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Necolonialimos e intercambio desigual.


Enviado por   •  26 de Mayo de 2016  •  Ensayos  •  2.039 Palabras (9 Páginas)  •  379 Visitas

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FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES

ARAGÓN

 ECONOMÍA POLÍTICA V

[pic 1]

INTEGRANTES DEL EQUIPO:

FLORES CRUZ JOSÉ MAURICIO

MIRANDA BIURQUIS ISAAC ZABDIEL

JIMÉNEZ TRINIDAD EDUARDO

PROFESOR: CASTELLANOS SILVA

SALVADOR

[pic 2]

“NEOCOLONIALISMO

E  INTERCAMBIO DESIGUAL”

Daremos una breve introducción con la cual nos adentraremos a este capítulo de forma concreta,  en primer lugar, no se puede concebir una economía capitalista que tienda a homologar a todas las economías en términos de composición orgánica de capital, eso tiene que quedar muy claro; en segundo,  toda relación entre iguales (individuos, empresas, naciones) del mismo poderío, tamaño, capacidad productiva no genera ninguna ganancia; solo las relaciones asimétricas (entre individuos, empresas, naciones) es fuente generadora de riqueza, por lo tanto podemos decir que, el intercambio desigual entre naciones, potencias y países neo colonizados es la garantía de la expansión y conservación de la economía capitalista.

Entonces podremos decir que los movimientos internacionales de capital reproducen y extienden constitucionalmente las diferencias de la productividad internacional, eso es lo que caracteriza la historia del capitalismo moderno, ubiquémonos en el periodo imperialista clásico en donde la forma principal de ganancia extraordinaria se originó en las diferentes tasas de ganancia en los países metropolitanos y las colonias, entonces la composición media de capital de las plantaciones productoras de materias primas, alimentos y bienes suntuarios, así como en las minas de los países coloniales, por citar algunos ejemplos ahí la tasa media de ganancia de plus valor era frecuentemente superior a la de los países metropolitanos , así como la presencia de un enorme ejercito industrial de reserva permitió que el precio de la mercancía fuerza de trabajo en las colonias cayera incluso por debajo de su valor, pero en todo esto existía un resultado distinto al que pretendían tener ya que la diferencia sustancial de la tasa media de ganancia entre las colonias y países metropolitanos no tenía como resultado la aceleración, sino la desaceleración de la acumulación en las colonias, pues una parte considerable del plus valor producido capitalistamente entre estos países su extracción de ganancia no solo era la ganancia extraordinaria sino todas las ganancias que eran enviadas a países metropolitanos que servían solo para incrementar la acumulación o bien ser distribuido en forma de dividendos, en este contexto el autor resalta dos formas de explotación que son en su forma principal “las ganancias extraordinarias” y secundaria “intercambio desigual” claro que hablamos en la época del imperialismo clásico, como por ejemplo en las vísperas de la primera guerra mundial. Gran Bretaña contaba con el ingreso más grande del mundo, esto fue el resultado de sus inversiones extranjeras de capital, pero las inversiones que realizaba no solo eran en las colonias y semicolonias sino también en algunos países metropolitanos como Estados Unidos.

No tardó mucho en que el intercambio desigual se convirtiera en la forma principal de explotación colonial, esto trajo consigo que las relaciones de flujo de capitales cambiara ya no solo entre países metropolitanos y colonias sino también entra estados metropolitanos mismos, al igual que la producción cambio de materias primas a de bienes de consumo,  e incluso la llamada “burguesía colonial” había intentado aumentar la producción de plus valor producida por los obreros y campesinos pobres, al mismo tiempo hicieron más difíciles las transferencias de ganancias y dividendos a los países metropolitanos.

Por todas estas razones, las ganancias extraordinarias producidas directamente en los países coloniales y semicoloniales  siguen siendo muy cuantiosas en términos absolutos.

En el caso particular del imperialismo británico, había  disminuyendo en importancia desde la segunda guerra mundial.

Bajo este contexto se tendrían que matizar por lo menos tres aspectos:

  1. Las compañías imperialistas con frecuencia logran ocultar una parte de sus ganancias producidas directamente en las colonias y semicolonias presentados como generadas en los países metropolitanos.

  1. Las ganancias extraordinarias derivadas del intercambio desigual son, frecuentemente, solo una forma disfrazada de las ganancias extraordinarias directamente producidas en las colonias.  

  1. Las cantidades de plus valor recién acumuladas en las semicolonias que son disfrazadas como reservas y que por tanto, no se registran como ganancias en los balances de las compañías imperialistas.  

Pero, incluso tomando en cuenta todo esto, no hay duda de que el volumen total de las ganancias extraordinarias coloniales directamente producidas actualmente es menos significativas como una forma de explotación imperialista del tercer mundo que el intercambio desigual.

Ahora bien,  se puede decir que los acuerdos comerciales entre los países metropolitanos y las colonias vendría a traer un “beneficio” para ambas partes; ya que si por ejemplo, la colonia o semicolonia intercambia mercancías por un valor de 4000 millones unidades monetarias por el mismo valor de mercancías del país metropolitano imperialista, tendríamos que valores internacionales iguales son cambiados por valores internacionales iguales.

Si esta afirmación la tomamos como acertada, entonces,  ¿dónde se esconde el intercambio desigual en esta equivalencia? Este intercambio desigual se encuentra en el hecho de que la supuesta igualdad representa en realidad cantidades desiguales de trabajo (horas de trabajo). Así pudiéramos manejarlo con el ejemplo que nos menciona el autor en este apartado; en el conjunto de exportaciones del país metropolitano hay aproximadamente 300 millones de horas de trabajo, en cambio, el conjunto de mercancías exportadas del país semicolonial contienen muchas más horas de trabajo que el país metropolitano, por ejemplo, 1200 millones de horas de trabajo.

El intercambio desigual consiste en el intercambio de producto de 300 millones por el producto de 1200 millones de horas de trabajo, en otras palabras, en el hecho de que en el mercado mundial la hora de trabajo en el país desarrollado cuenta como más productiva e intensiva que la del país atrasado. Y en su defecto, esta desproporción o desigualdad en las horas de trabajo más productivas en el país metropolitano que en el colonizado, viene a causar una desigualdad en los salarios.

El país metropolitano dispone de un potencial de trabajo que está sujeto a límites exactos: la producción, el consumo y la acumulación (reproducción ampliada) y están estrictamente determinados por el número total de horas de trabajo realizadas. Supongamos que el número total de horas de trabajo creador de valor a disposición del país metropolitano sea aproximadamente de 2600 millones (1300 millones de trabajadores productivos que trabajan 50 semanas anuales y 40 horas semanales). Si no hubiese habido ningún intercambio desigual, el país metropolitano tendría que pagar, no 300 millones, sino 1200 millones de horas de trabajo por las mercancías importadas de la semicolonia. Sólo habría sido capaz de realizar una fracción de estas importaciones. Cuando menos habría ocurrido en el país metropolitano  una reducción significativa en los recursos disponibles para el consumo y la acumulación. El crecimiento económico habría disminuido.

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