Me Interesa Saber
beatriz_avalos4 de Junio de 2012
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Crónica de una Pasión.
completamente desnuda y contemplar su belleza exterior, apasionadas caricias y besos tiernos era lo que yo sentían como un sueño hecho realidad, recorriendo centímetro a centímetro, todo su cuerpo con caricias sensuales que despertaron un hambriento deseo interminable de placeres muy intensos perdiendo sentido del tiempo existente, con pasión y delirio al sentir cada latido de su corazón, pegados el uno con el otro fue un deseo desmedido, dos cuerpos tan lejos se unieron en uno solo de manera encendida
desbordados de pasión con besos llenos de tanta lujuria, dulzura, pasión y emoción para luego despertar juntos y decirse adiós.
Anónimo.
anaaaaAanonino
anonimo
Capitulo 1
Tamara mujer madura, en el otoño completo de la vida, todavía fuerte, vigorosa, sensual, emocionante, impresionante y sobre todo muy motivada a seguir por la vida con ese ímpetu y garbo. De estatura regular, de complexión robusta, pelo corto, de facciones un poco orientales, ojos pequeños, rasgados y expresivos, nariz corta bien figurada, boca mediana de labios carnosos, morena clara, todavía de pechos firmes, con unas piernas espectaculares…con una muy singular manera de vestir. Espontanea, sincera y simpática. Uno de sus múltiples placeres la política. Le apasiona, pero no es para casarse con ella. Actualmente esta como presidenta interina del partido recién formado Alternativa Social Demócrata y campesina, en donde había que levantar polémica y gente para las próximas elecciones del 2007, a la presidencia de la república, con la abanderada a la candidatura una mujer con la cual hubo algunas malas interpretaciones, las cuales nunca se comentaron ni se llegaron a llego a ninguna conclusión.
A manera de recorrido, visitando a los prospectos a candidatos, a los representantes provisionales del partido en los diferentes municipios del estado de baja california, Le gusta viajar sola, tomar carretera y disfrutar cantando con los Fernández. Vivir y disfrutar el paisaje.
El mes de octubre del año 2005, una mañana fresca y luminosa, toma su auto un pointer WV modelo reciente y viaja a velocidad moderada por la carretera rumbo a Tijuana.
Hace su primera parada oficial en los tacos Lalo, - la mayoría de la gente que vive en la planicie baja del estado de Baja California cuando sube la sierra, la parada oficial y casi obligatoria son los tacos al vapor-
Eran como las 11 de la mañana, y al llegar al restaurantito, se encontraban completamente solo, nada más los empleados y ella. Pido sus 3 tacos al vapor sin cebolla, y mi agua de cebada. Tomo una mesa un poco retirada del mostrador, y se sienta plácidamente a comer su suculento desayuno-comida.
Iba por el 2do taco cuando se presenta un joven de estatura mediana, delgado, de tez clara, ojos café claro, serio, vestido al estilo vaquero, botas, sombrero, pantalón mezclilla y camisa a cuadros. y sus miradas se entrelazaron por un momento.
Hace su pedido, y se sienta en diagonal a su mesa. Su mirada es demasiado insistente, y Tamara se hace 2 preguntas....o este cuate me conoce? o le gusto? Le da vuelta a su cerebro para saber en dónde o como lo conocía, y no logra ubicarlo. Y llega a la conclusión de que le gusto.
Era tal la insistencia de la mirada, que sus últimos bocados se los trago apresuradamente. A estas alturas de su vida, una mirada penetrante e insistente la alterada… se levanta, le hace una señal de despedida, y sale del local. Apenas se estaba acomodando en el carro, cuando intempestivamente la aborda en el vehículo y le dice:
- Señora, buenos días.
- Nos conocemos ¿?
- No, simplemente me llamo la atención, es usted muy guapa.
- Ah!!!…gracias… y a dónde vas?
- A Mexicali, me llamo Arnoldo Leal, y soy caballerango.
- Mucho gusto, yo voy a Tijuana.
- Podría darme su teléfono para vernos con más calma ¿?
Le dio su tarjeta de presentación.
Hace el recorrido, normal, sin más incidentes, de regreso a Mexicali, se le olvida el encuentro, ya que no despertó ninguna emoción en su persona… se va de vacaciones a Puerto Vallarta 10 días.
Una tarde, preparándose para la clase de soldadura, entra una llamada:
- Bueno??
- Valla hasta que la encuentro ¡!
- Quien habla ¿?
- El caballerango que conoció en la rumorosa.
- Ah!!! En que puedo servirte
- Podríamos vernos?? Le he estado llamando y no había podido dar con usted.
- Bueno, mira tengo clase a las 5 de la tarde, podríamos vernos como a las 4 en el Vips.
- Bien, pero mejor la espero en el estacionamiento.
Termina de hacer sus asuntos, y prepara su material de trabajo, igual que su indumentaria. Zapatos reglamentarios de soldador, pantalón grueso, y camiseta de la escuela.
Sale a las 3.50 de la tarde, para su cita con el casi desconocido de la rumorosa.
Sin ningún sentimiento encontrado, sin ninguna ilusión, sin ninguna esperanza de ligue. Sin la coquetería típica de la mujer, sale a enfrentar nuevamente su destino.
Cuando llega al estacionamiento, de repente, un joven le toca el vidrio del carro, y se sube al asiento del co-piloto. Y lo primero que Tamara le dice antes de saludar…
- sabes, me molesta muchísimo, tener que ver a alguien en el carro, porque no vamos al restaurante y tomamos un café ahí?
-a mi me parece más seguro aquí.
- seguro ¿?... Eres casado ¿?
- sí, pero no quiero ofenderla. Yo soy un hombre pobre, pero muy honesto, honrado, y trabajador.
- y que buscas ¿? Que quieres ¿?
- solamente platicar
- ah!!!
Tamara Ve su reloj a manera de… ya me voy…y le digo que ya es tarde, debo de ir a la escuela. Y Arnoldo dice < podría darle un beso ¿?>
Se quedo pensando unos segundos, y accedo a la petición. Total, un beso no es nada. y como el tipo no había despertado en ella ninguna emoción, ningún sentimiento encontrado, nada que pudiera complicarme la vida. Solamente una babeada y ya!
Oh craso error!
El chico… sabia besar!
Solamente 2 veces en su vida había experimentado esa sensación… la primera fue cuando ella tenía alrededor de 14 años, que en aquella ocasión era su primer beso, Rafael Polanco, un amigo de su hermano enrique, que había ido a visitarlo a su casa, tocan la puerta, y abre ella , Rafael sin decir media palabra, se prende de la boca de Tamara, y le planta un tremendo beso, de esos que te hacen perder la perspectiva… ella pensó que por ser el primer beso así se sentía, y cuando siguieron los otros besos de los otros chicos , no eran igual, luego entonces Rafael Polanco fue un icono en la vida de Tamara.… casi 40 años después lo vuelve a experimentar… sintiendo esa sensación de mareo, de flaqueza, de desfallecimiento de no tocar tierra, de perder el control, de no saber a ciencia cierta que está pasando, de que le importa poco lo que le rodea, de que estaba en un estacionamiento y le molestaba.de que su imagen se fuera al suelo.!
Una sensación muy hermosa en todo su cuerpo, Sentir el estomago revuelto, con un sofoco en el corazón, con la respiración entre cortada, ahogada y acelerada, con una estimulación sexual exagerada, con las piernas temblorosas, que si hubiese estado de pie, se tambalea. Con la taquicardia exacerbada y sintiendo el corazón en la garganta. Que culmina en la vagina con abundante líquido caliente, sin haberla tocado
Fue un beso, podría decirse, de película. Impactante, impresionante, inverosímil. Sin medir las consecuencias… con el cerebro turbado y tanto en blanco…
Prende el carro sin decir nada, y sale del estacionamiento, tomo la carretera san Luis, y se introducen en un motel.
Hacen una cola de 2 carros, y él le pregunta…
- Y aquí que ¿?
- Bájate!, y paga !
Fue un encuentro sensacional, colosal, hermosísimo.
Cuando ella pensaba que nunca iba a despertar una pasión de ese tipo, de esa dimensión, que su tiempo había concluido, que las pasiones de ese forma, ya eran historia, y que además no había vivido en sus tiempos de juventud, ese tipo de emociones, estaban ya caducadas, fuera de programa, fuera de su vida… sin digerir la situación, sin entender del todo no podría dar crédito a que ese joven se fijara en una mujer otoñal.
El, Arnoldo Leal, un joven fuerte, fornido, delgado, esquicito, sensual, y atractivo, de una edad aproximada entre los 33 años, estaba ahí, frente a ella, en un lugar apropiado, con los elementos necesarios para disfrutar la pasión desbordante que sentía, y se vivía en ese instante. y el mejor de los casos, es que era mutua, el también estaba emocionado, excitado, y trastornado por los acontecimientos que no hubo nada de tiempo para pensar, razona y digerir la información.
Sin medir las consecuencias futuras, sin pensar en nada, solamente en el hoy y en el momento, deja vivir el torrente de pasiones reprimidas, acumuladas por los años, que le llegan a tropel, y decide dejarlas fluir sin cuestionar, sin preguntar, sin censurar.
Tratando de disfrutar al máximo esas horas placenteras, solamente pensando en ella, y sintiendo ella.
Salieron por la noche, lo dejo en el estacionamiento, y enfilo a su casa, con la mente en blanco… al estar acostada en
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