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Memorias De Una Reina


Enviado por   •  25 de Marzo de 2015  •  2.252 Palabras (10 Páginas)  •  203 Visitas

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I.DEL SUEÑO A LA DESILUSION

Aun lo recuerdo muy bien yo tan solo tendría 8 años y veía como mis hermanos dejaban de respirar, un día podíamos estar jugando y soñando pero al siguiente nuestros “dioses” tendrían otro destino para ellos, si así fue que todos mis hermanos murieron a su tiempo, un tanto adelantado quizás pero nosotros no controlamos aquello murieron todos y como era de suponerse mi padre tendría además de mi madre otras esposas, concubinas y por lo tanto también otros hijos.

(GRAFICO NIÑOS MUERTOS)

A pesar de ellos mi padre me brindaba la atención necesaria incluso un poco más que a mis hermanastros me atrevo a decir por supuesto debo mencionar que mi descendencia es de la misma Ahmose-Nefertari

y de todos yo fui la que acompañaba con mucha atención los sueños de mi padre, desde que mi memoria lo recuerda mi padre hablaba mucho de poder, de gobernar, de llevar nuestras ciudades a lo más alto, aquel día entendí que yo me esforzaría al máximo para complacer los sueños que mi padre tenía.

(AHMOSE-NEFERTARI)

Antes de continuar yo nací en Tebas dentro de la dinastía XVIII de Egipto, durante mi infancia junto a mi padre tuve la dicha de conocer los colosos de memnon, el templo de Abu simbel y mi favorito el templo de karnak… Mientras conocía más sobre nuestros antepasados y todos aquellos faraones yo empezaba a soñar con un día ser como ellos.

(GRAFICO COLOSOS DE MEMNON)

(TEMPLO ABU SIMBEL)

Con el paso de los años, mis pensamientos cambiaban, claro que nunca perdía de vista el poder que mi padre de alguna forma inculco en mi infancia, mi padre había tomado la posición de faraón como Tutmosis I, por lo cual últimamente andaba mucho más ocupado que antes , en casa andaba mucho más aburrida cada día era: la misma casa, las mismas actividades, la misma rutina y por si fuera poco mis hermanastros y sus madres que trataban de enloquecerme siendo yo la que heredaría el reinado de mi padre.

II.ABRIENDO LOS OJOS

Cansada de ese entorno al cumplir 14 años le implore a mi padre para que me dejara emprender un viaje sola, el acepto pero no fui exactamente sola, era la hija del faraón y temía por mí, así que fui acompañada de una caravana de soldados para que cuidaran de mí, entonces iniciamos un viaje a Memphis, cuando partimos solo pensaba en salir lo más lejos que pudiese de casa, salir de aquel sofocante lugar, por supuesto a mis padres excluía de esto, solo quería buscar un propósito, un destino para mi vida, porqué de todos mis hermanos solo quede yo, porque siendo la hija del faraón me sentía tan vacía…Pero jamás imagine cuanto cambiaria todo, durante el viaje, cuando fuimos no quería parar en ninguna ciudad hasta llegar a Memphis tenía mucho que pensar y reflexionar.

(PIRAMIDES DE GIZA)

Cuando llegamos a Memphis pasamos por el Cairo y por Giza fuimos a ver las majestuosas pirámides de Keops, Kefren y Micerino, y también aquella esfinge que en su mirada llevaba misterio, parecía tener miedo quizás no era la única persona que tenía miedo de lo que mi vida significaba.

(ESFINGE)

Aún tenía muchas dudas, pero empezaba a abrir los ojos quizás no estaba tan perdida como creía.

Seguimos camino de vuelta y pasamos por Saggar, Dashut hasta Amarna…dulce Amarna, nos detuvimos solo para descansar y abastecernos de alimentos pero fue en ese momento mientras caminaba que entre las personas y comerciantes un singular joven que estaba bebiendo agua, sin que se diese cuenta trate de acercarme lo más que pude hacia él, no era el más esbelto que había visto, pero llevaba en si algo muy especial muy particular que en nadie más había visto antes, no sé si era su mirada, la forma en la que bebía el agua o su sonrisa, no sabría especificar para mí era especial en su totalidad , trate de acercarme más necesitaba conocerlo por lo menos saber su nombre, entonces él se dio cuenta que lo acechaba y me miró fijamente, como una bestia a su presa, no supe cómo reaccionar entre mis afectos y sentimientos me perdí en su mirada hasta que un soldado lo llamo y se fue.

Esa noche no podía dormir entre tanto que ordenar en mi cabeza recordé las ocas de meidun,

por primera vez entendí la belleza de lo simple, pensaba si tendría la oportunidad de volver a verlo trataba de escapar de la realidad de que mañana alistaríamos todo para partir a Karnak y luego a casa, al día siguiente desperté con la esperanza de verlo más tarde hable con los soldados para quedarnos unos días más que quería visitar algunos templos. Pasaron los días y no pude encontrarlo la caravana que me acompaña me exigió que continuáramos el viaje… y acepte sin pensarlo empezaba a entender que las decepciones son parte de la vida que forman nuestro carácter, al salir varios hombres se unieron a nuestra caravana.

Camino a Karnak todo volvía a la monótona normalidad hasta que un día un joven, si aquel joven al que había buscado tanto se presentó ante mi ofreciendo sus servicios como funcionario y arquitecto a mi familia, mientras me hablaba yo no dije nada solo pensaba ¿cómo fue que llego aquí? Su nombre era Senenmut. Estaba segura de que el me reconocía desde aquella tarde en Amarna, acepte sus servicios aunque era mi padre quien daría la última palabra por supuesto el desidia era el Faraón después de todo.

(GRAFICOS CLASES SOCIALES)

Llegamos a Karnak y le pedí que me acompañara al templo de la Amon mientras caminábamos por la calle de esfinges

Empezamos a conocernos yo estaba segura que mis afectos no habían pasado desapercibidas delante de él y el también mostraba cierto interés y cuidado con migo fue en Karnak que me di cuenta que no quería pasar ni un día más lejos de él, mi viaje llegaba a su fin y mis planes tenían otro rumbo había aprendido mucho en este viaje ahora debíamos volver a casa(Tebas).

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