Martinelli llega a la presidencia de Panamá envuelto en promesas de cambio

Martinelli llega a la presidencia de Panamá envuelto en promesas de cambio

El derechista Ricardo Martinelli asumirá el miércoles como presidente de Panamá, tras haber prometido en la campaña mejorar las condiciones de vida de sus compatriotas, en una región conmocionada por el golpe que el domingo destituyó al hondureño Manuel Zelaya.

Martinelli, un millonario dueño de supermercados, sucederá al presidente socialdemócrata Martín Torrijos, que culmina su mandato de cinco años con más de un 50% de aceptación ciudadana, según las encuestas.

Con Torrijos Panamá tuvo una de las mayores tasas de crecimiento económico de América Latina (8% anual en promedio), redujo su pobreza de 36,7% a 28,6% y bajó su desempleo a 6%, según cifras oficiales.

Martinelli, de 57 años, obtuvo 60% de los votos con un mensaje de "cambio", plagado de promesas de mejorar la calidad de vida de los panameños. Pero la crisis económica, que ya se siente en el país, puede complicar sus planes, advierten analistas.

"Ningún candidato en los 100 años de historia del país ha realizado tantas promesas electorales y ha generado tantas expectativas", dijo el analista Arístides Hernández, presidente de la agencia Latin Consulting, a AFP.

Martinelli ha prometido reformar los sistemas tributario, sanitario y educativo, erradicar la delincuencia y subir los sueldos de la policía.

También ha prometido otorgar una pensión de 100 dólares para los mayores de 70 años no asegurados e implementar un ambicioso plan de inversiones en infraestructura, que contempla la construcción de un metro en la capital panameña.

"El gran reto de Martinelli es cómo va a conciliar las promesas de campaña con esa realidad económica y fiscal que está viviendo el país en un momento de desaceleración económica y con promesas de bajar los impuestos", dijo el economista Horacio Estribí, asesor de Torrijos, a AFP.

Hernández estima que el gobierno de Martinelli necesitará al menos unos 1.000 millones de dólares de ingresos adicionales a 4.400 millones de ingresos corrientes para cumplir las promesas, en un contexto donde este año el crecimiento económico ha estado por debajo de las previsiones.

Otros desafíos serán la ratificación de un TLC con Estados Unidos -empantanado en el Congreso de Washington desde 2007-, enfrentar las acusaciones de que Panamá es un paraíso fiscal y desarrollar políticas para frenar el aumento del desempleo.

"Martinelli dice que será pragmático en política exterior, pero siempre que puede atiza a los gobiernos progresistas de la región, lo que nos puede traer problemas porque además son la mayoría", dijo Julio Yao, ex asesor de Exteriores en los años 70, a AFP.

Sin embargo, esto es negado por Carlos

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