un hecho eminentemente histórico. En síntesis, dice que la historia es la ciencia de los hombres.

 Por tanto, agrega que lo es de los hombres dentro de un tiempo determinado, porque el historiador piensa lo humano dentro de la categoría de la duración, ella constituye el plasma mismo en donde se bañan los fenómenos y el lugar de su inteligibilidad. A su vez, ese mismo tiempo verdadero, es por su propia naturaleza, un continuo y un cambio perpetuo. De estos dos atributos provienen los grandes problemas de la investigación histórica.

El primer problema refiere a la obsesión por los orígenes que existe dentro del campo de estudio de un fenómeno histórico, al autor este término le parece equívoco porque el origen no basta para explicar un hecho, sino que se debe aspirar a comprender por qué el hecho tuvo consecuencias siempre situándolo en el momento en que ocurrió.

El segundo problema que nombra es en cuanto a los límites de los actual y lo inactual, considera que la revolución de las técnicas ha aumentado considerablemente el intervalo psicológico entre las generaciones, los hombres sienten que ya no están determinados por el pasado y los historiadores desean evitarlos, desde el momento en que entran en juego las resonancias sentimentales, este límite está muy lejos de poder regularse.

Como cierre los dos últimos interrogantes nos plantean ¿se puede comprender el pasado por el presente? Y ¿el presente por el pasado? En cuanto al primero, el autor nos dice que es erróneo considerar a la evolución humana como una serie de profundas sacudidas, la observación prueba que en este inmenso continuo los grandes estremecimientos son perfectamente capaces de propagarse desde las moléculas más lejanas a las más próximas, siempre se debe establecer una escala de comparación entre pasado y presente. En cuanto al segundo interrogante, responde que la facultad de captar lo vivo es la cualidad dominante del historiador, ese contacto perpetuo con la realidad en una línea determinada es importante porque el camino natural de toda investigación es el que va de lo mejor conocido a lo más oscuro. En síntesis, no hay más que una ciencia de los hombres en el tiempo, y esa ciencia tiene la necesidad de unir el estudio de los muertos con el de los vivos, este conjunto es la historia.

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