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Musica En Grecia


Enviado por   •  26 de Agosto de 2013  •  1.592 Palabras (7 Páginas)  •  304 Visitas

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LA MUSICA EN GRECIA

Ya en las culturas del Oriente Medio hemos hallado antecedentes de los rasgos esenciales de la música grecorromana. Pero solamente en la Hélade fue artísticamente desarrollada.

Los griegos fueron los primeros en crear el fundamento para la especialidad, que hoy en día llamamos musicología o ciencia de la música. A ellos se les debe las primeras leyes numéricas sobre las relaciones entre los sonidos y su sistema armónico domina durante dos milenios en el arte musical europeo.

Ellos se sirvieron de una notación precisa para que la posteridad pudiera descifrar los apuntes conservados de muchos fragmentos musicales. La teoría musical griega, a través de Roma, Bizancio y Arabia, fue tradición occidental; así quedaron algunas expresiones técnicas - aunque algunas con distinto significado - hasta la actualidad: tono, ritmo, melos, armonía, cromatismo, enarmonía, coro, orquesta y, sobre todo, la misma palabra música.

De la música griega sabemos, más que por el legado estrictamente musical, por las referencias de poetas y escritores. Las Fuentes literarias, completadas por la documentación plástica -especialmente la decoración de vasos-, ofrecen un reflejo del arte musical hermanado con la poesía, como resumen de la cultura espiritual, como enseñaza de un arte que formaba el carácter y gozaba de más respeto que la profesión de escultor.

De la importancia que concedieron los griegos en la música en las distintas esferas de la vida surgió en épocas posteriores el interés por sus logros artísticos y por una investigación científica.

Así fue cómo la idea de la tragedia griega llevó en la época del Renacimiento a la creación de la ópera. Desde entonces no han cesado las discusiones científicas sobre los problemas de la música antigua. Gracias a los desvelos comunes de los historiadores, de los filólogos y de los arqueólogos de los siglos XIX y XX, los conocimientos sobre la materia han aumentado continuamente, aunque no se han aclarado definitivamente algunas cuestiones.

La significación de Musik (adjetivo de tech: arte de las Musas) es más clara que la nuestra -Música-, que es derivada de ella. Originalmente significaba Musik el sonido de la poesía, versos que se recitaban bailando y cantando. En el melos se expresaba la unidad de los medios; el logos (la palabra como sostén del sentido), “La canción consta de tres elementos: la palabra, la armonía y el ritmo. Pero la armonía y el ritmo deben seguir la palabra”.

Fundamental para la Musik es la poesía en su forma rítmica y melódica. La rítmica no se basa en la acentuación - como en nuestro tacto occidental-, sino en una sucesión de sílabas cortas y largas (rítmica de cantidad). Con la acentuación del texto se une estrechamente la formación de la melodía.

Esta interdependencia entre música y poesía se desmorona después de la época clásica, discurriendo ambas por cauces distintos.

Lejos de constituir un fin en sí, la música en la Hélade se infiltraba en la vida corriente, comprometida con las instituciones sociales y los usos tradicionales. Misiones mágicas se atribuían a la música del culto. Instrumentos y cantos acompañaban los holocaustos, procesiones, ceremonias fúnebres y misterios de diferentes dioses. La música facilitaba el desarrollo del trabajo y también el entrenamiento del deportidas; ordenaba la marcha de los soldados y amenizaba las fiestas sociales.

Había recitados de cantantes profesionales en las cortes de los príncipes, y la Agone, de músicos también profesionales, en las grandes fiestas cultas, como los juegos de Delfos, las Gimnopedias de Sparta, las Panateneas, Dionisíacas y los ensayos dramáticos en el teatro de Dionisos, en Atenas.

De la diferenciación creciente entre las artes, antes vinculadas todas a la música, surgieron nuevos géneros y también nuevas formas del teatro musical, como la pantomima.

En la educación de los “nacidos libres”, la música, por un lado, y la gimnasia, por otro, procuraban la kalokagathia, adecuado equilibrio entre la perfección corporal y la espiritual.

La formación de la juventud en la antigua Atenas comprendía tres grados: en el primero aprendían los niños el canto y a tocar los instrumentos de cuerda, a leer, escribir y los conocimientos fundamentales para la comprensión de la Poesía; luego seguía el adiestramiento par ala participación en los conjuntos de baile, lo que constituía los grados segundo y tercero.

También en Tebas, Sparta y otros estados todos los ciudadanos tomaban parte en dichos conjuntos hasta que la educación, separada de la política del Estado, hizo que la música se convirtiera en un arte autónomo, en una profesión de virtuosos especializados.

La cultura en general -Enkyklios Paideia- comprendía las ciencias de la lengua (el Triviun medieval) y las matemáticas -Aritmética, Geometría y Astronomía-, en las que se incorporó la teoría musical (Cuadriviun).

El fenómeno musical estaba estrechamente relacionado con el mundo de los dioses, reflejado en el mito. La música había recibido su nombre de las musas, cantantes y bailarinas divinas, las cuales solazaban a los dioses olímpicos con su música y otorgaban capacidad para la Poesía a las personas preferidas por ellas.

Se tenía a varios dioses como los creadores de los instrumentos y se les representaba tocándolos. Se decía que Hermes hizo del caparazón de la tortuga y de los intestinos del cordero el primer instrumento de cuerda, la lira, que regaló a Apolo, y que luego construyó para él mismo la syrinx (siringa).

LA diosa Atenía estaba considerada como la inventora de la trompeta y del aulos, los instrumentos de viento más importantes en Grecia; pero al burlarse de ella Afrodita y Hera, porque al soplar se desfiguraba su rostro, las arrojó lejos de sí.

Apolo, el de las certeras flechas, pregonero del Oráculo y teñedor de la lira, era el director del coro de las musas. Su música preferida era la de los instrumentos de cuerda, mientras que los de viento, y el aulos en particular, figuraban en el culto orgiástico de Dionisos. Nietzsche, en su Origen de la tragedia, contrapone lo apolíneo a lo dianisíaco, e indudablemente hay acusados contrastes entre ambos, sobre todo si consideramos lo relativo a Pan, el caprípedo.

“En la Hélade se refleja en muchos aspectos el contraste entre una cultura avanzada y la herencia natural y salvaje de la prehistoria”, dice W. Wiora.

Resumen de las maravillas virtudes atribuidas a la música es el mito de Orfeo. Este músico favorito de los dioses, ejercía con su canto y su música poderes mágicos sobre personas, animales y hasta sobre la naturaleza inanimada, y se decía que obligó a las fuerzas malignas del “Mundo oculto” a liberar a su esposas Eurídice.

En sus mitos se descubre la susceptibilidad del pueblo helénico para el sonido y el ritmo. Partiendo de observaciones sobre los efectos de la música en los cultos orgiásticos, los prosélitos de Pitágoras (siglo VI a. de J.C.) admitieron conexiones músico-medicinales, de las que surgió la doctrina de la posible expresión de las distintas situaciones psíquicas. A la música se le atribuyeron propiedades de purificación (catarsisi) de los afectos.

Para esta teoría psico-terapéutica de la música se buscaron fundamentos en las ciencias filosóficas y naturales, viendo un paralelismo entre la armonía numérica en el cosmos (armonía de las esferas) y los sistemas tonales griegos.

Se usaron seis modos: Jónico, Dórico, Frigio, Lidio, Mixolídio y Eólico, que diferían en la distinta colocación de tonos y semitonos en sus respectivas escalas. Si utilizamos como punto de referencia nuestra escala mayor actual, dichos seis modos se forman partiendo de cada uno de los seis primeros grados: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, sucesivamente, en la escala de Do mayor, por ejemplo.

Platón analizaba cada ritmo y forma tonal según su valor pedagógico en la educación política de la juventud para el “Estado ideal”. Las novedades se proscribieron severamente como perjudiciales para la subsistencia del Estado.

Aristóteles reconoció también el efecto catártico de los cantos entusiásticos, valorando, al lado de lo ético, lo estético: “Música como recreación en el ocio del ciudadano libre”.

La doctrina musical del Etos pasó a la filosofía popular y fue un componente del sistema de educación. Para demostrar los efectos de la música, Boecio refiere una anécdota muy popular: “Todos sabemos que Pitágoras restituyó el dominio sobre sí mismo a un joven borracho que, escuchando algo en modo Frigio, se había enfurecido. Pitágoras lo curó cantándole un Spondeo...”.

Tanto la palabra era el sostén de la música cuanto el canto dominaba en la cultura musical de Grecia, y, por ello, los instrumentos se subordinaron con mero acompañamiento de la voz humana, actuando myy raras veces sin su concurso. Los que experimentaron un mayor desarrollo fueron los de cuerda, de los que había varios tipos.

Del phorminx, de tornavoz redondo y cuatro cuerdas, que era el más antiguo entre los instrumentos griegos, se formó la cítara de siete cuerdas. Se tocaba de pie, bien con los dedos o con plectro, y se construían modelos reducidos para la enseñanza. Posteriormente surgió el laúd (Pandura Trichordon).

El aulos, importado del Oriente Medio, fue en Frigia el más importante entre los instrumentos de viento.

Mientras la kitharode podía acompañar su Épica o Lírica con música de cuerda, el ejecutante de aulos tenía su sitio en los cantos corales, actuando también como solista. Menos aplicación ofrecían la syrinx (flauta de Pan), instrumento pastoril, de distintas medidas, y la salpinx (trompeta), de cuerpo metálico con embocadura acampanada, usada por heraldos o mensajeros.

Como instrumentos de percusión se usaban la krotala (carraca), kymbala (platillos), tympanon (tímpano), imprescindibles como instrumentos rítmicos, aunque no propiamente musicales.

De gran importancia para el futuro fue la creación del órgano, en la época postclásica, por Ktesibios de Alejandría (siglo III antes de Cristo), que lo construyó, basándose en la mecanización se syiuxs, por medio de presión de agua (Hydraulis, órgano hidráulico). Este instrumento, descrito por Heron y Vitrno, encontró mñultiples aplicaciones en los imperios romano y bizantino.

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