Mi Historia

Hace muchos años, la vida se tornó en guerra, una que duró mas de 100 años entre ángeles, los caídos, y demonios combatida en el inframundo.

Varias razas de seres unieron fuerzas y lucharon contra las demás clases…

Nuestra historia toma vida en las razas demoniacas… entre ellas, una raza llamada Rakshasa; seres tigres humanoides de alto poder arcano mágico y sentido de la caza.

Esta tribu iba al frente de la guerra defendiendo las malditas tierras del inframundo, para todo ser proveniente de allí, esas tierras eran sagradas, pues guardan secretos aun no descubiertos, secretos que los mismos legendarios Reyes demonios han guardado luego de su partida al “nunca jamás”. Estos reyes crearon todo lo que toma terreno en el inframundo.

Pasado el tiempo, los 3 mundos firmaron un tratado de paz hacia las 3 naciones; ningún ser debe pisar las tierras de otra raza sin permiso del líder o dictador de las dichas.

Tiempos de guerra llegaron a su fin, con la caída del tirano rey Durania, anterior dictador del inframundo; llevando muchas tierras al caos e iniciando esta guerra.

La tribu Rakshasa fue manipulada para guiar la guerra, pues les habían engañado.

Estos quedaron muy mal heridos, y el número de la tribu se disminuyó a un nivel crítico en que ya solo quedaba un pequeño pueblo. Entre estos, existía un pequeño crio, era un caso muy peculiar entre la especie; poseía grandes habilidades de lucha cuerpo a cuerpo, gran velocidad y destreza a tan poca edad… pero, su discapacidad mágica lo diferenciaba del resto de su clan. Su padre, actual líder del clan Rakshasa, le otorgó un arma legendaria, protegida por el clan; el brazal del tigre y el anillo del cazador, en compensación de su deficiencia mágica.

Cuando el Rey Durania fue derrocado y asesinado en la guerra, su hermano menor, Vladimir, tomó el mando del inframundo.

No había cambio con respecto a sus actitudes dictadoras, pero, en Vladimir.. había algo diferente a su hermano, su mirada fría que daba repelus y mala espina te podía invadir toda la mente… No había duda, era un mal presagio.

Era cruel e inteligente, ordenó a sus tropas masacrar a las tribus mas fuertes del inframundo, temiendo que algún día estas se alzaran hacía el e formaran un golpe de estado.

Aprovechando la gravedad de las heridas de todos los individuos por la guerra, noche tras noche fue con un ejercito, y destruyó a cada ser de los clanes.

Llegó el día en el que invadió a los rakshasa, aun lo recuerdo… estaba asustado y en pánico… aun así, mis recuerdos son borrosos… lo último que recuerdo, es a mi madre, en el frente de una extraña estatua, diciendo “Se fuerte… vive… busca la estatua de la luz oscura… ella te enviara… a un

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