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Mundo medieval amor y sexualidad.


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2016  •  Ensayos  •  3.629 Palabras (15 Páginas)  •  234 Visitas

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 INTRODUCCIÓN

Cuando hablamos de la edad media siempre nos imaginamos una época muy escura en donde todo era regido por la iglesia y que nadie se atrevía a contradecirla. Y en cierta parte si fue así, pero lo que desconocemos es como pensaba toda esta gente que vivió en estos años.

Por eso fue interesante investigar sobre el amor y la sexualidad en la Europa medieval durante la baja edad media. Hablar de amor suena sencillo en nuestros días ya tenemos un conceptos medio definido, pero durante la edad media hablar de amor hacia una mujer era malo pues incitaba al placer corporal, el amor que el hombre solo le pertenecía a dios.

Pero esta idea del amor ¿de dónde fue retomada? Pues no pudo surgir así de la nada y también porque era condenado amar una mujer, y sobre todo la sexualidad. Durante la alta edad media eran respetadas estas reglas pero con el paso del tiempo y la llegada de otras culturas modificaron ciertos aspectos de la vida ¿cómo es que otras culturas lograron modificar estas ideas del amor?

En mi ensayo tratare de dar una respuesta a todas estas preguntas y hacer notar que en esta época no fue cerrada y que la religió católica no era la única domínate. Al igual que se expondrá un poco de la forma de pensar de las pensar de las personas a partir de toda la literatura de la época.


LAS LIMITACIONES DEL AMOR.

Durante la alta Edad Media la vida estaba condicionada a los dictámenes de la religión católica, los cuales siempre estuvieron respaldados por la biblia o libros teológicos. Lo que trataban de hacer era condicionar las diferentes formas de relacionarse entre la población. Todas estas reglas se tenían que cumplir para salvar el alma y evitar sufrir las torturas en el fuego del infierno. Pero durante la baja Edad Media esto cambio pues se sentía una gran influencia árabe, dotada de un arte erótico refinado[1], esto lo retomaremos más adelante

El cumplimiento de estas normas era indispensable para la salvación del alma, pero siempre hubo personas que se negaban a cumplirlas. Estas personas lo hacían movidas por un sentimiento, el del amor. El amor también estaba reglamentado, daban argumentos basados en la teología. El amor lo dividían en dos: amor espiritual dirigido hacia dios, la pureza  del alma, la castidad y el carnal, amor entre mujer y hombre el deseo por el placer sexual.

En la mayor parte de la Edad Media se retomó a varios autores romanos, donde explicaban estos términos del amor y las diferentes formas de poder comportarse. Uno de los autores más fuertes y tomados en consideración por varios religiosos fue San Agustín. San Agustín fue unos de los principales fundadores de la iglesia a partir de la caída del imperio romano. San Agustín para defender a la religión de las  acusaciones de los paganos escribió su libro la “ciudad de dios”. En su libro se nota una gran admiración hacia la religión católica y también retoma en unas partes las definiciones de amor que deberían de seguir los cristianos.

“Así que si un cristiano ama apasionadamente a una ramera, en el fundamento no tiene ya a Cristo; pero si uno estima a su esposa, si es según Cristo, ¿quién duda que por fundamento tendrá a Cristo?”[2] En este fragmento del libro nos explica cómo debe de ser este amor para el hombre, el amor debe de ser siempre espiritual hacia las buenas costumbres. Propone un amor espiritual que solo se da cuando se está en el camino del señor.

Aparte de las enseñanzas de los religiosos también se tomó encuentra a otros filósofos anteriores a los cristianos, como los Platón y Cicerón[3], Lo que estos dos personajes proponían era la exaltación del amor sublime y no el erótico. Era la el recado de los placeres del cuerpo por una búsqueda espiritual, más ellas de lo que el cuerpo pudiera sentir. Estas formas de amor eran muy convenientes para la iglesia pero las modificaron a su conveniencia.

Una de las obras que llama la atención es la de Dante, la divina comedia, en este libro la parte que sobresale es el infierno pues aquí están todos los pecadores y Dante recrea cada uno de estos pecados con diferentes personajes históricos.

En el canto quinto, toca el tema de las parejas enamoradas y lujuriosas que habían caído en pecado. Todas estas personas son castigadas con una fuerte ráfaga de viento que los hace volar y los deja caer súbitamente al suelo. En este cirulo Dante ve a muchos personajes, cuando comienza a habar con uno de ellos le cuenta su triste historia sobre como por amor y placer perdió el cielo “Amor, que alma gentil súbito prende a este prendó de la gentil persona, que me quitó la herida que aún me ofende. «Amor, que a nadie amado, amar perdona, me ató a sus brazos, con placer tan fuerte, que como ves, ni aun muerta me abandona”[4] todas las personas en este círculo del infierno sufrían los males de haberse dejado llevar por los placeres del cuerpo y tenían que sufrir su eterno castigo.

Dentro de todo este ambiente de santidad y pureza también sobresalieron otros personajes que se inspiraban más por el amor entre mujer y hombre. Uno de ellos fue Publio Ovidio Nasón poeta romano, su obra más conocida es el arte de amar.

Ovidio en el primer libro del arte de amar explica como cortejar a las mujeres, su explicación es contaría a los intereses de muchos de sus contemporáneos (Mucho autores lo retoman como ejemplo) tuvo una gran influencia durante la baja edad media. La iglesia no permitía el amor carnal pero para Ovidio era esencial “donde has de tender tus lazos sobre todo es en el teatro, lugar muy favorable a la consecución de tus deseos. Allí encontrarás más de una a quien dedicarte, con quien entretenerte, a quien puedes tocar, y por último poseerla[5]”. En el libro tercero aconseja a las mujeres como mantener el amor de sus amantes les da varios consejos sobre belleza, higiene y un buen comportamiento ante los hombres, pero también habla sobre el sexo, explica que la mujer debe de disfrutarlo y sentir los grandes placeres de venus y que si por mala suerte no llegase a experimentarlos que finja[6].
Se nota que Ovidio es todo lo contrario a lo que la iglesia quería que se siguiera a pesar de ello logro prevalecer hasta nuestros días.

EL MATRIMONIÓ Y LAS MUJERES.

Es bien sabido que durante toda la edad medias las mujeres no eran tomadas en cuenta por la iglesia. Varios teólogos decían que ellas tenían la culpa de al hombre se le expulsarla del paraíso, por este motivo las mujeres eran marginadas. También esto es notable en la literatura eclesiástica, pues decían que las mujeres estaban hechas de moco y excremento, que los hombres solo las amaban por la piel que cubría todo esto[7]. Las mujeres eran inferiores intelectualmente y hasta se dudaba que tuvieran alma.

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