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TRIBUTO Y TENENCIA DE LA TIERRA fi EN LA SOCIEDAD AZTECA* Roger Bartra A PRINCIPIOS del siglo XIV, después de más de un siglo de migración desde el noroeste de México, la pequeña pero belicosa tribu mexica se establece en el valle de México, y funda lo que más tarde será la más populosa ciudad de fa América precolombina: Tenochtitlán. Nunca un Estado había alcanzado en Mesoamérica un poderío tan gran- de. El imperio se extendía hasta tocar ambos océanos y la capital, con sus zonas adyacentes, alcanzó una población de más de 700 000 habitantes. Sin embargo, el desarrollo tecnológico de este pueblo no era significativo; la agri-cultura era sumamente primitiva, basada generalmente en el sistema de roza con instrumentos de labranza muy burdos (coa, bastón plantador de madera); el uso de los metales para la elaboración de implementos agrícolas era des-conocido, salvo entre los tarascos del occidente de México (quienes ap!icaban una hoja de cobre a lo punta de !a coa), que no fueron dominados por los aztecas. La mayor parte de su utillaje era !hico, aunque los artesanos usaron instrumentos de cobre (cinceles, punzones, hachas, cuchillos, agujas); pero los meta!es eran básicamente usados para propósitos suntuarios. Tampoco los az-tecas, como ningún otro puebk9 mesoamericano, domesticaron animales que pudiesen ser usados como medios de transporte, carga o tracción. Por otra parte, el uso del riego ha sido comprobado plenamente; en in época de la Conquista por lo menos cuatrocientas aldeas usaban sistemas de regadío; era conocido también el uso de terrazas y, especialmente en el río Balsas, se practicaron cultivos de humedad en terrenos inundados y fertrizados periódicamente por las avenidas de los ríos; en ciertas zonas se practicó la siembra en almácigo, el trasplante y se emplearon abonos. Quizás el sistema ele cuttivo más productivo fue el de las chinampas, plataformas construidas en !a superficie de los lagos (especialmente en los lagos de Xochimilco, Zumpan-go, Xaltocan y Chalco) a base de capas de Iodo y plantas acuáticas. Sin em-bargo, los sistemas de riego, Si bien se extendieron, no constituyeron la base del poderío estatal, ya que su construcción, control y mantenimiento siempre recayó en las comunidades; algunos trabajos hidráulicos importantes fueron llevados a cabo en el valle de México (acueductos, canales, diques). Además, es necesario señalar que las chinampas sólo pudieron existir después de la construcción de los diques-calzada que daban acceso a Tenochtitlán y que regulaban el nivel de los lagos; dado el sistema de precipitaciones del valle de México, sin el control de los diques la chinampa quedaba expuesta en secarse o a ser cubierta por las aguas. El desarrollo económico registrado a el valle de México es explicado por el arqueólogo Armillas por sus " condi.. ciones ideales... para el sistema de cultivo de chinampas, cuya productida vi hizo pcsibie la excepcional densidad

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